Habló el amigo de la turista argentina que murió en Tailandia: «La familia no quiso investigar»

Damián Feijoo fue una de las últimas personas que hablaron con la mujer de 39 años. Su cuerpo fue cremado y la investigación no prosperó.

Se oyó a un hombre devastado. «Mataron una parte de mi vida», dijo a Infobae Damián Feijoo, amigo de Rocío Gómez, la turista argentina que falleció en Tailandia durante un bautismo de buceo. Fue una de las últimas personas que hablaron con Rocío. Lo hizo el sábado 15 de diciembre a través de Instagram.

«Escuché su voz por última vez. Me dijo que iba a hacer una clase de buceo en la isla Koh Tao. Después no supe más de ella», explicó el hombre de 41 años.

Se fue sola. «Era así, lo armaba y lo recorría a su manera», contó Damián en referencia al viaje que Rocío diagramó para visitar un país que no conocía. Destino lejano en el que intentó cobijarse, aislarse y desprenderse -aunque sea por algunos días- de todos los males que vivió en 2018. «Estela, su mamá, falleció y ella estaba devastada. Eran muy unidas, nunca pudo superar su partida», contó Damián.

El 17 de diciembre, dos días después del último contacto con su amigo, la mujer de 39 años se presentó en una excursión de buceo low cost que había contratado. Se trata de la escuela Pura Vida Koh Tao, con varias sedes, conocida por sus servicios con instructores que hablan español.

«Me contactó una semana más tarde un amigo de ella que estaba allá. Él la había ayudado a contratar el hostel y a reservar excursiones como estas. Me preguntó si sabía algo de Rocío y me temblaron las piernas. Le dije que no. Fue ahí cuando me contó lo peor: había llamado al hostel Savage (allí se hospedó Rocío) y le dijeron que estaba muerta. Que se ahogó en la excursión, que la trasladaron a Bangkok pero que no hubo caso. Estaba muerta», relató Damián.

Su instructor fue Nahuel Martino, oriundo de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. La única persona de su entorno que viajó tras su muerte fue Franco Cetti, ex novio de Rocío. «La familia no quiso viajar ni investigar. Ellos deberían haber pedido una autopsia para que investiguen por qué había muerto y no quisieron. A Rocío la cremaron y ya no hay nada por hacer», dijo Damián.

El hombre también enumeró los detalles que entregó la ex pareja de Rocío a su vuelta: «Al parecer, durante la primera inmersión en el mar no pasó nada. En la segunda la perdieron de vista. Estuvo varios minutos debajo del agua, no saben cuánto. Otro instructor la encontró a 7 metros de profundidad, sin la máscara y sin la boquilla. La reanimaron en el barco dos turistas que eran médicos y pasaban por allí. La trasladaron a un hospital en Bangkok, en donde permaneció durante cuatro días».

Rocío murió el 21 de diciembre. Tres días más tarde, su ex pareja y la hermana de éste viajaron a Tailandia para investigar acerca de lo ocurrido. «Compré pasaje para viajar con mi hermana sabiendo que Rocío ya tenía muerte cerebral. El día que viajábamos nos enteramos que ya había fallecido. Después de pasar por tres hospitales en Bangkok dimos con su cuerpo. Hablamos con el médico que la atendió y nos dijo que su estado era muy delicado. Presenciamos la cremación en un templo alejado en las afueras de Bangkok y nos fuimos a dejar sus cenizas en el mar de Tailandia».

«En la policía local nos informaron que Rocío había tenido problemas con la mascarilla o boquilla, no recuerdo bien. La quisieron culpar a ella de no haber respetado el protocolo. Nahuel Martino subió a la superficie con Rocío y la ayudó a corregir el problema. Con este antecedente debería haber sido todavía más cuidadoso con ella. Sigor, español, dueño de Pura Vida, nunca dio la cara. Cuando hablamos con él para decirle que íbamos a Koh Tao para hablar con él, no asistió. El 28 de diciembre voló para España para pasar las Fiestas», continuó.

Luego, en la cuenta de Victoria Cetti, su hermana, publicó: «No existe ninguna investigación en curso, y lo saben bien, desde el momento en el que familia decidió no presentar una denuncia legal contra Martino o la empresa ya sabían que esto no se iba a investigar. Si bien no éramos familia directa, fuimos ahí y demostramos muchísimo respeto e interés por ella».

Rocío murió por anoxia, es decir, la falta de oxígeno en el cerebro. Sufrió tres ataques cardíacos y convulsiones. La llevaron a la orilla, le realizaron RCP y luego la trasladaron a un hospital cercano a la isla de Samui. Luego, en un avión sanitario la llevaron a Bangkok. Dos días después decretaron su muerte cerebral», explicó Feijoo.

(Diario Veloz) A.C

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