La empresa admitió que la rotura este viernes de una represa en la que almacenaba residuos minerales pudo dejar víctimas en el área administrativa de una de sus plantas.
La minera brasileña Vale, mayor productora y exportadora mundial de hierro, admitió que la rotura este viernes de una represa en la que almacenaba residuos minerales pudo causar víctimas en el área administrativa de una de sus plantas.
«Había empleados en el área administrativa, que fue afectada por los residuos, indicando la posibilidad, aún no confirmada, de víctimas», informó el gigante minero en un comunicado.
La compañía dijo que el mar de lodo también alcanzó algunas viviendas de la comunidad Vila Ferteco.
Una de las represas de la Vale en la jurisdicción de Brumadinho, en el municipio del estado de Minas Gerais (sudeste), se rompió este viernes y un río de lama destruyó diversas casas próximas a un poblado próximo, pero las autoridades aún no han confirmado hasta ahora si el vertido causó víctimas.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos, dos mujeres fueron atendidas en un puesto de salud por heridas causadas por el vertido pero su estado es estable.
Vale afirmó que activó su plan de emergencias para atender accidentes de este tipo y que aún no hay confirmación sobre las causas del suceso.
Por su parte, el portavoz del Gobierno de Brasil, Otavio Rego Barros, anunció la creación de un gabinete de crisis y anunció que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tiene intención de visitar el lugar de los hechos el sábado.
El incidente se produjo tres años después de que la ruptura de los diques de Samarco, una minera en la que Vale tiene participación, provocara la mayor catástrofe ambiental de Brasil, que causó 19 muertos por un vertido de residuos minerales.
Entonces se generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua.
La catástrofe causó 19 muertos, la mayoría en la propia mina, en la localidad de Bento Rodrigues, que desapareció del mapa, provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce y arrasó otras localidades pertenecientes al municipio de Mariana, también en Minas Gerais.
(Fuente: El Diario)
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