La historia de la mujer que denunció que la violaron y torturaron entre siete policías en Lomas de Zamora

La víctima es puestera en la Feria de Olimpo. Sostuvo que se vengaron de ella porque se negó a pagar coimas a cambio de «protección».

Hace dos años Liliana Herrera vivió un infierno del que todavía no pudo salir. La mujer, de 45 años, tenía un puesto en la Feria de Olimpo de Ingeniero Budge y denunció que siete policías la secuestraron, violaron y torturaron en una comisaría porque se negó a pagar coimas a cambio de su «protección». «Usaron mi cuerpo, hicieron lo que quisieron», remarcó.

El conflicto empezó por 5 mil pesos. Ese fue el dinero que le habrían querido cobrar y, al no conseguirlo, el motivo por el cual la habrían sometido a las peores cuatro horas de su vida. De acuerdo a su relato, la secuestraron en la calle y la subieron de los pelos a un patrullero. No dejaron de golpearla en ningún momento durante el trayecto hacia la comisaría de Lomas de Zamora.

Eran siete hombres y una mujer. Esta última, contó, fue quien la encerró en una oficina apuntándole con el arma en la cabeza. «Me obligaron a sacarme la ropa delante de ellos; padecí cuatro horas de tortura; me orinaron encima; me dijeron que me iban a tirar al riachuelo; me sacaron el teléfono para que no pudiera pedir auxilio».

Según su relato, después de los insultos y los golpes fue cuando la violaron por primera vez. «Un hombre me preguntó qué estaba dispuesta a entregar por mi libertad, se empezó a sacar los pantalones, me tocó y hizo lo que quiso conmigo». Pero como si el abuso no fuera humillación suficiente, tuvo que soportar además las burlas del efectivo.

«Me decía que no me depilé. Nadie me pudo ayudar. Nadie hizo nada. Le supliqué que no me torturara más. Le dije que había sufrido un aborto una semana atrás y no le importó», detalló la víctima. La odisea que siguió después fue la de lograr que alguien la escuchara. En la fiscalía no le tomaron la denuncia y tuvo que recorrer varias comisarías para, finalmente, dejar asentado lo que le ocurrió.

Ella todavía hoy tiene ataques de pánico y no puede vivir tranquila. La suerte de sus agresores fue muy distinta. Dos de los hombres estuvieron presos apenas 15 días y los liberaron. Están todos libres. «Siento bronca, impotencia», manifestó Liliana y afirmó: «Solo pido Justicia».

(TN) A. C

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas