Transporte público: para el responsable de Bencivenga, desde enero el costo del boleto debería “superar los 40 pesos”

El empresario Darío Skrabiuk, titular de Río Uruguay y de la empresa de transporte urbano Bencivenga, hablo en Radio Libertad sobre la quita de subsidios al transporte que regirá a partir del mes que viene. Reconoció un clima de “plena incertidumbre” y dijo que según sus números el costo del boleto urbano podría superar los 40 pesos.

Darío Skrabiuk en Radio Libertad.

 

 

El 1 de enero de 2019 se cortan todos los subsidios al transporte de pasajeros. Esta situación tiene en vilo a los empresarios que sostienen que sin esa ayuda es imposible seguir prestando el servicio.

 

Vale aclarar que el costo del boleto lo presentan los empresarios a las autoridades municipales, quienes finalmente son los que definen la tarifa cruzando información. Por ende por un lado se presenta el costo del servicio y por el otro, la tarifa que la deciden las autoridades.

 

En lo que refiere al transporte público de pasajeros, y a sabiendas que es una noticia que preocupa no sólo a los empresarios sino también a miles de trabajadores, estudiantes y cientos de misioneros usuarios de colectivos, Skrabiuk, dijo que ese banner que decidieron pegar en la luneta de las unidades hoy está desactualizado. El mensaje que se lee en varios colectivos que circulan por la ciudad dice que desde enero el pasaje sin subsidio se va a 40 pesos. Lo complicado de esta situación es que el empresario dijo en Radio Libertad que esa cifra ya quedó atrás y que incluso sin subsidios el costo del pasaje del transporte urbano podría valer incluso por encima de esa cifra.

 

Fue claro al explicar que el dinero que provenía de Nación y que ya no vendrá, se utilizaba parte para pagar los sueldos, subsidiar la tarifa y comprar gasoil.

 

A modo de ejemplo Skrabiuk sostuvo que hasta ahora venían pagando el litro de gasoil a 10 o 12 pesos con el subsidio. Sin esa ayuda, el litro del combustible se va a 35 o 37 pesos, lo que triplica sus costos.

 

Reiteró el pedido público a las autoridades nacionales y provinciales de buscar una respuesta u alternativa a esta quita de subsidios que en definitiva hacer peligrar a la prestación del servicio y por ende pone en jaque a cientos y cientos de puestos de trabajo. La deducción es la siguiente: si no se puede cubrir los costos, se corta el servicio y por ende serían inevitables los despidos.

 

Pero esto no queda aquí, porque el empresario también propietario de la empresa de larga distancia Río Uruguay, dijo que para ese servicio, la situación es aún peor. Expuso que no solo por la crisis económica la gente viaja menos, sino también por la imposibilidad de competir con la apertura de tantas nuevas líneas aéreas a las que sí – por decisión política- se apoya, subsidia o alienta.

 

“Yo celebro que haya conectividad aérea, me parece perfecto y razonable. El tema es que se pague lo que vale sino es imposible competir. La visión que tenemos para los próximos meses es sumamente pesimista. No estamos en contra del servicio sino que pedimos que el trato sea parejo. En larga distancia estamos hablando de 25 mil trabajadores, su empleo, sus familias”, remarcó.

 

En cuanto a la venta de paquetes turísticos a Brasil que ofrece la empresa a su cargo, dijo que al igual que en el transporte urbano como en el de larga distancia, la caída de las ventas es fuerte.

 

GS

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