El Papa suspendió del ejercicio sacerdotal al cardenal Pell, tesorero del Vaticano condenado por abuso

 

Tras ser hallado culpable de abuso sexual contra niños, el cardenal australiano George Pell, ex «zar» de las finanzas de la Santa Sede y ex asesor del Papa Francisco fue prohibido en el ejercicio del ministerio sacerdotal. También como medida cautelar, no puede tener ningún contacto con menores de edad.

 

Según publica hoy el diario La Nación, “para garantizar el curso de la justicia el Santo Padre ha confirmado las medidas cautelares ya dispuestas contra el cardenal Pell por el obispo local cuando retornó a Australia. Es decir que, a la espera de la confirmación definitiva de los hechos, se le prohíbe al cardenal Pell en vía cautelar el ejercicio público del ministerio y, como es de norma, el contacto en cualquier modo y forma con menores de edad», dijo el vocero interino del Vaticano, Alessandro Gisotti, al leer un comunicado.

 

Ahora, se supone que esto significa que el caso de Pell comenzó hoy a ser investigado por la Congregación de la Doctrina de la Fe, el órgano del Vaticano encargado para ocuparse de estas cuestiones. Algo que, según varias fuentes, debería en verdad haber ocurrido años atrás, cuando salieron las primeras acusaciones en contra del alto prelado australiano.

 

Como también hizo esta mañana el presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Mark Colerdige, arzobispo de Brisbane, las autoridades del Vaticano admitieron en el comunicado leído por Gisotti que la condena de Pell fue «una noticia dolorosa, que escandalizó a muchas personas, no sólo en Australia». «Como ya quedó afirmado en otras ocasiones, reiteramos el máximo respeto por las autoridades judiciales australianas y esperamos el resultado del proceso de apelación, recordando que el cardenal Pell ha reiterado su inocencia y tiene el derecho de defenderse hasta el último grado (de juicio)», dijo Gisotti. «A la espera del juicio definitivo, nos unimos a los obispos australianos en la oración al rezar por todas las víctimas de abuso, reiterando nuestro compromiso a hacer todo lo posible para que la Iglesia sea una casa segura para todos, especialmente para los niños y los más vulnerables», agregó.

 

En verdad, la condena a Pell, de 77 años y el más alto funcionario del Vaticano condenado en un proceso de este tipo, había tenido lugar el 11 de diciembre pasado. Pero se confirmó e hizo pública hoy a la madrugada porque la corte de Melbourne, Estados Unidos, había impuesto una orden judicial de silencio -que varios medios ignoraron- para que esa sentencia no influenciara un segundo proceso contra Pell. Como este segundo juicio quedó desestimado por falta de pruebas, la corte levantó la orden de silencio.

 

En Roma aseguran que la confirmación de la condena cayó como una bomba en el Vaticano, que justo el domingo concluyó una histórica cumbre para la protección de menores, a la que el Papa convocó a los 114 presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para enfrentar la crisis de los abusos sexuales de menores por parte del clero, que manchó como nunca la credibilidad de la Iglesia.

 

Pese a que ya existían acusaciones en su contra,  el Papa Francisco designó en abril de 2013 a Pell como miembro del C9, el consejo de cardenales asesores, cargo del que lo removió en diciembre pasado. En febrero de 2014, lo nombró prefecto de la Secretaría para la Economía, un puesto clave del cual Pell en julio de 2017 obtuvo una licencia para poder volver a su país y defenderse en sendos procesos. Este cargo, quinquenal, justo caducó ayer, destacó Gisotti.

 

Estando al frente de la Secretaría de Economía Pell, prelado de línea conservadora, apodado «The Ranger» por sus modos anglosajones bruscos, cosechó varios enemigos en la curia romana, reacia a los cambios y a la supuesta transparencia por él perseguida.

 

Desde que estalló en 2002 en Australia el escándalo por abusos sexuales en el clero -que salpicó al 7% de los sacerdotes y que llevó al gobierno a realizar una investigación oficial- Pell, ya entonces acusado, se manifestó inocente.

 

Formado por 12 personas que llegaron a la unanimidad, el jurado popular de Melbourne que lo condenó en primer grado declaró culpable a Pell de haber abusado de dos niños de 13 años del coro, a quienes encontró bebiendo vino sacramental en un cuarto trasero de la Catedral de San Patricio en Melbourne a fines de 1996, mientras cientos de fieles salían de la iglesia tras los servicios dominicales.

 

Pell entonces tenía 55 y había sido recientemente nombrado arzobispo de Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia.

 

El jurado también declaró culpable a Pell de haber abusado indecentemente de uno de los muchachos en un pasillo más de un mes después. El cardenal, que enfrenta una condena de hasta 50 años en prisión después de una audiencia de sentencia que empieza mañana, tal como confirmó el Vaticano, apelará la decisión.

 

Durante el juicio describió las acusaciones como una «conducta vil y desagradable» que iba en contra de todo en lo que él creía. En un primer juicio, hace seis meses, otro jurado popular no logró alcanzar la unanimidad requerida para un veredicto: según fuentes informadas, 10 personas consideraron a Pell inocente y 2, culpable.

 

Fuente Diario La Nación

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