El dólar bajó 20 centavos en Posadas y el real se vende a $10.40

 

La moneda estadounidense se vende a $39.80 pesos y el real a $10.40 en las casas de cambio de la Capital misionera.

 

Especialistas aseguran que tras cinco aumentos consecutivos en la tasa de política monetaria con la finalidad de controlar la escalada del dólar, en el Banco Central respiran aliviados. Fue la decisión correcta aunque en algunas entidades financieras los acusen de haber “sobrerreaccionado”.

 

Aseguran que la suba tuvo sentido porque lo que realmente genera ruido en el universo político no es tanto la inflación (ya lanzada desde hace tiempo y con bajas chances de que termine este año por debajo del 35%) sino el billete estadounidense, y, como se presupone, este es un año donde la política tiene peso específico.

 

Así, con la tasa de referencia de la economía de nuevo en 50% anual, el dato de las últimas horas es que existe un consenso fuerte que ese parámetro de la economía comenzaría a asumir su nuevo piso en esos niveles. Cumpliría así con dos objetivos bien claros: por un lado, desterrar cualquier sospecha de un movimiento cambiario fuera de lo establecido; por otro, no sumar presión adicional sobre la escalada de precios que registra la economía. Sin embargo, también existe un interrogante: qué pasará cuando los próximos meses traigan la incertidumbre electoral que generalmente propicia la dolarización.

 

Por su parte en los pasillos del Palacio de Hacienda coinciden en que dentro de cuatro semanas podrían experimentar un cimbronazo cambiario similar. Parten de la hipótesis de que lo que pasó fue que inversores decidieron ‘salir’ de sus posiciones en pesos a partir del dato de inflación y con pocas señales de un banco central para ‘compensarlos’ en lo inmediato con mayor tasa. El razonamiento es que con inflación elevada, la presión para deslizar la cotización del dólar es más fuerte y que si a eso se le suma que el tipo de cambio ‘repta’ en la “banda inferior de Sandleris”, entonces la probabilidad de una corrección crece. Como siempre, los primeros en reaccionar son los que ganan en este juego.

 

Si bien la tasa subió mientras en paralelo el banco central absorbió una mayor cantidad de pesos de la economía, habría que esperar un incremento de dicha absorción, incluso más allá de lo que había anunciado Sandleris. De eso también se anotició el ministro Dujovne y sus contertulios del FMI. Es que si bien en el organismo han plantado bandera con un stock de $ 1,38 billones para la base monetaria de febrero, en el Gobierno buscarían cerrar por debajo de esa marca. ¿La idea? Está previsto que el organismo desembolse casi u$s11.000 millones en marzo si aprueba la revisión de las metas de este trimestre.

 

Con INFO de Ámbito Financiero

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