La tranquilidad de la noche de Navidad se quebró por una inesperada story en la cuenta de Instagram de Sabrina Rojas. Allí, la actriz prometía desenmascarar a un «psicópata, violento y drogadicto», envalentonada por la ola de denuncias que generó la consigna «Mirá cómo me pongo».
Todas las miradas apuntaron de inmediato a Luciano Castro, marido de la actriz y padre de sus dos hijos, Esperanza y Fausto, y el tema escaló al podio de lo más mencionado en Twitter. Sin embargo, a las horas, Rojas le puso fin al revuelo al asegurar que se trató de un hackeo.
El mensaje que desencadenó todo era muy polémico y escandaloso: «Por fin me voy a librar. Te voy a sacar la careta. Te respeté mucho tiempo. Lloré y callé. Lamento todo lo que va a suceder después. No por vos, por la gente que realmente te quiere y por todos los que creen que sos una gran persona. Sobre todo tres que te ‘admiran'».
Esta última frase se dio a entender que se refería a los hijos del actor, ya que además de Esperanza y Fausto, Castro también es papá de Mateo, 16, de una relación previa a Sabrina.
Las historias se cerraban con una tremenda definición del victimario: «Al psicópata, violento, drogadicto, y puedo seguir, alguien lo tiene que parar. Mirá cómo me pongo. Por suerte tengo testigos».
Lo mismo padeció su pareja, la cuenta de Instagram de Luciano Castro tuvo una actividad sospechosa. Apareció una conversación privada entre el usuario del actor y una mujer, que le pide pruebas de que es realmente él. «Decime qué querés», le contesta el supuesto Castro.
A pocas horas de la publicación de los mensajes, Rojas explicó que se trató de una intromisión a las cuentas de los dos y agradeció la preocupación.
La pareja se encuentra de vacaciones en Mar del Plata. Se hospedan en un exclusivo country que también eligieron otros famosos durante la temporada, como Sol Pérez.
Fuente: TN
EB
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