Se dedican a parquizado, desmalezamientos, poda y pintura, cuentan con el marco legal para ser contratadas por entidades públicas, privadas y particulares. Actualmente son 150 mujeres y solo 70 tienen trabajo.
Misioneritas Limitadas es una cooperativa compuesta por víctimas de violencia de género que se dedican a brindar servicios de parquizado, desmalezamiento, poda, pintura y mantenimiento de terrenos en diferentes puntos de Posadas. Actualmente la componen 150 mujeres pero solo 70 brindan servicios a IPRODHA y Yacyretá y otras 80 esperan conseguir trabajo y así lograr la independencia económica necesaria para salir de situaciones de maltrato.
«El trabajo dignifica» es la frase que más se escucha entre las integrantes, es que muchas veces soportaron hechos de violencia verbal, física, psicológica y no contaban con los recursos económicos necesarios para dejar de depender de aquellos hombres que las sometían. Hoy pueden salir a la calle, tomar una máquina de cortar el pasto, un rastrillo, una carretilla y hacerse valer por ellas mismas para llevar alimento a sus hijos.
La cooperativa a cargo de Mirta Martinez cuenta con el marco legal para contrataciones de entidades privadas, públicas y particulares y con un plantel de 80 mujeres que esperan conseguir trabajo. El teléfono de contacto es el (0376) 154682699. Si bien esta cantidad de mujeres actualmente no desempeña labores dentro de la cooperativa, le brindan contención emocional entre el mismo grupo dado que no cuentan con psicólogos profesionales para ello.
Dámaris de apenas 19 años y sufrió el maltrato psicológico y físico del padre de sus 2 hijos durante 4 años, «él me decía que mi familia no me quería, que yo estaba sola y mi autoestima baja no ayudaba, así que me aferraba a la única persona que yo pensaba que tenía que era él. Se enojaba porque yo no hacia lo que él quería, la primera vez que me pegó fue porque yo me quería quedar en una plaza» contó la jóven.
El grupo cuenta con una colaboradora que se encarga de la contención psicológica y ayuda a las víctimas a efectuar las denuncias. Victoria explica que si bien ella oficia de psicóloga del grupo, necesitan de contención profesional tanto en el área de salud y educación sexual como en el área terapéutica. «También tenemos el proyecto de crear una casa refugio porque es difícil salir porque a veces no tienen adónde ir» contó Victoria.
«No hace falta aguantar a un tipo golpeador, tenemos nuestras propias herramientas para defendernos y salir adelante. Yo trato de decirle «si vos podés salir sola, podés salir a trabajar, tenés dos manos y dos piernas para defenderte», mas ahora que podes dejar a los chicos en la guardería. Nosotras somos la prueba de que podemos salir adelante sin tener que soportar estas situaciones en nuestra propia casa», contó Andrea de 43 años quien convivió por muchos años con un esposo alcohólico hasta que logró independencia económica para poder salir del calvario.
(J.P)
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