La navegación en kayak, una forma de conocer y cuidar los arroyos misioneros

Eduardo Hildt es Ingeniero Forestal y docente auxiliar en las cátedras Tesis de Grado y Explotación Forestal de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, y además en sus tiempos libres es “Kayakista Amateur”, su otra gran pasión. Por ello, recomienda vivir la experiencia, ya sea solos o en grupo, por unas horas o por varios días, con botes nuevos o con embarcaciones que ya llevan muchos años navegando y que han perdido la cuenta de los kilómetros recorridos, pero aún permiten disfrutar de un paseo en la naturaleza de una forma diferente y conocer en kayak los arroyos que alberga la selva misionera en distintos puntos de la provincia. “Todos compartimos el placer de alejarnos de la ciudad para disfrutar del río, la naturaleza y los amigos”, señaló el profesional.

“Las alas de un biguá -ave que habita en ríos, lagos, arroyos, esteros y lagunas- resplandecen bajo el sol de la mañana. Aún no nos ha visto, pero nuestra charla nos delata y ya se prepara para levantar el vuelo. Cuando alcanzamos la curva del arroyo lo vemos alejarse volando bajo, buscando otra piedra para seguir tomando sol y pescando. Esta escena nos resulta familiar a cualquiera de los que salimos regularmente a recorrer en kayak los ríos y arroyos misioneros”, sostuvo Hildt en contacto con ArgentinaForestal.com

Misiones se encuentra rodeada por ríos y dentro de su territorio existen alrededor de 800 arroyos de diferente importancia. Estos nacen en los sistemas de sierras y descienden por los valles uniéndose a otros e incrementando su caudal hasta volverse navegables.

“En la antigüedad estos arroyos eran una importante fuente de sustento y vía de comunicación para las comunidades humanas que habitaban la selva misionera. Actualmente, muchos aún tienen su origen y gran parte de su recorrido en áreas naturales protegidas o zonas de selva bien conservada a lo largo de todo el Corredor Verde de la provincia”, indicó el profesional.

  

Kayakismo en la naturaleza

La navegación en kayak es una actividad deportiva que tiene su origen en las embarcaciones de madera y cuero utilizadas por los cazadores esquimales, explica el docente. El profesional relató que durante el siglo XX se popularizó en todo el mundo gracias a nuevos diseños que aprovecharon las bondades de distintos materiales, como la tela, la madera contrachapada, los plásticos reforzados con fibra de vidrio o carbono y el polietileno rotomoldeado.

“El kayakismo agrupa varias disciplinas: algunos deportistas compiten en regatas con botes livianos, angostos y veloces, mientras que otros realizan travesías de cientos de kilómetros llevando todo el equipo de campamento y la comida en botes cerrados, provistos de varios compartimentos para la carga. Algunos disfrutan descendiendo arroyos repletos de correderas en kayaks de polietileno que resisten los golpes, mientras que otros utilizan los kayaks rotomoldeados como un medio para expandir el alcance de su pasión por la pesca”, detalló Hildt.

Sin embargo, explicó también que “todas estas modalidades tienen algo en común: el kayakismo se desarrolla en la naturaleza”.

En este sentido, reflexionó sobre que “en Misiones podemos disfrutar de los arenales del río Paraná, de las islas y correderas del río Uruguay, y de la flora y fauna que habita en los arroyos que corren por las zonas de monte. Al ver las orillas del río desde el agua salta a la vista la importancia que tiene la conservación de los bosques protectores en las márgenes de los arroyos. Estos no solo aportan a la belleza del lugar, sino que también protegen la calidad del agua y sirven como fuente de alimento para la fauna ictícola y como corredor y refugio para los animales silvestres de toda la región”, precisó el docente.

Por otra parte, un aspecto que valoriza más aún la navegación en kayak es que “también beneficia a la conservación del medio ambiente. Al propulsarnos únicamente con la fuerza de nuestros brazos, no generamos contaminación ni ruidos que afecten al ecosistema del río”, explicó Hildt.

“Además, al entrar en contacto con la flora y fauna de los lugares que se recorren, vamos tomando conciencia y nos sensibilizamos sobre la importancia que tiene la preservación de estos recursos”, dijo. “Con cada fotografía que tomamos y con cada anécdota que contamos trasmitimos parte de este aprendizaje a las personas que nos rodean. Cuando un amigo se suma a la actividad se produce un efecto multiplicador que impacta en la educación ambiental de toda la sociedad”, expresó, invitando con convicción a la vivir la experiencia.

Precaución y equipos de seguridad

Como en todas las actividades que se desarrollan en el medio natural, el kayakismo no está exento de riesgos. Sin embargo, estos pueden controlarse tomando algunas precauciones y empleando el equipo de seguridad adecuado, recalcó Hildt.

La primera medida de seguridad consistirá en utilizar en todo momento un dispositivo de ayuda a la flotación (DAF), tradicionalmente conocido como chaleco salvavidas. “Ante cualquier incidente que nos haga caer del bote, este nos mantendrá a flote, aunque nos cansemos o no podamos nadar. También es importante conocer y practicar las maniobras de reingreso adecuadas para nuestro kayak, que nos permitirán volver a subir al bote desde el agua, sin tener que nadar hasta la orilla”, precisó el experto.

A su vez, consideró importante la planificación adecuada de la salida, en la que se deberá analizar el recorrido y las posibles dificultades que puede presentar el río. “Hay que tener siempre en cuenta el pronóstico meteorológico y evitar salir a remar cuando hay pronóstico de tormenta, o cuando los ríos están crecidos luego de las lluvias. En los arroyos siempre debemos mantenernos alejados de los árboles caídos u otros obstáculos que puedan volcarnos y atraparnos debido a la fuerza de la corriente”, indicó.

Paralelamente, recomendó remar en un grupo, “ya que los otros amigos pueden ayudarnos si ocurre una emergencia. Por esto mismo, en los grandes ríos es necesario informar a Prefectura Naval Argentina sobre la actividad que tenemos planeado realizar”, dijo Hildt.

Por último, el mensaje del docente estuvo relacionado a la educación ambiental. “Siempre que se decide salir a navegar debemos recordar que el objetivo de esta actividad es disfrutar del río sin dejar ningún tipo de huella, por lo que debemos traernos a casa todo lo que llevamos y de ser posible, también la basura que encontremos allí”, concluyó.

Por Patricia Escobar 

 @argentinaforest

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