#DeVueltaAlCole: ¿Cuál es el estado nutricional de los niños y niñas de Misiones?

La Vicepresidente del Colegio de Nutricionistas de Misiones, Maria Laura Tschopp brinda un análisis de las oportunidades y desafíos alimenticios de los menores de la provincia, estando prontos a iniciar la campaña escolar.

Jugos azucarados, golosinas y más son solo algunos de los errores que comenten los padres a la hora de preparara la vianda escolar, creando en sus hijos hábitos que los condicionen a llevar una mala alimentación. Esta situación se repite a gran escala.

Según Maria Laura Tschopp, Licenciada en nutrición y vicepresidente del Colegio de Nutricionistas de la provincia con Matrícula Profesional 101, sostiene que, aunque no existen cifras actualizadas, la última encuesta data del 2007 y revelaba que los principales problemas radicaban en niños y adolescentes con déficit alimentario, pero que en estos años se ha visto que el problema ha evolucionado a altas dosis de obesidad, anemia oculta, sobrepeso, entre otros.

Estas enfermedades, según la especialista, desencadenan otras cuyos efectos pueden ser mortales. Por ejemplo, colesterol alto, diabetes tipo 1 (que es lo que casualmente surge) que es con insulino dependencia, hipertensión arterial, etcétera.

Para la nutricionista especializada en deportes, los problemas alimenticios de nuestros niños inician desde los seis meses. “Desde la alimentación complementaria a partir de los seis meses de vida es allí donde empezamos a forjar los hábitos alimentarios, ya vamos con un futuro asegurado a la desnutrición oculta y sobrepeso”, precisó.

Existe una mala creencia que comer bien, cuesta más caro que comer mal. Mejorar los hábitos implica moverse, caminar y reorganizarse.

Vianda nutritiva

La especialista sostuvo que a veces los padres por cuestiones de tiempo optan por comprar alfajores o un jugo procesado, pero que deben invertir tiempo en la preparación de los menores.

“La reeducación alimentaria que arranca con los papás(..) un sándwich de jamón queso lechuga y tomate, acostumbrarlos a tomar agua y darles el ejemplo”.

Precisó que los requerimientos energéticos dependerán de las actividades, pero en promedio los niños requieren las 1,800 y 2,200 calorías (…) lo importante es cómo distribuimos esa comida.

 

 SPM

 

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