Por primera vez desde 1989, el espectáculo se verá privado de un presentador que garantice la transición entre la entrega de estatuillas y las intervenciones humorísticas.
Según algunos profesionales, pese al descontento del público que esto puede generar en el público, se trata de una buena noticia.
«No hay mal que por bien no venga porque la gente ha estado diciendo desde hace años que ese formato -el mismo desde 1953- necesitaba un cambio y están tratando de reducir la duración» de la velada, dijo Tim Gray, especialista en los premios de la academia de la revista Variety, a la AFP.
«Personalmente, yo pienso que es una idea genial que no haya presentador», indicó.
La última ceremonia organizada sin presentador, en 1989, queda en la memoria de Hollywood como una de las más vergonzosas de la historia, por el largo acto de apertura arruinado por una infame actuación de Rob Lowe y… Blancanieves.
A principios de diciembre, dos días después del anuncio de que sería el presentador de la ceremonia de entrega del Óscar en febrero, Kevin Hart renunció repentinamente luego de que salieran nuevamente a luz unos antiguos tuits en los que se burlaba de los homosexuales.
En un video posteado en redes sociales, el actor estadounidense de 39 años dijo que había «respondido varias veces a este asunto» y prefería retirarse de la ceremonia en lugar de dar disculpas. Sin embargo, luego expresó pesar por sus «palabras poco apropiadas», en un mensaje dirigido a la «comunidad LGBTQ».
Contactada por AFP, la Academia se negó a hacer comentarios. Pero según muchos sitios web y revistas especializadas, las estrellas se sucederán unas a otras para presentar cada una de las 24 categorías. «Los Óscar tuvieron varios presentadores en las décadas de 1970 y 1980, y la transmisión televisiva funcionó muy bien», dijo Dave Karger, corresponsal del sitio de IMDb.
Fuente Ámbito
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