Venezolanos exiliados en Misiones: el drama de marcharse en búsqueda de oportunidades

La angustiante situación de los venezolanos que se marchan al exilio, dejando atrás sus familias, sus trabajos y toda una vida en pos de un futuro mejor para ellos y sus hijos. América Latina los recibe en todos sus puntos cardinales y Misiones no es la excepción.

 

Adriani Gómez y Gabriela Laurenat

 

Mientras las calles de Caracas se manchan con la sangre de los manifestantes, el mundo entero se mantiene en vilo por la situación política del país petrolero. El presidente electo, Nicolás Maduro, se aferra al poder mientras que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guadió, oficia de mandatario nacional autoproclamado. En el medio de esta crisis de representación se encuentran los venezolanos, que huyen del incierto escenario que ofrece su país.

 

Adriani Gómez y Gabriela Laurenat son una pareja que escapó en aras de empezar una nueva vida en Misiones. Dejaron atrás sus profesiones – él gerenciador del Sistema de Orquesta de Venezuela y ella psicóloga – para en el 2017 llegar a la Provincia en la que residen hasta la actualidad juntos a sus dos hijos.

Adriani y Gabriela en Radio Libertad

 

La situación de la pareja es la misma que – según datos oficiales – atraviesan otros cinco millones de venezolanos que emigraron al exterior. Adriani explica “los que nos hemos ido somos los que nos ha afectado muchísimo la crisis, porque éramos parte de la clase media, con estudios y que pretendíamos avanzar con nuestro esfuerzo”.

 

La crisis que atraviesa el país caribeño se ha acentuado en los últimos tres años, en los que el bolívar se ha devaluado de manera desmedida. Ésto sumado a que la producción de elementos de la canasta básica es casi nula y el país debe optar por importar desde lo más elemental, derivó en que los alimentos se vendan a cifras exorbitantes.

 

Durante el último periodo de Chávez, el dólar paralelo cotizaba a cinco bolívares por dólar, ahora eso varió de cinco a casi tres millones. Por eso en los últimos tres años es cuando más se ha agudizado la crisis” comenta Adriani.

 

En Venezuela no se produce casi nada. Los productos que se consumen ingresan a través de importaciones, desde el arroz hasta el papel higiénico, el problema que todos esos elementos se venden a precio de dólar y con una moneda tan devaluada resulta sumamente caro adquirirlos” agregó.

 

Sin embargo esta situación no afecta a todos por igual, ya que en palabras de Andriani Gómez “hay una realidad paralela en Venezuela. Una parte de la sociedad vive en una burbuja, sin pasar necesidades y otra parte sinceramente no tiene nada para comer”.

 

No obstante no todos los venezolanos se marchan del país, Gabriela Laurenat apunta a que “hay una parte de ayuda social que el Gobierno ofrece a través de viviendas y alimento. Esto no alcanza, pero la gente tiene esperanzas de que la situación se revierta. Sí hay mucha gente de estratos sociales más bajos que no han estudiado y por eso no pueden irse o tienen miedo de irse a un lugar en el que no tienen asegurado un techo o comida”.

 

La República Bolivariana se encuentra en una encrucijada y con la atención de la comunidad internacional. Por lo pronto no pareciera haber una salida ideal a este conflicto social que atraviesa el país, sin embargo y pese a vivir en el exilio, Adreani apuesta a la autodeterminación de su pueblo, “este es un problema de los venezolanos y debemos resolverlo los venezolanos” concluyó.

 

DL/EP

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