Científicos de la Universidad Queen Mary afirman que los cigarrillos electrónicos son casi dos veces más efectivos que cualquier otro tratamiento de reemplazo de nicotina (parches o chicles, por ejemplo).
El trabajo reunió datos de 900 fumadores que, además, recibieron apoyo psicológico para modificar su conducta adictiva y los resultados fueron más que alentadores: al cabo de un año, el 18% ya no fumaba (casi el doble en comparación del 9,9% de los usaron otras terapias). Este fue el primer ensayo que pudo probar en concreto la eficacia de este método electrónico.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Excelencia en Salud de Reino Unido, que ya en sus guías médicas aconseja el uso de los cigarrillos electrónicos para quienes intentan dejar de fumar.
Pero, hasta ahora, la mayoría de las evidencias venían mostrando que no sólo no ayudaban demasiado a dejar de fumar, sino que se presentaban como un puntapié inicial al consumo de tabaco entre los jóvenes.
El objetivo de los científicos no fue determinar si son una puerta de entrada al tabaco, sino que ver si, hoy por hoy, representan un mejor método antinicotina para los fumadores.
Fuente: La Mañana de Neuquén
CM