Lágrimas y emociones encontradas: la historia de cómo los Bomberos Voluntarios salvaron la vida de un niño que casi se ahogó en una piscina de Iguazú

El dramático hecho se presentó cuando el cuartel de Bomberos Voluntarios de Iguazú recibió un llamado proveniente de un hotel de la ciudad, en el que una mujer, desesperadamente, comunicó que su hijo de cuatro años se había ahogado en la piscina. Tras la llamada el cuartel acudió inmediatamente al lugar que se encontraba a 400 metros, aproximadamente, de distancia.

Cuando encontraron al niño se encontraba morado y no presentaba signos vitales como consecuencia de la falta de oxigeno. Al encontrarse con esta situación Débora Carlino, Catriel Burgos y Bárbara Giménez, de la dotación de bomberos, procedieron a realizarle una reanimación cardiopulmonar (RCP) tras lo que el niño comenzó a devolver. Al recuperar los signos vitales lo llevaron de urgencia al hospital más cercano. En estos momentos el pequeño se encuentra fuera de peligro pero los médicos deben estabilizarlo por lo que debieron trasladarlo a Posadas.

«El chico ahora se encuentra fuera de riesgo, pero hay que estabilizarlo, entonces lo están llevando a Posadas. Lo maravilloso es que está vivo, la verdad es que cuando llegué al cuartel hace un ratito cuando las chicas me contaban y era un solo llanto porque si bien ellos ahora recién reaccionaron de lo que hicieron, enseguida se largaron a llorar de la emoción», comentó Javier Bareiro, presidente de la asociación de Bomberos Voluntarios en diálogo con Misiones Online.

Y cotinuó: «Imaginate que durante tantos años se capacitan para, en realidad, nunca llegar a tener que trabajar de esto y ahora justo le tocó a ellos y por suerte fue positivo».

Cabe destacar que el rápido accionar de los bomberos se debe también al trabajo en conjunto que realizan bajo la dirección del jefe del cuartel Marcelo Márquez y su segundo jefe Walter Bareiro.

AVD

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