Hace unos pocos días se conoció que está circulando una engañosa versión premium de la aplicación llamada por los estafadores como “WhatsApp Gold”. Este malware al ser instalado en los dispositivos móviles se encarga de robar información, suscribir a servicios falsos y sustraer datos confidenciales.
Si bien rápidamente se difundió la amenaza en casi todos los medios, aún nos quedan algunos interrogantes como: ¿Qué información estamos exponiendo al compartir contenido en la aplicación?¿Y, son los grupos de WhatsApp del trabajo una buena idea para compartir información?
Hoy en día, ingresar a una empresa es también ingresar a, por lo menos, un grupo en WhatsApp. Es conocido que empleados utilicen la aplicación de mensajería para recordatorios de reuniones importantes, compartir fotos y videos tomados en el interior de la empresa e inclusive divulgar información sensible.
Según una encuesta online realizada por el Mejor Trato.com.ar a 900 empleados de todo el país, el 62% de ellos reconoce que ha compartido fotos, indicadores u otros datos sensibles en grupos. Reconociendo además que esta información llegada a manos de la competencia podría afectar directamente la competitividad de la empresa en la que trabaja.
La mayoría indica que los grupos facilitan la comunicación interna y son “cómodos” a la hora de interactuar con los demás miembros. El 42% asegura que usa WhatsApp para dar aviso al equipo o su supervisor el estado de avance en alguna tarea y el 56% asegura que comparte fotos de reparaciones u productos por medio de la aplicación. Mientras que solo el 12% usa la aplicación para hacer video llamadas corporativas.
Desde el punto de vista legal, ya en 2015 se empezó a hablar de que las conversaciones en la aplicación de mensajería pueden ser equiparadas a emails corporativos. En algunos casos puntuales fueron utilizadas como pruebas en contra empleadores en condenas de la justicia laboral. Las conversaciones fuera del horario laboral son frecuentemente implicadas en litigios por horas extras, y el uso excesivo de la aplicación puede ser considerado como justa causa en un eventual despido.
En este sentido, el abogado Fernando Tomeo sostiene que, si bien «no tenemos en la Argentina una ley especial que fije reglas claras en materia de valor probatorio de documentos digitales o prueba digital específica», a su entender “el mensaje de WhatsApp, un tuit o una publicación en Facebook constituyen una declaración, la expresión de una idea o una exteriorización de voluntad y, en tal sentido, obligan a su autor civil y penalmente».
Por su parte, WhatsApp ha tomado nota de esta situación y lanzado “WhatsAppBusiness”. Esta versión oficial de la aplicación, que a simple vista luce igual que la tradicional, facilita la comunicación interna y externa de la empresa. Pero, a pesar que el gigante de la tecnología ha añadido opciones para automatizar mensajes, algunos datos estadísticos, e información empresarial en el perfil; nada se menciona sobre recomendaciones a la hora de compartir datos o formas seguras de difundir información confidencial puertas adentro de la empresa.
Habrá que esperar a que algún competidor proponga una solución más enfocada en resolver este problema puntual. Hasta ello, los expertos recomiendan la regla básica de separar las conversaciones privadas de las corporativas. Y no olvidar nunca, que todo lo que se diga en WhatsApp podrá ser usado en su contra.
WhatsApp: un error permite recuperar mensajes eliminados
Estrés laboral: cómo bloquear a tu jefe del WhatsApp cuando salís del trabajo
