La despedida a “Nene” Hreñuk de Jorge Balanda, el periodista que más trató con él en 40 años

El mate más amargo del domingo: Nos dejó Ramón  “Nene” Hreñuk.

Se fue, hay dolor en la familia, los amigos, en la sociedad y  en muchos  que supieron de su mano solidaria.

Tuve la suerte de conocerlo hace 40 años y en estas cuatro décadas jamás dejo de sorprenderme. Cada encuentro, cada charla, era para escuchar a un hombre al que siempre creí  un “adelantado” y con un profundo amor por su tierra, fue bien misionero.

Estas combinaciones, hicieron que  el norte de sus emprendimientos sean siempre novedosos, creativos, innovadores y que tengan a los  misioneros involucrados.

En su actividad principal, de un pequeño molino en la Colonia San Isidro,  llevo a su marca emblema “Rosamonte” al primer lugar en la argentina. Espacio que  históricamente ocuparon los molinos extra-provinciales. De ese tiempo me quedó su frase  “No vendía yerba, me venían a comprar”

Me atrevo a decir que no fue el industrial que solo pensó en su negocio.  Privilegió la relación con los productores, es decir tuvo una mirada integral del negocio. Decía “nos salvamos entre todos, de a uno es difícil”.

Pensando en esa chacra diversificada de sus abuelos y padres, él  también lo hizo. Pionero en la piscicultura, desarrolló la ganadería, incursiono en el té y en otras varias actividades. Creyó siempre en su Misiones, por eso no dejó de invertir,  haciendo que más misioneros tengan trabajo digno. Aunque esa conducta, no muy habitual en el empresariado argentino, le haya traído más de un problema.  Solidario? cuantas instituciones supieron de su generosidad. El apoyo al deporte, hace falta mencionar? Muy pocos deportistas de la tierra colorada que debieron pasar el límite de Misiones se quedaron sin el apoyo de Rosamonte, la gran mayoría se llevó el auspicio de esta empresa y no  a partir  de una estrategia publicitaria, “Nene” creía en el deporte.

No se olvidó de sus orígenes, fue el primer cónsul honorario de Ucrania en Latinoamérica, una distinción que aceptó en nombre de su querido papá Demetrio. La comunidad de descendientes ucranianos supo de su apoyo y aliento.

Cuantas cosas más puedo escribir tras 40 años amistad. Mucho, pero también debo respetar al amigo que, a pesar del lugar que ocupó, siempre prefirió un bajo perfil, medido en sus palabras, convencido de sus acciones y  siempre atento a la realidad.

Se fue el amigo, el empresario Nene Hreñuk, sin dudas y me atrevo a afirmar, uno de los más destacados de los últimos 50 años en Misiones.

Hay dolor, es cierto, pero en  su esposa Marta, sus hijos Martin y Matías, sus nietos,  sus hermanos,  en sus amigos y en la sociedad apostoleña en particular y en la misionera,  quedan innumerables e importantes huellas de su paso por esta vida como para recordarlo. Adiós querido “Nene”, fue un domingo con un mate muy amargo.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas