«Estoy muy triste porque nunca me pasó algo así, era un buen partido y ya se terminaba», dijo el árbitro golpeado ayer en cancha de Mitre

Gabriel Cortines mostró todo su dolor más allá de lo físico. Manifestó que nunca pensó en recibir una agresión como la del domingo en cancha de Mitre y dijo que cuando recuperó el conocimiento estaba totalmente confundido, incluso pensaba que estaba en otra cancha. Si bien se encuentra mejor, se tiene que realizar algunos estudios porque al caer se golpeó fuertemente la nuca y además le quedaron secuelas en la mandíbula, lugar donde recibió el traicionero puñetazo del futbolista de Sporting.

 

Costinez tiene 31 años y lleva 8 como árbitro nacional. El domingo estaba dirigiendo la final de la Liga Posadeña entre Mitre y Sporting de Santo Pipó cuando fue agredido a pocos segundos del final por un jugador visitante.

 

Luis Maciel reaccionó violentamente ante una expulsión de un compañero y golpeó sorpresivamente al colegiado que por el impacto cayó desplomado. Golpeó la cabeza contra el suelo y tal vez por el propio puñetazo quedó totalmente inconsciente algunos minutos.

 

Ayer, más tranquilo aunque no menos dolorido, el colegiado tomó contacto con Misiones Online y se mostró muy dolido por la situación. “Venía teniendo un buen partido creo, acertando en las jugadas finas. Faltaba un minuto de juego y esta persona por la impotencia de ser superado por el rival me pega un golpe de puño por la espalda dejándome inconciente”, dijo.

 

En este sentido agregó: “Los jugadores de Sporting le gritaban al técnico que haga cambios que no podían mantenerse en el partido y que estaban perdidos. Nunca pensé que podía pasar lo que pasó, si bien estoy fuera de peligro estoy muy triste y no tengo voz. Como árbitro Nacional de la Asociación del fútbol Argentino y representando a la Liga Posadeña jamás me pasó algo así. Cuando recupere el conocimiento estaba totalmente perdido, incluso pensaba que estaba en cancha de Guaraní”, concluyó.

 

Cortinez se realizará estudios para ver si no quedaron secuelas graves en la nuca ya que al desplomarse por el golpe terminó impactando la cabeza contra el piso. Además sufrió un fuerte golpe en la zona de la mandíbula y tendrá seguramente varios días de recuperación.

 

El agresor fue expulsado lógicamente del partido y llevado detenido por la Policía. Recién hoy recuperó la libertad y ahora deberá esperar una sanción que se intuye que será muy dura y difícilmente vuelva a jugar al fútbol en la Liga Posadeña, al menos por un buen tiempo.

 

Foto: Gentileza Doble Cinco

MAG/EP

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