Reflexión del Pastor David Decena: el ABC de lo imposible

 

Necesitamos levantarnos como modelos para la sociedad, la familia, y la generación que nos observa, con la certeza que lo único que nos distingue del resto es poder vivir lo que humanamente no es posible de ser vivido. La iglesia no es más que un club social si todo lo que hacemos y vivimos, podría ser hecho y vivido de manera natural, sin la necesidad del Espíritu Santo. Necesitamos volvernos modelos de la fe para ser imitables. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios sobre el ABC de lo imposible.

 

  1. MODELOS DE FE.

Los seres humanos no necesitamos tanto que nos digan qué hacer, sino que nos muestren cómo hacerlo. La ausencia de modelos en la familia, en el trabajo, en los centros educativos, en la iglesia, y en la sociedad, es un problema que no figura en las estadísticas y nos está llevando a la decadencia. Lo bueno es saber que todos podemos constituirnos en un modelo a seguir imitando a Jesús. Solo debemos volvernos conscientes de que cada decisión que tomamos no solo nos afecta a nosotros, sino a quienes nos rodean y a las generaciones que vendrán. Que podamos decir, con plena seguridad interior, cómo el querido apóstol Pablo: “Imítenme a mi, cómo yo imito a Cristo.” (1 Corintios 11:1)

Necesitamos levantarnos como modelos para la sociedad, la familia, y la generación que nos observa. Con la certeza que lo único que nos distingue del resto es poder vivir lo que humanamente no es posible de ser vivido. La iglesia no es más que un club social si todo lo que hacemos y vivimos, podría ser hecho y vivido de manera natural, sin la necesidad del Espíritu Santo. Necesitamos volvernos modelos de la fe para ser imitables. Que nuestro caminar sea un faro, así todos verán los frutos, y querrán venir corriendo a Jesús.

¿Qué es lo imposible?

Es todo aquello que sólo Dios puede hacer. Humanamente no podríamos hacerlo. Lo imposible es todo aquello que sólo puede ser gestado por la fe.

  1. El ABC DE LO IMPOSIBLE.
  2. AMA LO IMPOSIBLE.

La expresión del deseo de experimentar lo sobrenatural diariamente debe poseernos. Que este año podamos lo sobrenatural primeramente desde lo profundo. “Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.”(Salmo 51:6 NVI)

Este principio nos sirve para todo en la vida cristiana. Nos hace entender que las verdades que mantengamos en lo más íntimo de nuestro ser, nos darán la sabiduría para caminar en lo que desatan. En otras palabras, amar es desear profundamente eso que amamos. La única manera de caminar viendo cómo lo imposible se hace real es amando lo sobrenatural.

¿Los deseos que tenemos en lo profundo de nuestro corazón nos desafían a depender de nuestro Padre? Porque si todos nuestros sueños y deseos, en los que meditamos constantemente, no necesitan de Él para ser cumplidos quizás estamos amando lo incorrecto.

Amar lo imposible es amar la hacedor de lo imposible. Es desear continuamente su intervención sobrenatural para que se vean suplidas las necesidades de Su corazón. ¿Por qué de Su corazón? Porque sus nosotros vivimos sobre al tierra para cumplir los sueños y los planes de Dios. Los que Él puso en nosotros, y en la gente que nos rodea.

Jesús vivía con ese deseo de ver lo imposible. Por eso un día, un hombre con lepra le dijo:

“—Señor, si quieres, puedes limpiarme —le dijo. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra.” (Mateo 8:2-3 NVI)

Creo que Jesús le quiso decir: ¡Siempre quiero, porque ese es el deseo del Padre, y yo amo lo que Él ama!

Que podamos desear siempre lo que Dios desea, y amar siempre lo que Dios ama. Él ama irrumpir de manera sobrenatural, así que amamos lo mismo.

  1. BUSCA LO IMPOSIBLE.

Nuestra intención de vivir lo sobrenatural se debe expresar en la vida de buscadores incansables de esto. No solo debe reflejarse en nuestros deseos. También debe verse en nuestras acciones. Jesús mismo dijo:

“»Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá. Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.”(Mateo 7:7-8 NTV)

Empezando por nuestra búsqueda espiritual. El fervor de nuestra oración debe ser un clamar que no conozca límites. Nuestra oración debe provocar a Dios, y debe movilizarlo. Que cada día nos pueda encontrar en una búsqueda continua que nazca de lo profundo de nuestro ser interior, para que lo sobrenatural acontezca.

Es necesario que nos carguemos con la necesidad que esta en el corazón del Padre, y busquemos de todas las formas posibles la intervención de Dios en ese ámbito.

La fuerza para buscar lo imposible va a ser querer responder a cualquier necesidad que nazca del corazón del Padre. Si sabemos lo que Dios desea realizar, y nos alineamos a ellos, podremos buscar Su intervención con la certeza de que Él va a actuar.

-Este principio también se encuentra sustentado en que si no podemos hacer lo posible, jamás viviremos lo imposible. Cuando Santiago hablo acerca de la fe y las obras dejo claro esto: “Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.”(Santiago 2:17 NVI)

Si vemos todos los milagros y sanidades del ministerio de Jesús, cada uno de ellos involucró una acción. O de parte de Jesús (una orden, un toque, una palabra), o de la persona que tenía la necesidad.

III. CULTIVA LO IMPOSIBLE.

Cultivar se define como la acción de hacer en la tierra las labores agrícolas necesarias para plantar en ella plantas y semillas o para cuidar lo plantado y obtener frutos de ello.

Jesús dijo que se nos va a conocer por los frutos que tengamos:

“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán.”(Mateo 7:16-20 NVI)

Para que un árbol de determinado fruto debemos realizar el trabajo de cultivar como dicha planta lo necesita. Es la manera en la que cultivamos eso que un día fue una semilla lo que determina que un día gocemos de los frutos esperados. Si descuidamos la tarea de cultivar, también podemos esperar que los frutos no sean los deseados.

Cultivar lo imposible es llevar adelante el proceso que Jesús describió con la semilla de mostaza:

“Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas».” (Mateo 13:31-32 NVI)

¿Cómo el Reino va a llenar la tierra si no estamos trabajando en el cultivo? Su Reino llena la tierra, cuando lo imposible es lo normal. Y esa realidad sobrenatural interviene en cada ámbito para establecer su gobierno, y hacer que todo sea reconciliado con Cristo. El cielo en la tierra es eso. Por eso necesitamos cultivar lo imposible. Como una planta, lo sobrenatural depende de algunos factores:

  1. a) El ambiente: Para cultivar lo imposible necesitamos estar rodeados de gente que tenga hambre por lo mismo. Hablo de la gente que tiene influencia sobre nosotros. Estar rodeado de gente de fe es estar expuesto al ambiente perfecto para el desarrollo de lo sobrenatural.
  2. b) El alimento: La planta obtiene su alimento mediante el proceso que se conoce como fotosíntesis. En donde el sol, el agua, los minerales de la tierra y el dióxido de carbono, son fundamentales.

Así también, debemos cultivar lo imposible exponiéndonos a la luz de Dios. Su luz expone lo que debe ser cambiado, pero también nos empapa de su santidad. Alimentémonos de la santidad de Dios. Porque Su santidad es el sustento de lo sobrenatural.

Debemos cultivar lo imposible regando esta semilla con las aguas del Espíritu. Eso implica estar en el Espíritu constantemente. Depender de Él y de su dirección para nuestras vidas.

Los minerales son los principios y revelaciones que vienen de la Palabra de Dios. Comamos de ella constantemente, porque nos dará el cimiento sobre el que Dios desarrollará todo lo demás.

Además, el dióxido de carbono es como la función que un testimonio tiene para nuestras vidas. Consumir lo que Dios hizo y está haciendo inflama nuestro vientre de fe, para ver nacer un milagro en una imposibilidad. Consumamos testimonios y compartamos testimonios. Para que Dios sea glorificado, y nuestra fe alimentada.

  1. c) La poda: Por último, en toda plantación que da los frutos que se esperan, hay un momento de poda. En nosotros también. Constantemente deberíamos revisar si no hay algo en nuestras vidas que está impidiendo la manifestación sobrenatural de Dios que debe ser tirado. No tengamos miedo al cambio. No tengamos miedo a cortar con lo que debamos cortar. El temor que enfrentemos hoy será una puerta abierta para el milagro del mañana.

-Si no podemos entender que el mundo es chico, la vida es corta, y nuestras decisiones tienen la posibilidad de ser trascendentes, jamás tendremos nuestra mente alineada para caminar viendo la gloria de Dios.

 

Que Dios te bendiga y tengas una semana de completa victoria!

 

Pastor David Decena- Centro Familiar Cristiano Eldorado

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