En una ceremonia íntima despidieron a Nene Hreñuk que descansa en la tierra que lo vio nacer

Un pequeño grupo de familiares y amigos se reunió para dar el último adiós a uno de los mayores visionarios que dio la tierra colorada. La ceremonia de responso de Ramón Nene Hreñuk se realizó en la iglesia de Colonia San Isidro, en Apóstoles, luego los restos mortales del empresario fueron trasladados al cementerio de esa localidad, donde descansan junto a los de sus padres Demetrio y Catalina y de su hijo Javier, muy cerca de la casa que lo vio nacer y del hoy histórico primer establecimiento en el que se comenzó a construir la leyenda de Rosamonte.

 

El hombre que supo como ningún otro llevar el producto de su tierra primero al país y después al mundo, hoy volvió a esa misma tierra que lo vio nacer y dar sus primeros pasos como empresario. A pocos kilómetros de su casa materna, cerca también de la Escuela Rural N°184 donde cursó sus estudios primarios, a poca distancia de donde junto a su padre Demetrio y a su hermano Negro supo convertir un molino de maíz en uno de yerba, allí descansa uno de los mayores emblemas de la agroindustria de la región, Don Ramón Nene Hreñuk.

 

La despedida fue sencilla, acorde a un hombre de perfil bajo como era Don Nene, pero muy emotiva. Participaron casi exclusivamente familiares directos, amigos íntimos, empleados y referentes de una comunidad que lo tenía como uno de sus pilares desde hace más de 45 años.  La ceremonia de responso tuvo lugar en la iglesia de Colonia San Isidro, de allí partió luego el cortejo hacia el cementerio ubicado a escasos 200 metros.

 

Las dificultades para transitar los caminos de tierra –convertidos en barro en medio de la persistente lluvia- que llevan al lugar facilitaron que se cumpliera el deseo de la familia de que la ceremonia fuera más bien privada.

 

En redes sociales, en cambio, los homenajes y mensajes de recuerdo se multiplicaron durante todo el día.

 

 

 

 

 

 

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