Conservación: el INTA mantiene el trabajo de investigación para el rescate de la Araucaria

Investigadores del organismo concluyen en que «las condiciones climáticas actuales de la región de origen de la especie en Argentina (NE de Misiones) no son favorables para la producción de polen. Estudios similares se llevaron a cabo en plantaciones en el Vivero Forestal 25 de Mayo de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Pergamino, y se ha demostrado que este es un sitio más favorable para conservar y producir material genético de Pino Paraná, dado que la producción de semillas superó, en algunos casos, hasta 10 veces la producción en Misiones para el mismo período evaluado».

 

La actividad de INTA en estudios de conservación y mejoramiento de recurso genéticos (RRGG) forestales nativos es de larga data. Los trabajos fundacionales en la temática fueron llevados a cabo por los ingenieros agrónomos Wilfredo Barrett y Jorge Fahler en Araucaria angustifolia entre los años 70´y 80 ´en la provincia de Misiones, y se continúan a través de todo el país en la actualidad en el marco del Programa Nacional Forestal.

 

A fines de los años 80´ se comenzó a observar un decaimiento en la producción de semillas de esta especie en el Campo Anexo Manuel Belgrano (CAMB), donde existen remanentes de bosques nativos de la especie y más de 400 hectáreas implantadas principalmente entre los años 40 y 50.

 

 

Observaciones llevadas adelante en la EEA INTA Montecarlo impulsaron estudios de la biología reproductiva, conjuntamente la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y, posteriormente, la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, con el apoyo de la ex Unidad para el Cambio Rural (UCAR).

 

En principio, estos estudios reflejaron que «existe una menor formación de micro esporofilos en años más cálidos y húmedos y posteriormente menor producción de polen, y consecuentemente, menor cantidad de semillas. Esto se encuentra relacionado a las temperaturas máximas de enero y las mínimas de agosto (condiciones previas a la polinación), las precipitaciones y velocidad del viento en el mes de octubre (condiciones durante la liberación del polen)».

 

A través de los estudios realizados se concluye que «las condiciones climáticas actuales de la región de origen de la especie en Argentina (NE de Misiones) no son favorables para la producción de polen. Estudios similares se llevaron a cabo en plantaciones en el Vivero Forestal 25 de Mayo de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Pergamino. Se ha demostrado que este es un sitio más favorable para conservar y producir material genético de la Araucaria o Pino Paraná, dado que la producción de semillas superó, en algunos casos, hasta 10 veces la producción en Misiones para el mismo período evaluado».

 

En paralelo, se efectuaron estudios de la diversidad genética de la especie en los remanentes existentes en Misiones y en plantaciones del CAMB (Campo Anexo Manuel Belgrano), ubicados en la estación experimental de San Antonio. El campo posee una extensión total de 2.136 hectáreas. De ellas, 462 corresponden a una reserva natural estricta (la Reserva San Antonio) que es administrada por Parques Nacionales; 1050 hectáreas corresponden a bosques nativos donde el INTA realiza actividades de investigación y conservación, 174 hectáreas se destinan a la experimentación con distintos cultivos y se utilizan para capacitaciones. Finalmente, 450 hectáreas corresponden a plantaciones de araucarias con más de 45 años de antigüedad. Cabe señalar sobre este campo en la actualidad que muchos de los compartimentos para la conservación genética se originaron a partir de semillas de bosques que hoy no existen más.

 

Los remanentes fueron utilizados para estudios realizados con apoyo del Instituto de Recursos Biológicos de INTA Castelar y permitieron verificar que la variabilidad genética es menor a la encontrada en Brasil, aunque la existente en el CAMB fue superior a aquella encontrada para toda la provincia.

 

En base a estos resultados, el equipo de Mejoramiento Genético de la EEA Montecarlo procedió a seleccionar ejemplares femeninos y masculinos de los cuales se obtuvieron material de propagación que fue injertado en pies de la especie para constituir áreas de conservación que pueden funcionar como huertos semilleros clonales (HSC). Una de estas áreas fue implantada en Misiones.

 

 

Por otra parte, en base a los estudios ya mencionados, durante la tercera semana de noviembre de 2018 fueron enviados injertos prendidos al Vivero Forestal de 25 de Mayo, donde serán implantados para responder a los objetivos de conservación genética ex-situ y producción de semillas de la especie.

 

El esfuerzo institucional para rescatar el material genético de esta especie e incrementar la producción de semillas es un pequeño paso para que el Pino Paraná pueda ser retirado de la lista de especies en peligro de extinción, donde ha sido categorizada en rojo por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN).

 

«La problemática de la regeneración de esta especie emblemática de la región tiene un seguimiento de varios años por investigadores forestales del organismo. “La especie está en riesgo alto de extinción. Primero, por la reducción de la superficie entre Brasil y Argentina, quedando del lado argentino – entre Cruce Caballero y San Pedro- solo fragmentos y ejemplares nativos aislados”, explicó en contacto con ArgentinaForestal.com el ingeniero Hugo Fassola, del INTA Montecarlo.

 

En segundo lugar, indicó que la especie en el país ya es marginal. Esta a menos altitud, y por medio de los estudios realizados se pudo corroborar que el grano de polen tenía menos vigor y poder de germinación que el logrado en Curitiba, en Brasil. “El año con más temperatura fue el que menos germinó el polen. Luego observando durante varios años la temperatura mínima, sumado a las lluvias y las temperaturas de enero y febrero, también influían. En comparación, en la Estación de 25 de Mayo las mínimas de ese mismo mes de medición eran menores, llovía menos y esto favorece la dispersión y la formación de semillas”, precisó el investigador.

 

Sin embargo, consideran que los esfuerzos para su conservación se verían coronados por el éxito si se incrementara la demanda de su madera, de excelentes propiedades estructurales. Ello traccionaría de nuevo mayores tasas de plantación y ayudaría a la conservación del paisaje de su zona de origen. Es de resaltar también que la semilla de esta especie es sumamente apreciada para su consumo tanto por la población guaraní, como por las del Sur de Brasil por sus altos contenidos de antioxidantes, pudiendo ser ello un atractivo para las zonas que se detecten como de alta producción de la misma.

 

Características de la especie

La Araucaria angustifolia constituye una de las pocas especies forestales que puede ser cultivada dentro (o en las cercanías) de su área de origen, sin que sus enemigos naturales lo impidan. Es conocida comercialmente como pino Paraná en la región del Norte de Argentina (Misiones), nombre que se le otorga por su similitud de características de la madera.

Este árbol alcanza una altura de 20-30 metros y un diámetro a la altura del pecho de 50-140 cm. Posee una copa aplanada característica, con el follaje agrupado en la parte terminal de las ramas casi horizontales. La copa tiene la forma de un candelero, aparasolada. El tronco es bien cilíndrico, recto, derecho y limpio en casi toda su extensión. La corteza externa es de color pardo-rojizo, gruesa, y áspera. Las de los ejemplares maduros es muy fisurada, desprendiéndose en placas anchas. Mide hasta diez centímetros de espesor.

Las hojas son alternas y apiñadas por las ramitas, lanceoladas, coriáceas, punzantes y pequeñas de 2-5 cm de largo por 4-8 mm de ancho, con la cara superior cóncava, de color verde oscuro lustroso.

Cuando se comercializa con corteza, ésta es fácilmente reconocible ya que se presenta muy agrietada y dividida en placas poligonales muy regulares. Con mucha dificultad pueden apreciarse, en el plano transversal, radios leñosos de color claro sobre fondo más oscuro.

Años atrás, la madera de esta Araucaria tenía múltiples usos en carpintería de interiores (puertas y cajas de escaleras), aunque su falta de resistencia no la hacía aconsejable para tablones de andamiajes, ni para laterales de escaleras.

Los troncos eran descortezados para manufacturas de contrachapados y algunos seleccionados también para laminados, obteniéndose chapas utilizables en decoración. También fueron destinadas a la producción de pasta celulósica de alta calidad por Celulosa Argentina en Puerto Piray, en la década del 40.

Tradicionalmente, en la zonas colonizadas de San Antonio, las semillas eran utilizadas por los pobladores para uso comestibles y usadas como fuente de una bebida llamada “mudai”, sopa hecha con semillas secas y carne; harina para pan conocido como “canuto” , y también con las semillas fermentadas se preparaba una bebida alcohólica.

Algunos historiadores sostienen que la Araucaria fue posiblemente la primera especie cultivada en la región por los pueblos indígenas, hace cientos de años, pues los piñones eran importantes en su dieta, y así habrían contribuido a su difusión en algunas zonas de Misiones.

 

La araucaria, Monumento Natural de Misiones

La provincia de Misiones declaró en 1986 como Monumento Natural Provincial, de interés público, y fuera de comercio, a los ejemplares nativos de las especies de Araucaria Angustifolia (pino paraná) y Aspidosperma polyneuron (palo rosa), por medio de la Ley 2.380. La misma establece que los ejemplares ubicados en tierras fiscales provinciales, de entes autárquicos, descentralizados, municipales y/o de propiedades privadas no podrán ser talados a fin de lograr la preservación, conservación y reproducción de las especies, evitando así su extinción.

Esta declaración afecta a cado uno de los pies o individuos de las citadas especies nativas, cualquiera sea la edad o estado, que habitan en el territorio provincial. Por otra parte, en su articulo 2 declara de inviolables y prohíbase en forma absoluta la tala, comercialización y destrucción de ejemplares nativos de las especies “Araucaria angustifolia” (pino paraná) y “Aspidosperma polyneurom” (palo rosa).

En su articulo 3, dispone que en jurisdicción del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables y Turismo , como órgano de aplicación de la presente, el Registro Provincial de Protección a la “Araucaria angustifolia” (Pino paraná) y a “Aspidosperma polyneurom” (Palo rosa) el que llevará el control de las declaraciones de árboles de las especies y procederá a efectuar un relevamiento y determinación de los ejemplares aislados o rodales que constituyen reservas nativas de las especies citadas.

El Poder Ejecutivo autorizará excepcional y expresamente cuando medidas sanitarias o causas fitosanitarias así lo aconsejen, en resolución fundada el apeo de árboles nativos cuyo exclusivo objeto sea conservar y mejorar las especies sin que en ningún caso propenda a la obtención de lucro, estableciendo en la reglamentación las enfermedades o las causas que hagan necesario ineludiblemente el corte de las especies por ésta ley.

En su artículo 5 fijan que las multas a aplicar por todo acto u omisión que contraríe las disposiciones de la presente en el importe de veinte (20) a cincuenta (50) veces el valor del aforo que, a la fecha, este vigente para la especie de mayor valor. Además, los infractores sufrirán la pérdida de las maquinarias y todo otro elemento utilizado para cometer la infracción. El Poder Ejecutivo podrá hacer caducar las autorizaciones o habilitaciones para la actividad forestal a las industrias que utilicen madera en infracción.

 

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

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