La utilización de crema dental con flúor en niños puede dañarles los dientes

 

Un informe realizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos concluyó en que cerca del 40% de los nenes de entre 3 y 6 años se cepillan los dientes con mucha más pasta dental que la apropiada para esa edad, conviertiéndose en un boomerang: muchos adultos creen que cuanto más pastita usen los chicos, más limpios y cuidados estarán sus dientes, y en realidad este tipo de exceso puede derivar en un trastorno conocido como “flourosis dental”.

 

Como en esa etapa de la vida comienzan a salir los dientes que serán definitivos, que terminen tragando tanta cantidad de flúor puede provocar la decoloración de los dientes, algo que suele verse como algunas rayitas blancas en los dientes de los niños (sólo afecta a algunos dientes puntualmente y no a toda la dentadura).

 

De acuerdo con el propio Centro para Control y Prevención de las Enfermedades, que hizo el trabajo, como para la Asociación Dental Estadounidense, la “porción” de pasta como cada lavado no puede superar el tamaño de una arveja. Y si los pequeños tienen menos de 3 años, la dosis debe ser similar a un grano de arroz.

 

El relevamiento fue realizado entre 1700 chicos de entre 3 y 6 años y concluyó que el 38% utiliza una cantidad mayor de dentífrico a la indicada por los odontólogos. Lógicamente, los más pequeños son mucho más sensibles a padecer fluorosis, entre otras cosas porque no tienen la misma capacidad que los más grandes para escupir la pasta que les queda en la boca al cepillarse. ¿Por qué no es un problema para los adultos? Porque el daño de este trastorno se genera cuando los dientes de los nenes se están desarrollando debajo de las encías; cuando estos ya aparecieron dejan de correr riesgo.

 

Según lo explicado por el odontólogo pediátrico Jonathan Shenkin, miembro de la Asociación Dental Estadounidense, el inconveniente pasa principalmente porque los adultos no comprenden las pautas básicas de aplicación. “Los padres tienden a recibir consejos contradictorios sobre la cantidad de pasta dental que deberían usar para sus hijos, como así también si los niños pequeños deberían utilizar o no pasta dental con flúor. Los grandes se confunden con los mensajes de los odontólogos pediatras en internet”, afirmó el especialista.

 

En 2014, la Asociación modificó sus pautas y recomendó que los niños se cepillen dos veces al día y con una mínima cantidad de pasta con flúor, luego de que aparezca el primer diente. La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica hizo la misma recomendación. Sin embargo, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades se mantiene en que hay que aguardar a que los chicos tengan dos años para aplicarle pasta con flúor.

 

“El problema ocurre porque muchas veces los padres no están presentes en el momento en que los hijos ponen pasta en su cepillo y se lavan los dientes”, apunta Alene D’Alesio, jefa de odontología pediátrica en el Hospital de Niños de Pittsburgh, quien aconseja que la edad a partir de la cual los padres deberían dejar a sus hijos solos cuando se cepillan los dientes, es recién a los 6 años. Incluso, va por más y sugiere que si les pueden hacer compañía en ese momento hasta que tengan 8 años, mejor.

 

Otro dato importante que arrojó este trabajo de investigación fue que casi el 80% de los niños comenzó a cepillarse más tarde de lo esperable y en esto hay una coincidencia: los padres deben comenzar a cepillar los dientes de sus hijos cuando aparece el primer dientito, algo que puede llegar a suceder a los 6 meses. Pero apenas un poco más del 20% de los padres reportaron que sus hijos comenzaron a cepillarse los dientes antes de cumplir un año.

 

“El mensaje final -añade la doctora Shenkin- es que los papás no deben dejar de usar pasta dental con flúor, pero tienen que hacerlo en la cantidad adecuada”.

 

El problema es que al tragar flúor puede generarse un trastorno llamado “fluorosis dental”, que sólo ataca a los dientes que se están desarrollando en las encías. Por eso los adultos ya no tendrán ese inconveniente.

 

La recomendación es que, si se trata de un menor de 3 años, la pasta que va en el cepillo debe ser del tamaño de un grano de arroz; si tiene entre 3 y 6, del tamaño de una arveja.

 

Fuente: La Mañana de Neuquén

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