El gesto de Talleres con San Pablo y los tres regalos que dejó en el vestuario

Talleres de Córdoba está decidido a hacer historia en la Copa Libertadores. Solo le queda un paso para acceder a la etapa de grupos: deberá eliminar a Palestino de Chile para ingresar al máximo torneo de América del Sur. Pero mientras tanto, la entidad cordobesa no olvida gestos que tienen que ver con la caballerosidad deportiva y la buena relación entre instituciones.

Después de defender la victoria por 2 a 0 conseguida en Córdoba y aguantar el empate 0 a 0 como visitante, la T se volvió al país con una sonrisa al eliminar a San Pablo. Pero antes de abandonar el estadio Morumbí registró una saludable huella al dejar el vestuario impecable, «a la japonesa». Recordó a los hinchas orientales del Mundial de Rusia 2018, que antes de irse de los estadios limpiaban las butacas que habían ocupado y dejaban el sector impoluto, libre de residuos.

Además, en una silla, la delegación cordobesa dejó un mensaje en un cartel que decía: «Sao Paulo, muchas gracias. Compartimos el desafío de continuar y crecer. Talleres de Argentina», acompañado de un mate, una revista y un libro de la T que conmemora los 100 años de la institución.

Más allá de la violencia que sufrieron los jugadores de Talleres dentro del campo de juego, y que no fue debidamente controlada por el árbitro, la experiencia de la entidad cordobesa en San Pablo fue óptima, con cerca de 3500 hinchas que coparon las tribunas del Morumbí y el pasaje para la siguiente fase del repechaje de la Copa Libertadores.

 

(LaNación)

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