Organizaciones internacionales de derechos humanos y medio ambiente pidieron la exclusión de la minera Vale SA del Pacto Global de la ONU

 

Organizaciones globales de Medio Ambiente y Derechos Humanos fundamentaron que la compañía Vale SA debe ser excluida del Pacto Global de las Naciones Unidas tras la ruptura de la represa en Brumadinho el 25 de enero, que dejó más de 167 muertos.

La denuncia apunta que la minera Vale falló al no evaluar adecuadamente los riesgos, al dejar de tomar medidas preventivas y de mitigación, y al no adoptar medidas que eviten la repetición de un desastre como el de Mariana en 2015.

 

De acuerdo con las organizaciones, en el rompimiento de la represa de los desechos tóxicos de la mina de Corriente del Frijol, en Brumandinho, Minas Gerais, se identifica «seria violación de derechos humanos» y «graves daños ambientales» por la empresa minera, lo que hiere los principios del Pacto Global, una red de responsabilidad corporativa que engloba a más de 9 mil empresas mundiales.

 

Las más de 15 organizaciones que firman el texto también señalaron a Vale como “violadora persistente” de los derechos humanos, citando el caso de la ruptura de la represa de Samarco, una empresa conjunta de Vale y la australiana BHP Billiton, en Mariana en 2015.

«La ruptura de la represa de Brumadinho sólo tres años después del desastre de Mariana demuestra que hubo una falla sistémica de las políticas y procedimientos de la Vale en la prevención de catástrofes socioambientales», afirmó el coordinador de Desarrollo y Derechos Socioambientales de Conectas Derechos Humanos, Caio Borges.

 

De acuerdo con las organizaciones, se trata de un «caso sin precedentes de mala conducta corporativa» y el peor accidente laboral de la historia de Brasil.

 

«Esa manera de conducir negocios viola los principios del Pacto Global de las Naciones Unidas y los estándares internacionales de sostenibilidad. La exclusión de la Vale del Pacto Global de la ONU sería una señal de que habrá consecuencias para empresas que cometen violaciones», explicó Borges.

 

Las entidades piden, en el caso de que la Vale no sea excluida, que el consejo del pacto suspenda la empresa por lo menos 12 meses y que sea exigido en este período que la minera presente informes periódicos sobre el progreso de las medidas de remediación y que adopte garantías de que no habrá otro desastre similar.

 

El Pacto Global es una iniciativa de carácter voluntario, en la que la empresa se compromete a implementar principios de sostenibilidad y en consonancia con las metas de las Naciones Unidas para ser incluida en la lista de empresas participantes.

El viernes, la operadora de bolsa de Sao Paulo, B3 anunció que excluirá la acción de la Vale del ISE, el índice de sostenibilidad de la bolsa, a partir de este martes.

 

Vale S.A. es la tercera minera más grande del mundo y está presente en 30 países. Actualmente está a cargo de 600 embalses en Brasil y al menos unas 19 represas como las de Brumadinho están en riesgo de rompimiento: 14 de éstas se ubican también en Minas Gerais.

 

Vale fue fundada en 1942 como Compañia Vale do Rio Doce dedicada a la extracción de hierro, cobre, níquel y oro; sus ganancias iban al tesoro público del Gobierno Federal de Brasil. Responsable del 80% de las exportaciones de hierro nacional, en 1997 fue privatizada por el expresidente Fernando Henrique Cardoso.

 

La Iglesia también condena responsabilidad de Vale

“No hubo ningún incidente en Minas Gerais. Hubo un delito ambiental y un homicidio colectivo”. Es la declaración de monseñor Joaquim Mol Guimarães, obispo auxiliar de Belo Horizonte y rector de la Universidad Pontificia de Minas Gerais, al sur de Brasil, publicada en un artículo enviado a la Agencia Fides.

 

El prelado hace referencia a la ruptura de la presa por los residuos de la mina Brumadinho, de la multinacional brasileña Vale, ante los daños causados por el colapso de la minera y desastre provocado con terribles consecuencias.

«Minas ve la aniquilación de sus ríos, lagos, tierras cultivables, comunidades y culturas. Los crímenes se cometen contra la vida, contra el medio ambiente y contra el derecho a vivir en comunidad y en familia”, asegura el obispo.

 

En su artículo titulado «Compañías mineras culpables de injusticia humana», evoca el mensaje de la Laudato Si, y subraya: “lo que ha dejado al hombre para prosperar, tener una vida plena y transmitirlo a las generaciones futuras, puede ser destruido en poco tiempo por la acción, irrevocablemente especulativa y criminal de las empresas mineras”.

 

«En la búsqueda de un beneficio exorbitante, bajo el criterio único de sus acciones que comportan pocas ventajas para la sociedad; las empresas del sector optan conscientemente por modelos extractivos perjudiciales para el medio y para la vida humana que se concentran cada vez más en manos de muy pocas personas dejando a los trabajadores en la pobreza y exponiéndolos al riesgo de la vida», asegura Mons. Mol.

 

Por último, el obispo auxiliar de Belo Horizonte pide que todos los responsables paguen por el delito cometido: “No podemos permitir que las cosas sigan así”, añade el prelado pidiendo el apoyo de personas, organizaciones e instituciones para levantarse contra este modelo de negocios inadmisibles y profundamente injusto que representan, como dice el Papa Francisco; «una economía que mata».

“Necesitamos más que nunca de un debate que una a todos en la búsqueda de respuestas al desafío ambiental, que exige respeto y tiene un impacto en todos nosotros”, concluyó.

 

Fuente: Reuters Brasil y Vaticano Noticias 

 

 

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