Cómo «sobrevivió» el femicida de la Catedral de Bariloche a los tres días de fuga en la montaña

Mariano Cordi fusiló el martes a Valeria Coppa a la vista de todos. La Policía lo ubicó cuatro días después en el cerro Carbón. Los pasos de la búsqueda.

Cuando la Policía lo encontró en la montaña, Mariano Cordi no se parecía en nada al hombre de la foto que circuló por las redes sociales ni bien mató a su expareja, Valeria Coppa, en la plaza de la Catedral de Bariloche. Estaba consumido, deshidratado, con la barba crecida y los pantalones sueltos. Ahora, en buen estado en el hospital, la fiscal Betiana Cendón le notificó la imputación por femicidio.

Los investigadores fueron siguiendo elemento tras elemento dejado en el camino por Cordi durante su huida por la montaña. Primero fue una mochila, en la que llevaba su DNI y carnet de conducir. Más adelante, un arma de fabricación casera. Y unos metros más, el pantalón y las zapatillas. Los detectives lo sabían: estaban muy cerca del femicida.

 Sin embargo, unas horas después, al encontrar manchas de sangre en el cerro Carbón, a pocos kilómetros de San Carlos de Bariloche, supusieron que estaba muerto. Algunos medios, incluso, lo informaron. Cordi estaba débil, pero vivo. Los investigadores, finalmente, lo encontraron gracias al olfato de los perros rastreadores de personas.

«¡Agua, agua!», fue lo primero que pidió. No dijo mucho más ante la presencia de la fiscal, los policías y los médicos. Los rescatistas lo trasladaron 300 metros en camilla hasta el helicóptero, custodiado siempre por policías, y lo llevaron hasta la costa del lago Nahuel Huapi. Allí lo pasaron a una ambulancia que, a su vez escoltada por dos patrulleros, lo ingresaron al hospital zonal Ramón Carrillo.

En paralelo, las fuerzas de seguridad allanaron la casa de Cordi en Bariloche: allí secuestraron armas y bombas caseras, según informó el procurador general de Río Negro, Jorge Crespo, en TN. «No era un prófugo común. Era alguien que merecía una atención especial. Hacía armas, bombas y estallidos. El arma homicida también era casera y por eso los testigos no escucharon la detonación», agregó.

De esta manera, tras casi cuatro días de búsqueda, los investigadores atraparon a Cordi. El martes, a la vista de todos en la plaza de la Catedral, había mato de un disparo en la cabeza a Valeria. Marianela Ubilla, mamá de la víctima, lanzó: «Hubiera preferido que se matara». Una vez que reciba el alta médico, Cordi será detenido de manera preventiva. La Policía custodia la sala del hospital.

(TN) A.C

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