Según el Indec la economía cayó 7% en diciembre y se contrajo 2,6% en todo 2018

La actividad económica acumula así siete meses seguidos en retroceso. El comercio y la industria tuvieron bajas cercanas al 15%.

El año pasado había arrancado con estimaciones optimistas. Tanto el Gobierno como las consultoras privadas proyectaban que el país crecería alrededor de 3,2% del PBI. Pero la realidad fue otra. El campo sufrió una de las peores sequías de los últimos años, el contexto internacional se volvió más adverso y la Argentina, que acumulaba una déficit de cuenta corriente del 5% del PBI, quedó expuesta a una abrupta salida de capitales. El resultado fue una caída anual del producto del 2,6%, según informó el Indec .

El dato se confirmó luego de que el ente estadístico diera a conocer el estimador mensual (EMAE) de diciembre, que cerró con una caída del 7%, lo que significa una leve mejora en relación al derrumbe de 7,5% de noviembre. De hecho, el dato desestacionalizado de diciembre marca un crecimiento del 0,7% respecto al mes anterior. Sin embargo, como lo indica su nombre, se trata de una estimación. El número final lo dará el PBI.

De las 15 ramas de la actividad que mide el Indec, todas sufrieron una contracción en diciembre salvo agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que creció 4,7%; enseñanza, que se expandió un 1%, y servicios sociales y de salud, con un crecimiento de 0,4%.

En tanto, comercio mayorista, minorista y reparaciones cayó 15,7%; industria manufacturera, 14,2%; construcción,12,7%; electricidad, gas y agua, 6,8%; pesca, 4,8%; transporte y comunicaciones, 4,1%; hoteles y restaurantes, 3,5%; intermediación financiera, 3,4%; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, 2,1%; otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales, 1,9%; explotación de minas y canteras, 1,8%, y administración pública y defensa, 0,9%.

En el Ministerio de Hacienda indican que «de confirmarse estos datos preliminares, el crecimiento de la actividad en diciembre indicaría que la recesión habría tocado su piso en noviembre y que a partir de diciembre la economía ya se encontraría en fase de recuperación».

«Algunos indicadores de actividad de enero confirman esto, incluyendo índices privados y datos oficiales de despachos de cemento, producción de autos, molienda de soja, demanda de electricidad y producción de acero, que crecieron en términos desestacionalizados en enero», agregaron.

El año 2018 había tenido un muy buen comienzo del año -donde la economía creció 3,5% en el primer trimestre-, pero a fines de abril se produjo la primera corrida cambiaria, que provocó una mega devaluación de la moneda y la consecuente aceleración de la inflación . Esto a su vez provocó incertidumbre económica y una pérdida del poder adquisitivo, que impactó en la caída del consumo. Para tratar de contener la situación, el Banco Central subió aún más las tasas de interés, lo que terminó de enfriar la actividad económica.

El Gobierno, a su vez, acudió al Fondo Monetario Internacional ( FMI) para solicitar un préstamo, que trajo aparejado una fuerte caída del gasto público. Con menos fondos para invertir, la obra pública se derrumbó y la construcción, uno de los sectores que habían impulsado el crecimiento en 2017, se frenó completamente.

De esta manera, los tres factores que habían sido el motor de la economía en el segundo año de gobierno de la actual administración -el campo, los créditos hipotecarios y la construcción- se frenaron completamente por la sequía y la situación macroeconómica.

 

(LaNación)

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