Trabajo, tierra y capital en el G20

Líderes de más de la mitad de la población mundial, discutirán sobre mercado de trabajo, nutrición global, capital social y capital humano

Estamos a horas del evento económico y financiero más importante a nivel global, donde líderes de los países que generan el 85% del Producto Bruto global se enfrentarán a los mayores problemas que tiene nuestro planeta. El G20, o Grupo de los 20, es el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política: aborda los grandes desafíos globales y busca generar políticas públicas que los resuelvan. Está compuesto por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía. En números representan el 66% de la población mundial, el 75% del comercio internacional y el 80% de las inversiones globales.

El G20 tiene sus hinchas y sus detractores … Si bien el principal objetivo es intentar buscar soluciones de manera coordinada a los problemas globales de la economía mundial, según un informe de la Universidad de Toronto, los líderes del G-20 hicieron 213 promesas en la cumbre del 2016. Muchas se cumplieron de alguna forma, muchas no, pero la mayoría no dependían del G-20 para que se cumplan. Con lo cual ¿de qué sirve hacer promesas que no dependen de quien las hace para que se cumplan?. Y lo que es peor, el G20 se convierte en un vehículo de contradicciones. Por ejemplo: la presencia del príncipe heredero de Arabia Saudí, país donde no se respetan los derechos de las mujeres, ¿qué dirá acerca de la igualdad de género? Por no hablar de los derechos humanos.

Muchos especialistas señalan que más allá de si las decisiones del G20 son vinculantes o no, lo que se esconde es la falta de interés real por parte de las potencias de colaborar en la solución de los problemas de los países más pobres. Las reuniones del G20 solo han servido para impulsar y promover acuerdos bilaterales y fijar posición sobre temas internacionales pero sin contribuir de forma positiva en la resolución de los conflictos y en la construcción de un nuevo modelo económico y social. Y probablemente suceda que las declaraciones de este grupo no resuelvan los conflictos del mundo, y quizás los lineamientos de política que planteen no construyan per se un nuevo modelo económico y social, sin embargo creo que el hecho de discutir sobre estas cuestiones y exponerlas como problemáticas a resolver permite generar una conciencia a nivel social, desde donde es posible imaginar nuevas soluciones. Este año, los temas prioritarios en la agenda propuesta por la Argentina son:

El futuro del trabajo: Las transformaciones tecnológicas están modificando no solo la manera de relacionarnos, sino también los modos en los que trabajamos. Aquí hay al menos dos sistemas que necesitan ser “reseteados” para acoplarse a la tendencia en el mercado laboral, la educación y la regulación del trabajo. Las respuestas de política deben asegurar que la adopción de los cambios tecnológicos no generen exclusión, desintegración social o reacciones adversas. Que la flexibilidad no se vuelva precarización y que la robotización no se convierta en desempleo, y finalmente la educación está en el centro de este debate. Una educación empoderante, reforzada en la inteligencia emocional y sostenida por principios de éxito, entiendo es el elemento indispensable para los tiempos que se vienen.

Infraestructura para el desarrollo: Los países necesitan invertir en capital físico -caminos, puentes, ferrocarriles, transporte público, obras sanitarias- para crecer. Si los presupuestos de los Estados no se destinan a esta gran inversión, será necesaria una mayor participación del sector privado para potenciar el desarrollo de infraestructura. Esto tiene un alto efecto multiplicador, impulsa el crecimiento y la productividad. Además, provee el acceso físico y digital necesario para que los ciudadanos aprovechen las oportunidades de la economía del futuro. Desarrollar la infraestructura como una nueva clase de activos se muestra muy promisorio para canalizar los ahorros que hoy tienen bajos rendimientos hacia la financiación de infraestructura pública, de servicios eficientes de transporte, de servicios sanitarios básicos, de flujos de energía y de conectividad digital.

Futuro alimentario sostenible: No hay dudas de que el mundo necesita un sistema de provisión de alimentos más inclusivo y eficiente. Esto tiene muchas implicancias, donde aparecen como relevantes mejoras en la capacidad del suelo para producir sin impactar negativamente en el medio ambiente y potenciando a las comunidades donde se insertan estas producciones.  Por su parte satisfacer las necesidades nutricionales de las poblaciones futuras requiere una manera sostenible de aumentar la productividad agrícola y también una discusión acerca de los fundamentos nutricionales en los que se sostiene la producción de alimentos en la actualidad. Estamos frente a una valiosa oportunidad para promover un amplio debate acerca de la importancia del manejo sustentable de los suelos y de la nutrición de nuestras comunidades.

Perspectiva de género: El verdadero desarrollo equitativo y sostenible debe garantizar que hombres y mujeres se encuentren en igualdad de condiciones para acceder al mercado de trabajo y en las remuneraciones. Por ello la eliminación de las disparidades por género y la inclusión laboral, digital y financiera de todas las mujeres surgen como relevantes y éste, se ha convertido en un tema transversal en la agenda del G20. El compromiso es trabajar en el empoderamiento de las mujeres, la eliminación de disparidades de género en el empleo, la ciencia, la tecnología y la educación, y la protección contra todas las formas de violencia basadas en género.

El elemento que permite la reproducción del sistema que nos ha puesto en el lugar que estamos hoy, y que atraviesa todas las problemáticas que se discutirán en el G20 es la educación. Hay una frase de Alejandro Dumas que lo resume de la siguiente manera: «¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación»  … si es una frase dura! y así de fuerte debe ser la revisión de lo que estamos enseñando en forma y contenido. Debemos pensar una nueva educación, basada en valores humanos, una educación creativa que eleve el espíritu y promueva la igualdad, que promueva la excelencia y permita crear y creer que podemos construir un mundo donde el trabajo dignifique, el alimento nutra y donde hombres y mujeres podamos disfrutar en armonía de los logros y reconocimientos en igualdad de condiciones.

*Eva Muguerza Economista – Empresaria – Docente

 

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