Sobrevivientes de abusos de la Iglesia de la Argentina definieron al Vaticano como un “estado genocida” tras la cumbre mundial en Roma

La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de la Argentina expresó este domingo un fuerte repudio a la histórica cumbre del Vaticano contra la pederastia en la Iglesia Católica -realizada del jueves hasta este domingo en Roma- al calificarla como un “acto de simulación e hipocresía”. En el país tienen confirmados 40 casos y creen que hay por lo menos 100 curas abusadores. «Si el Papa quisiera cambiar algo tendría que echarlos”, expresan las víctimas.

 

Desde la Red emitieron hoy un documento en que se repudió la cumbre anti-pederastia que se realizó en el Vaticano con la presencia del papa Francisco y criticaron a la Santa Sede. “Invitamos a la opinión pública global a declarar a la Santa Sede estado genocida, hasta que de una buena vez se decida a cumplir con los compromisos que asumió al suscribir las Convenciones internacionales sobre Derechos Humanos”, indica un comunicado.

 

La entidad precisó que lo ocurrido en el Vaticano “confirma el estado de corrupción sistemática que impera en la Santa Sede, al evadir premeditadamente las exhortaciones que organismos internacionales le hicieran hace cinco años atrás”.

 

También afirman que se concluyó que “que la pederastia eclesiástica es solo una parte del abuso como problemática transversal y amplísima tanto que la incidencia de la iglesia resulta siendo mínima, lo que se opone de plano a la organización de una cumbre mundial para tratarla”.

 

Luego, además de debatir la “credibilidad” de la institución y el “trato irrespetuoso, denigrante y re-victimizante que tuvieron las víctimas, no permitiéndoles el debate “cara a cara”, dentro de las deliberaciones“, la Red se refirió a las 21 propuestas que fueron elaboradas al finalizar la cumbre.

 

“Las 21 propuestas de esta iglesia-pastor mentiroso que fueron simples puntos de partida, no son otra cosa que medidas ya existentes, mecanismos obsoletos que sólo buscan blindar la institución a favor de los sacerdotes y monjas abusadores y –obviamente –en contra de las víctimas, a las que se les niegan los más elementales derechos y garantías”, expresa el comunicado.

 

Y agrega: “Las medidas de profilaxis y de conducta propuestas por el Papa como la 19 – formular códigos de conducta obligatorios para todos los clérigos, los religiosos, el personal de servicio y los voluntarios-, dejan ver el grado de perversión, inmoralidad y libertinaje de sujetos que necesitan de una norma jurídica para no violar niños y niñas”, concluyeron.

 

La Red de Sobrevivientes lleva adelante 40 casos de curas abusadores. «Es la punta del iceberg, son muchos más. Es un rompecabezas, en el país hay 24 poderes judiciales, y están los curas que han sido denunciados sólo en sede canónica», explicó a Clarín el abogado Carlos Lombardi.

«Y el proceso canónico es dañino para las víctimas, no les permite participar en la demanda ni nombrar abogado defensor. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas le recomendó a la Santa Sede que modifique sus normas jurídicas, pero el Papa sigue manteniendo el secreto pontificio. Lo aconsejable es hacer la denuncia en la justicia ordinaria. El problema es que en general la respuesta es que el delito prescribió», agregó.

Víctimas de abuso protestaron frente al Vaticano, en Roma.

Convocatoria histórica

«Ante la plaga de abusos sexuales cometidos por hombres de la Iglesia a los menores, he creído que debía convocarles», admitió el Papa Francisco el jueves en la apertura del encuentro en Roma, primer día de la cumbre para la Protección de la Infancia en la Iglesia, con la presencia de 114 presidentes de conferencias episcopales y los máximos responsables de las congregaciones, para avisarles de que «este encuentro no debe finalizar simplemente con condenas verbales a las agresiones sexuales o a su encubrimiento, sino que debe permitir alcanzar medidas concretas y eficaces», dijo.

Durante el encuentro, por los altavoces del aula han sonado los testimonios grabados -para proteger su identidad- de cinco personas procedentes de cinco continentes distintos para dejar claro que la pederastia es una epidemia global.

Hasta ahora el Vaticano había tratado cada escándalo enviando al lugar afectado a representantes de la Doctrina de la Fe para investigarlo. «Esta cumbre, sin precedentes, es un cambio de estrategia», señala el artículo publicado por El Periódico de España. «Francisco ha citado a los obispos para que reciban instrucciones sobre cómo reaccionar ante un problema grave. Y para que sepan en qué consiste tal gravedad, el papa ha querido que escucharan la voz de las víctimas. Lo primero que hicieron [en la iglesia] tras escucharme fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo era un enemigo de la iglesia (…). A las víctimas hay que creerlas», se expresó en un relato del primer testimonio.
La segunda fue una mujer: «Cada vez que me negaba a tener relaciones con él, me pegaba. Él me golpeaba. Y como yo dependía totalmente de él económicamente, sufrí todas sus humillaciones (…). Yo no podía tener novio y si él lo sabía, me golpeaba. Era la condición para que pudiera ayudarme económicamente». El tercero en hablar fue un sacerdote que sufrió los abusos por parte de otro clérigo cuando era adolescente. «¿Qué me gustaría decirles a los obispos? que escuchen a estas personas».

 

Scicluna recuerda el deber de denunciar

Charles Scicluna explicó cuáles podrían ser las medidas «concretas». El arzobispo maltés fue uno de los tres elegidos para pronunciar una conferencia durante la primera jornada. Investigador principal de la Doctrina de la Fe, se ha dirigido a los asistentes para aclarar cómo deben actuar cuando en su diócesis tengan conocimiento de una conducta sexual sospechosa: «denunciando».

 

Scicluna ha recuperado un mensaje de Benedicto XVI del 19 marzo 2010 sobre el escándalo de pederastia desencadenada en Irlanda. «Solo examinando los numerosos elementos que han dado lugar a la crisis actual es posible realizar un diagnostico claro y encontrar soluciones». En aquel caso, concluía Benedicto XVI, había jugado un papel fundamental lo que él llamo «una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia».

 

Tras escuchar a Scicluna, sin embargo, se mantiene la duda de saber exactamente cómo se redactaran estas medidas concretas al final de la cumbre «respetando las leyes civiles». Los activistas piden que sea una «ley universal» que expulse a pederastas y encubridores y los entregue a las autoridades civiles. Pero el Vaticano siempre se ha limitado a proponer medidas que después cada obispo elige si cumple o no. Una decisión que toman también en función de las leyes de su país, dado que no en todos se persigue el abuso sexual infantil con la misma intensidad. Algunos obispos procedentes de África incluso han intervenido en la primera jornada para dejar constancia de que no comprenden tanta preocupación con los abusos sexuales. Los menores en sus países sufren problemas más graves, como el riesgo de ser captados para la guerra, sufrir la explotación sexual o tener acceso a alimentos o educación.

 

Matrimonios a partir de los 16 años

El papa, durante la primera jornada, ha anunciado que va a elevar la edad mínima para contraer matrimonio católico de los 14 años a los 16 años. La decisión, anunciada en el marco de un encuentro para combatir la pederastia eclesial, resulta pertinente, según entiende la Santa Sede, porque la cumbre persigue proteger a la infancia y si se consienten matrimonios en los que no se asegura la «madurez», principio incluido en el derecho canónico, se expone a los menores.

 

 

Fuente: Clarín y El Periódico de España

 

 

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