La conductora estaba aprendiendo a manejar y el chico se le cruzó adelante corriendo. El episodio fue grabado por la cámara de seguridad del coche.
El corazón de todos los que vieron esa escena se detuvo por un instante. El terror por ver lo que parecía una terrible tragedia le quitó el aliento a Christopher Leigh, un instructor de manejo de Nottingham (Inglaterra) que viajaba en el asiento del acompañante del coche, y también al aprendiz que estaba su lado, frente al volante. Al llegar a una esquina un niño cruzó la calle corriendo, sin prestar atención al tránsito y sin ver que dos coches venían directo hacia él. Habrá sido suerte, milagro o simplemente una casualidad pero ese nene fue golpeado por los dos vehículos y salió ileso como si nada le hubiera sucedido.
La conductora reaccionó rápido y clavó los frenos pero no logró evitar el choque. El chico cayó al suelo, dio dos vueltas en el piso y luego fue arrollado por otro auto, un Audi que venía por el carril de la derecha. No llegó a golpearlo de lleno y, asustado pero increíblemente sin heridas graves, el niño se levantó y escapó.
Son apenas seis segundos en los que todos se congelaron pero de inmediato decidieron actuar. El único que no se detuvo fue el conductor del Audi negro, que siguió su camino. Tras el accidente, que quedó registrado por la cámara frontal del auto de la escuela de manejo, la mujer que estaba aprendiendo a manejar se bajó a asistir al chico. Resultó ser una estudiante de medicina y supo exactamente qué hacer en ese momento.
«Estaba guiando a la conductora, que está aprendiendo a manejar, en las últimas vueltas de la clase», relató el instructor de manejo. «Estábamos volviendo por Western Boulevard, faltaba menos de un minuto para estacionarnos cuando esto sucedió».
«Una familia se acercó a la esquina cuando su hijo corrió detrás de ellos. Antes de que nos demos cuenta, él estaba en el camino, ella frenó de golpe y luego… silencio».
«Los pocos segundos que tomó esto se sintieron como toda una vida cuando el niño rodó por la parte delantera de mi auto y regresó a la carretera, luego fue golpeado por un Audi negro que por suerte logró esquivarlo y no le pegó de frente», agregó.
La precaución con la que conducía la estudiante de manejo fue clave para evitar la tragedia. «Ni siquiera estaba cerca del límite de velocidad de 40 km/h», dijo el instructor.
Luego hubo una serie de casualidades que ayudaron a controlar la situación: «Afortunadamente, había una ambulancia cerca de la zona y rápidamente vino para ayudar al niño, que al parecer había sufrido muy pocas lesiones. En cuestión de minutos, otra ambulancia y un médico de respuesta rápida estaban en la calle ayudando al niño».
«Sin embargo, para mí, la parte más sorprendente de esta historia fue la reacción de mi alumna de manejo. Ella es estudiante de medicina, y tenía encima todos sus elementos de trabajo, así que se sumó con los paramédicos a la atención al niño. Enseguida, el menor fue trasladado al hospital para que lo revisaran».
En minutos la calle se llenó de curiosos, médicos y también la policía. «Por casualidad un patrullero estaba cerca y vinieron para colaborar. Parecía que, a pesar del mal momento, todo estuvo a favor de este pequeño individuo cuando esto sucedió. Por suerte, el nene no tuvo heridas graves». (Clarin)
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