Soledad Deza: “Muchas veces, en la buena intención de denunciar abusos sexuales y hacer públicas situaciones injustas, en los medios se termina violando la intimidad y re-victimizando a las víctimas”

 

En la entrevista con Misiones Online, un capítulo aparte fue la reflexión realizada por la abogada feminista Soledad Deza, sobre el tratamiento de los medios de comunicación en la Argentina, en temas de violación o abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes, la decisión de la ILEs (Interrupción Legal de Embarazos), como también la exposición de denuncias desde la perspectiva de género.

Deza es coordinadora del Área Litigio de Católicas por el Derecho a Decidir y Presidenta de Mujeres X Mujeres; además de docente de Sociología Jurídica en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán y de Medicina Legal en la Universidad San Pablo T.

 

MOL: ¿Cómo analiza el tratamiento en los medios de comunicación de la violación o abusos sexuales contra niñas, niños y adolescentes?

SD: Es realmente muy desalentador ver el tratamiento periodístico errado de estas situaciones.

En primer lugar porque son niñas, no casos. Y esto muchas veces es olvidado en el tratamiento periodístico bajo una carrera maratónica por «la noticia».

Creo que es importante detenerse un ratito a pensar en profundidad cuando conocemos estas situaciones desesperantes e interrogarnos como medios antes de decidir publicar: ¿Por qué comunicaríamos públicamente una violación? ¿Por qué comunicaríamos “periodísticamente” la decisión de una ILE (Interrupción Legal de Embarazo?.

Pensemos ahora: ¿cómo vuelve esa niña a reinsertarse en su centro de vida con una vida pública, estigmatizada y hecha harapos por la búsqueda de una primicia, un retwitter o un like?.

¿Dónde queda el interés superior de la niña sino licuado en una picadora de carne mediática?  ¿Por qué contaríamos ILEs?.

Ahora, si es de la esfera de la niña que se pide se comunique algo, o si el caso ya fue hecho público, ahí es distinto y el periodismo puede brindar un servicio al informar correctamente. A la vez, humanizar la situación, resguardando la identidad y los datos sensibles que no precisan darse a conocer.

 

 

MOL: ¿Cuáles son los errores que considera son los que más repetimos los periodistas al tratar estos temas (sea por desconocimiento, falta de capacitación, porque la misma policía o áreas de salud informan sin reservas adecuadas,  o simplemente por amarillistas y buscadores de likes) 

SD: Creo que en la buena intención de denunciar y hacer públicas situaciones injustas se termina violando la intimidad y re-victimizando a las víctimas. En ocasiones también se termina organizando a los sectores “anti derechos” que aprovechan estas noticias para sus estrategias violentas sobre niñas vulnerables y sus familiares.

En Jujuy pasó lo mismo en el mes de enero y la mamá de la niña terminó con un «carpetazo de mala mamá» de parte de las autoridades, cuando quien había violado su intimidad era el mismo Ministro de Salud de la Provincia.

En Tucumán está pasando lo mismo ahora con un caso que no ingenuamente está siendo informado desde hace una semana todos los días en el diario hegemónico y que sirve para alertar a los “anti derechos” que perviven dentro de instituciones como el Poder Judicial y el Sector Asistencial, con el fin de torcer la voluntad de quienes piden una ILE.

Es decir, la noticia además de violar la confidencialidad de la niña, es un poco contraproducente, cuando no responde a la demanda de una estrategia jurídica o de la misma víctima o su familia.

 

MOL: Entonces ¿cuál sería el límite de dar la “noticia” de embarazos forzados, abortos o ILEs, sin afectar la privacidad de la menor o la víctima?

SD: No dar nombres, no dar datos sensibles que identifiquen a la niña.

No dar direcciones, sobre todo cuando la persona es de lugares o parajes poco habitados.

No revelar prestaciones médicas ni exitosas, ni fracasadas.

Como digo, salvo que ya se hubieran hecho públicas. Y en ese caso, pensar siempre que es una niña, no un «caso» y que debe volver a su vida con la normalidad que su desgracia le permita, pero sin convertirla desde los medios en una víctima perpetua, como sería pensar en la «la niña de los mellizos».

Un poco de lógica tal vez y preguntarse: ¿qué le aporta mi noticia a la vida de esta niña?

 

MOL: ¿ Cuál considera hubiera sido la forma correcta de dar a conocer esta situación?

SD: Agregaría que es muy importante que los Defensores Oficiales empiecen a actuar de oficio pidiendo bozal legal para la vida de las niñas. Paradójicamente en Tucumán, por ejemplo, en el caso que se hizo público la semana pasada hay un Defensor Oficial que interviene y no parece conmoverse por la obscena violación diaria de la intimidad de una niña de 11 años.

Entonces, la viola un violador y la vuelven a «violar» desde el periodismo que re-victimiza, el personal de la Salud que revela datos a la prensa y los operadores del Derecho que callan esas múltiples violaciones. Es muy lamentable.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

 

 

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