Luego del quinto fin de semana de protestas en París, las manifestaciones de los chalecos amarillos reunieron en esta oportunidad a solo unos 2.200 participantes en el lugar y otros 66.000 distribuidos en el resto del territorio francés. Además se registraron alrededor de 168 detenidos en la capital. El despliegue policial y de seguridad abarcó a 8.000 efectivos antimotines, vehículos blindados, cañones de agua, personal a caballo y escuadrones en moto.
Uno de los voceros autorizados a cargo de la seguridad reconoció que la protesta fue “más débil y menos agresiva” que las anteriores. Durante las demás convocatorias, los “chalecos amarillos” reunieron a más de 10.000 personas en la capital y a 125.000 distribuidos en toda Francia. En esta oportunidad no se crearon mayores incidentes en zonas caracterizadas por tener negocios abiertos y turistas visitando el lugar. Sin embargo, por motivos de seguridad, se mantuvieron cerrados museos y monumentos como ser el Arco del Triunfo, el Panteón, la Torre Eiffel y el Museo de Louvre.
Esta decaída por parte de los manifestantes se debe a los diferentes sucesos terroristas que está viviendo el país desde los últimos días, también el origen de internas en el movimiento, la aproximación de las fiestas de fin de año y asimismo los nuevos anuncios del presidente Emmanuel Macron para dar marcha atrás con estas campañas.
Tras haber declarado la emergencia económica y social, el presidente francés declaró que el gobierno dispondrá un aumento del salario mínimo por 100 euros, además de que las horas extra no sean gravadas con impuestos y un recorte a los gravámenes para los jubilados. El primer mandatario también hizo un llamado a los empresarios para que “ayuden en estos momentos de convulsión y entreguen un bono de fin de año a sus empleados”.
FUENTE La Nación
AV