Análisis semanal: Notables diferencias entre Nación y Misiones en un año que arranca difícil

En sendas entrevistas con radios de Córdoba y Nuquén el presidente Mauricio Macri reiteró este viernes, más allá de los números adversos de la realidad, una vez más que “este es el único camino” y aunque reiteró lo que había dicho después de la reunión del G20 que ya no hace pronósticos, sostuvo que este año bajará la inflación y crecerá la economía, subrayando que  “mi obsesión es lograr que la Argentina se ponga en marcha otra vez, que empecemos a crecer, que baje la inflación y volvamos a generar empleo y reducir la pobreza”.

 

Un día antes, se conoció el informe que elabora el Banco Central en base al Relevamiento de la Expectativas del Mercado (REM) en el que recoge las proyecciones de las consultoras privadas, en el mismo se puede ver que los analistas del mercado financiero esperan una inflación del 28,7 por ciento interanual para los próximos 12 meses y 19,9 por ciento interanual para los próximos 24 meses.

 

En tanto que los pronósticos del tipo de cambio nominal descendieron respecto a la encuesta previa y esperan que en enero de 2019 se ubique en promedio a  39,30 pesos por dólar y llegue  en diciembre de 2019 a 48,30 pesos por dólar.

 

Es de destacar y un buen ejercicio para quienes quieran bucear un poco en una simple investigación vía internet, buscar los pronósticos de los “entendidos” o consultoras privadas dirigidas por renombrados economistas publicados a fines de 2017 respecto al recientemente finalizado 2018 para ver cuán alejados estuvieron de lo que en realidad sucedió, aunque evidentemente no consideraron en sus pronósticos que podrían “pasar cosas”.

 

Más allá de pronósticos y proyecciones que, en medio de las tormentas que atraviesan los países emergentes suenan como temerarios, los números de la realidad dicen que la industria anotó en noviembre su mayor caída en el año, tras desplomarse un 13,3% interanual, con lo que acumuló una merma del 3,8% en los primeros once meses del año, según indicó en la semana el INDEC. Con esta baja, el Estimador Mensual Industrial anotó su séptima caída consecutiva, sin presentar indicios de que la situación vaya a revertirse en los próximos meses, en un marco donde continúan las restricciones de liquidez, a través de los elevados requerimientos de efectivo mínimo (encajes bancarios hoy en 45%) y de las altas tasas de las Leliq, que en noviembre cerraron al borde del 60%.

 

En noviembre, se vio un derrumbe generalizado que ratifica la profundización de la recesión, donde cayeron diez de los doce rubros relevados por el INDEC. Industria textil (-32,2% interanual) lideró las caídas, seguida por el Resto de la industria metalmecánica -no incluye a la automotriz- (-26,2%) y los productos de caucho y plástico (-17,4%), que completaron el podio. Por encima del nivel general también cerraron Edición e impresión (-16,7%) y la Industria automotriz (-14,8%). Más abajo cerraron Productos minerales no metálicos (-10,5%), Refinación del petróleo (-6,7%), Papel y cartón (-5,7%), Sustancias y productos químicos           (-5,5%) y la Industria alimenticia (-4%). Solamente finalizaron en alza Industrias metálicas básicas (+4,1%) e Industria del Tabaco (+2,2%)

 

A las cifras estimadas de inflación que prevén las consultoras privadas hacen su aporte los incrementos de tarifas anunciados por el Gobierno nacional como despedida del 2018 que abarca, sobre todo para porteños y habitantes de conurbano bonaerense o como se denomina ahora Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que abarca los servicios de agua (48,5%), gas (35%), luz (55%), transporte (38,5%), peajes (33%) y medicina prepaga (5%) que se aplicará en cuotas y de acuerdo al rubro y zona.

 

Sin embargo, hubo dos variables que en esta reducida primera semana del año dieron un respiro al equipo económico del Gobierno nacional, el nivel de Riesgo País, que es el que marca la sobretasa que debe pagar el país para endeudarse, que descendió unos 100 puntos y cerró en 730 puntos básicos y el valor del dólar que también mostró un descenso llegando casi al nuevo piso de no intervención fijado por el Banco Central cerrando el viernes a 38.42 pesos por dólar.

 

Acá también pasan cosas, pero en otro sentido

En el ámbito provincial donde las políticas misioneristas hacen hincapié en lo social se dieron varios anuncios que marcan profundas diferencias con las medidas que llevan adelante desde el Gobierno de Cambiemos en lo político y económico, desde el acuerdo salarial que incrementa en un 23 por ciento los haberes de los agentes de los tres poderes del Estado provincial a pagarse en dos tramos, hasta la decisión de absorber con fondos de las arcas provinciales un 50 por ciento del subsidio retirado por Nación sobre transporte y energía.

 

El incremento salarial del 23 por ciento que abarca también a la clase pasiva, jubilados y pensionados provinciales, se efectivizará en dos tramos, con los haberes de enero el 11,5 por ciento y con los de febrero el 11,5 por ciento restante, ratificando una vez más los resultados del permanente  dialogo con el sector gremial y los trabajadores. También se efectivizó este sábado el último tramo de mil pesos del bono de fin de año otorgado por el Gobierno provincial a los trabajadores estatales, siendo Misiones la primer provincia del país que torga un incremento salarial en el año.

 

Desde noviembre y hasta este 5 de enero de 2019, la Provincia desembolsó un total de 5.100 millones de pesos en diferentes pagos. Fue el método usado por el Gobierno para inyectar a la economía local, fondos para reactivar el consumo y sobre todo dar previsibilidad al comercio como a los empleados públicos. El pasado 29 de diciembre se acreditó el salario para la administración pública y finalmente el 5 de enero de 2019, se pagó la segunda cuota Plus del Bono.

 

Esto da previsibilidad en la fecha de pagos y tranquilidad a todos, sostienen desde el Gobierno de Hugo Passalacqua. Los pesos que ya se inyectaron y se van a volcar a los bolsillos de los empleados públicos activa el consumo local. A su vez se genera un efecto multiplicador y una cadena virtuosa.

 

El acuerdo firmado esta semana, cuando las mayoría de las provincias están en receso o de vacaciones, por el gobernador Passalacqua con 19 intendentes para subsidiar el transporte urbano e interurbano de pasajeros, busca paliar el costo del pasaje con el aporte del 50 por ciento del total quitado por Nación que, con la firma de este convenio, el Estado nacional se compromete a aportar otro 25 por ciento.

 

En el mismo encuentro con los jefes comunales, el gobernador Passalacqua anunció que el Gobierno Provincial también cubrirá 50 por ciento del subsidio quitado por Nación a la tarifa social de la energía eléctrica, medida que tendrá un costo anual para el erario misionero de 600 millones de pesos que, sumado al del transporte, suma unos 1.100 millones de pesos y abarca a un universo de beneficiarios actuales con consumos de hasta 500 Kw. Se citó como ejemplo que un usuario con 200 Kw que hoy paga 202 pesos va a empezar a pagar 482 pesos y si la provincia no subsidiara nada, pagaría 976 pesos. Esta medida, contrariamente a lo que rige para el subsidio al transporte, no tiene contraparte de Nación.

 

Queda claro que hay muchas cosas por hacer y que los misioneros están padeciendo una situación económica complicada por la suba de las tarifas, sumada a la inflación pero el Gobierno provincial, más allá de sus esfuerzos, no tiene todas las herramientas económicas que sí tiene la Nación para salir al rescate de los trabajadores y sus familias, pero aun así hace todo lo que está a su alcance para paliar de alguna forma las vicisitudes del programa económico de Cambiemos.

 

Evidentemente que no sería posible otorgar estos paliativos si el de Misiones fuera un gobierno desordenado, endeudado e insensible. Claramente, las prioridades del misionerismo están fijadas en lograr el bienestar de los misioneros y cuando la situación económica es difícil, en cuidar el bolsillo de sus ciudadanos y protegerlos hasta que pase la tormenta.

 

En este escenario, tanto desde el Gobierno provincial como del ámbito empresario, si bien coinciden en que transitaremos un año difícil confían en el empuje de los misioneros y se muestran optimistas  en que, como destacó el ministro de Hacienda Adolfo Safrán, “La voluntad del misionero de hacerle frente a la adver­sidad, de la misma manera que cuando el carro se quiere atascar más fuerza se aplica, también el misionero se ca­racteriza por ser un emprendedor innato, por no detener­se ante situaciones difíciles y esto no es un dato menor. Misiones es una de las provincias que más ha crecido en el Norte Argentino en los últimos 15 años, en gran medi­da por el empuje que tienen sus habitantes, sus ganas de trabajar y salir adelante. Esto constituye una fortaleza en la economía provincial que augura una buena performance para el año que viene, no por meras declaraciones de op­timismo, sino porque la evidencia de los últimos años así lo demuestra”.

 

En el mismo sentido, los empresarios que dieron sus opiniones al anuario Visión Misionera 2019 se mostraron dispuestos a apostar por el crecimiento de la economía sobre todo aquellas industrias que están en condiciones de exportar con el actual tipo de cambio y las posibilidades de mejorar costos de logística con el puerto de Posadas y su Parque Industrial donde en el 2018 se instalaron dos empresas de tecnología de punta.

 

Un clásico de años electorales, candidatos en las playas

 

Mientras el presidente Macri y sus principales colaboradores están de vacaciones, muchos de ellos en Punta del Este (Uruguay) los aspirantes a sucederlo en la presidencia pusieron en marcha sus campañas. A los ya lanzados opositores Felipe Solá y Sergio Massa se sumó esta semana el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, anunciando oficialmente sus aspiraciones como precandidato de la denominada  Alternativa Federal.

 

Como es tradicional en los años electorales y especialmente cuando está en juego la primera magistratura del país, los candidatos tratan de posicionarse desde el inicio del año, especialmente visitando las zonas turísticas, principalmente de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, entre otras que son las que más número turistas y electores concentran.

 

En este contexto se destaca el desdoblamiento de las elecciones entre las nacionales para presidente y las provinciales para autoridades locales. Mientras el gobernador Passalacqua ya anticipó que definirá la fecha en febrero o marzo, aunque se descarta que no será en la misma fecha que las nacionales, otras provincias ya adelantaron que realizarán las suyas en fechas diferentes, lo que los analistas interpretan como un intento de separarse de la suerte incierta del presidente Macri, que también ratificó esta semana que irá por un nuevo mandato.

 

El caso  más paradigmático de esta diferenciación se da en la provincia de Buenos Aires, donde la gobernadora María Eugenia Vidal, la política con mejor imagen del PRO y su alianza Cambiemos, ya dejo en claro su intención de realizar las alecciones provinciales independientes de las generales, jugando de esta manera su futuro político y posicionarse como una futura opción presidencial.

 

Más allá de las aspiraciones de los mencionados Solá, Massa y Urtubey, en la oposición aún no está todo dicho puesto que al discurso de unidad que enarbolan todos se le interpone una figuran que, aunque muchos se empeñan en ningunear, es imposible ignorar en un análisis serio de las próximas elecciones, Cristina Fernández de Kirchner, quien mantiene intacta su base del 30 por ciento de intención de voto, similar al piso que dan los sondeos al presidente Macri.

 

Indudablemente que con estos elementos políticos y económicos, el que recién comenzamos a transitar será un año de numerosas incertidumbres en el que hacer pronósticos será tarea de parapsicólogos y mentalistas, más que de consultores y politólogos, al menos aquellos que pretendan conservar algo de credibilidad.

 

*Emilio Juri – Periodista Misiones Online

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