A falta de divas de lengua filosa, este año hubo peleas entre el jurado y el BAR.
legó el gran día: la expectativa por saber quiénes serán los campeones del Bailando por un Sueño 2018 quedará satisfecha hoy a las 22.30 por Eltrece, cuando salgan a la pista las dos parejas finalistas: Jimena Barón y Mauro Caiazza contra Sofía Morandi y Julián Serrano.
El lunes, Morandi y Serrano habían derrotado a Mica Viciconte y Nacho Saraceni,para seguir en carrera hacia la meta final. El martes, Barón y Caiazza se convirtieron en la segunda pareja finalista, tras vencer a María Del Cerro y Facundo Mazzei.
Las dos parejas llegaron a la final gracias al voto del público, ya que terminaron empatadas con sus rivales, con dos puntos cada una, en la serie de cuatro coreografías que desplegaron en la pista: cuarteto, bachata, folclore y éxitos de Luis Miguel. En consecuencia, pasaron a la instancia en que el público vota a través del teléfono y así lograron la clasificación.
Subida en el rating
Desde que se largó la fase definitoria, el rating del programa de Marcelo Tinelli no para de subir, logrando por fin superar los 15 puntos. Una cifra que, de todos modos, está por debajo de los promedios de temporadas anteriores. La actual estuvo signada por lo tardío de su inicio, en la segunda mitad del año (comenzó en septiembre), y por la novedad de la incorporación del BAR (Bailando Assistant Referee). A la manera del VAR del fútbol, interviene para zanjar polémicas sobre “jugadas” dudosas en la coreografía. Además, en esta fase final, la producción decidió que el jurado del BAR -que integran Lourdes Sánchez, Jorgito Moliniers y Mariela La Chipi Anchipi- tenga injerencia también en el puntaje.
Tinelli había anunciado el lunes a través de su cuenta en Twitter, horas antes de la emisión del programa, que el BAR también formaría parte de la votación, con un punto. Es decir que en cada duelo se disputaron cinco puntos: cuatro por los cuatro integrantes del jurado (Ángel de Brito, Laurita Fernández, Florencia Peña y Marcelo Polino), y otro más por el equipo presidido por Sánchez. El voto del público, por su parte, vale cuatro puntos. La decisión de incluir al nuevo tribunal en el puntaje no le cayó nada bien al jurado, que estuvo manteniendo agrias discusiones con el BAR durante todo el certamen.
Suspenso y euforia
Las semifinales del lunes y del martes tuvieron grandes emociones, porque las parejas empataron en la pista y después tuvieron que definir por medio del teléfono. El público eligió a Serrano y Morandi con el 57,98% de los votos, que fueron casi un millón en total, según contó Tinelli. Por su parte, Barón y Caiazza recibieron el 58,42%. De esta manera, y con un alocado festejo de por medio, se prepararon para la gran final.
A la hora de evaluar el ciclo 2018, al jurado se lo señala como culpable de una parte del déficit, por la ausencia de divas con lengua afilada que fueron reemplazadas sin mucha suerte. Laurita Fernández, en particular, además de su belleza y talento tiene la “virtud” de concentrar el odio de todos: participantes, coachs, maquilladoras, etcétera.
(El Trece) A. C
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