Las históricas máquinas de coser Singer dejaron de fabricarse en la Argentina

¿Quién no recuerda en su infancia en su casa, o de alguna tía, abuela o la propia modista del barrio que tenían las clásicas y emblemáticas máquinas de coser marca Singer?. Hoy, muchas de ellas son reliquias o antigüedades, mientras que las nuevas generaciones fueron adquiriendo modelos más modernos de la fábrica instalada en Córdoba, desde hacía 64 años en el país.

 

Sin embargo, trascendió en estos días -tanto en los medios nacionales como de la provincia- la decisión de sus dueños de “cerrar la línea de fabricación” desde este enero. “Se nos hace imposible competir con productos importados”, explicó su propietario.

De esta manera, otra emblemática marca dejará de fabricarse en la Argentina por los cambios del mercado. La empresa Macoser SA cerró la producción de los tres modelos de máquinas de coser Singer, en su planta de la ciudad cordobesa de San Francisco.

 

 

El director ejecutivo de Macoser SA, Roberto Macchieraldo, afirmó que la decisión de cerrar la producción, luego de 64 años de trayectoria, tuvo que ver con “una competencia feroz con países muy poderosos como los del Medio Oriente, sumado a que es imposible la inversión que debíamos realizar para que nuestro producto sea más competitivo”.

 

Afortunadamente, aclaró que  no se registrarán despidos ni achique de personal debido a que “hace dos años comenzamos a incorporar otros procesos en la fabricación de cocinas y de manera lenta y gradual se absorbió el personal hacia esa producción”, explicó.

Macoser fabrica cocinas para la marca Florencia y en menor cantidad para Aurora y Eslabón de Lujo. En poco tiempo también lo harán para Whirpool.

 

A comienzos del mes de diciembre la producción se detuvo. Las tres últimas máquinas fabricadas tienen sus destinatarios: una de ellas quedará en poder del actual jefe de montaje de cocinas, Fernando Luque, quien dedicó muchos años de su vida en la fabricación de estas máquinas; otra irá a parar a la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, mientras que la tercera permanecerá en Macoser.

 

 

Historia de una marca mundial

Corría el año 1905 cuando ingresan a la Argentina las primeras máquinas para coser Singer importadas desde Estados Unidos. La marca es una de las más emblemáticas del mundo, fundada en 1851 por Isaac Merrit Singer, un norteamericano que vivió entre 1811 y 1875, y tuvo tres profesiones: actor, empresario e inventor.

Este inquieto inventor creó una de las máquinas de coser más antigua de la historia, o al menos una de las más antiguas, en la compañía de su mismo apellido, hoy mundialmente conocida y uno de los líderes mundiales en fabricación de máquinas.

El 12 de agosto de 1851, Isaac Merritt Singer patentó en Boston (Estados Unidos) la primera máquina de coser. Otros la habían inventado antes pero fue él el que se llevó el éxito por hacerla más práctica, adaptarla para su uso doméstico y facilitar su pago a plazos por un desembolso inicial de 5 dólares. Fundador ese mismo año de Singer Sewing Machine Company (Compañía de máquinas de coser Singer), diez años después se convirtió en la empresa más grande del sector en el mundo.

 

Fue así que, desde ese mismo instante comienza a acompañar todos los cambios sociales y la transformación del rol femenino en la economía de los hogares de la Argentina, acompañando la evolución del oficio de “Modista”.

Poblados están los anecdotarios de historias de mujeres que alcanzan su independencia económica sin salir de su hogar gracias a “La Singer”. Se transformó con el tiempo en el indispensable elemento que no faltaba en los hogares, “y gracias a su calidad e indestructible fortaleza se transforma en un bien que se hereda de abuelas a nietas”, señalan en el sitio oficial de la empresa.

 

La gran demanda del mercado Argentino hizo que la compañía Singer se instale en el año 1960 con su propia fábrica. Sin embargo, los continuos vaivenes de la economía argentina hicieron que decida retirarse en 1983, eligiendo a Macoser SA para otorgarle la Licencia para fabricar y vender sus productos en todo el país, que finalmente 2019 dejarán de fabricarse.

 

 

 

EP / PE