Se conocieron detalles del caso del joven que se suicidó tras una falsa denuncia de abuso sexual: alertan por la impunidad en las redes sociales

La directora ejecutiva de Fundación Padres alertó que los adultos deben enseñarles a los chicos a usar con responsabilidad Internet.

Agustín Muñoz tenía 18 de años y se suicidó tras ser acusado falsamente de abuso sexual. Mientras participa de una marcha, en Río Negro, contra la violencia de género en su provincia quedó shockeado cuando escuchó su nombre entre los denunciados.

Su mejor amiga lo acusaba de haberla abusado sexualmente. La chica había viralizado en las redes sociales esta acusación. Sin embargo, después reconoció que era falso, se arrepintió y pidió disculpas. Nueve días después, Agustín tomó la drástica decisión de quitarse la vida.

La polémica no tuvo fin. En las redes sociales varios se volcaron a culpar a la joven como única responsable de la muerte de Agustín. Otros usuarios salieron a defenderla. Sin embargo, la mamá del adolescente puso mesura al tremendo drama. Dijo que la chica recapacitó y que reconoció que «se había mandado una macana».

En diálogo con TN también remarcó la necesidad de «que se trabaje en una red de contención para que no haya más victimas». Habló de un cese de la difusión de listas negras que acusan falsamente: «Revisemos las listas negras que circulan en colegios y que se levantan en Internet». Y dio un mensaje de apoyo a los jóvenes que están pasando por una situación similar. «Hay personas que sí creemos en ustedes, en su integridad, en su inteligencia. Hay adultos que queremos velar por ustedes. No queremos un chico más, un sacrificio más por nuestra ignorancia como sociedad», dijo.

Este es el caso de Agustín Muñoz, pero también el de muchos otros adolescentes que están expuestos a las redes sociales y a los mensajes de odio que se esparcen en ellas, que no tienen un límite y que provocan graves consecuencias en la vida real.

En relación a este hecho que conmociona al país, TN.com.ar consultó a María Pía del Castillo, directora ejecutiva de Fundación Padres, que alertó sobre la impunidad que reina en Internet donde se dicen mentiras sin medir lo que pueda pasar.

En las redes, «uno es impune en nombre de la libertad. Hay una gran falta de responsabilidad, nadie responde a sus actos», dijo Del Castillo. Y resaltó la importancia de la educación para impedir que sucedan situaciones como estas. «Los adultos debemos dar el ejemplo en la vida cotidiana. Y las redes también son parte de la vida real, no podemos separarlas, por eso las consecuencias de lo que hacemos en las redes también son reales, como lo demuestra este caso», afirmó.

Del Castillo ve a las redes como un instrumento para la vida en general. Por eso, es importante que los padres den el ejemplo al educar a sus hijos y cuiden de la privacidad de ellos, ya que la exposición que se genera con las redes afecta mucho más el desarrollo emocional de los chicos.

«La vulnerabilidad emocional es algo que debemos trabajar los adultos. Al cuidar la intimidad, estamos resguardando la vida», dice la directora de la Fundación Padres. Otro de los puntos a tener en cuenta, y que menciona Del Castillo, es que al no medir la vulnerabilidad no se sabe cuánto puede afectar al otro eso que se escribe o se muestra en Internet. Porque quizás en algún momento eso que posteamos no genera nada, pero en otra persona lo que decimos públicamente puede lastimarlo y llevarlo a tomar decisiones drásticas.

Para generar una conciencia colectiva entre los padres y los chicos, la directora ejecutiva de Fundación Padre aconseja «cuidar las emociones y hablar de este caso con los chicos para que tengan cuidado y sean responsables, en todos los sentidos, al momento de publicar algo que pueda lastimar al otro. Tenemos que aprender a escuchar a los jóvenes».

(TN) A. C

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