Afirman que los compañeros del chico fallecido de un disparo están siendo contenidos con el cuerpo psicopedagógico de la escuela

Luego de que se divulgara primeramente que el chico del barrio Cocomarola Oeste sufría bullying, esto fue rotundamente desmentido desde la escuela N°1 y luego también se supo judicialmente que era una mentira de algunos familiares, como otras contradicciones en sus declaraciones. Ahora sus compañeros fueron contenido psicológicamente por lo mucho que querían a la víctima y el dolor que les produjo su muerte.

Las versiones que rodean o rodearon al caso del chico de 12 años que murió tras recibir un disparo en la cabeza son muchas. Una de ellas y que luego se estableció que era basada en una mentira, aún investigada porque motivo, salió a la luz recientemente. Esa primera declaración de que el niño sufría bullying en la escuela N°1 de Posadas, donde asistía y estaba por terminar la primaria, quedó desestimada. Desde la entidad educativa la desmintieron rotundamente aunque por cuestiones judiciales, prefirieron no hacer declaraciones públicas.

Lo que sí expresó la directora de la escuela ubicada sobre calle Junín y Rioja, es que el chico era muy querido por sus compañeros. Como había ido a los dos turnos, tenía incluso amigos a la mañana y la tarde. Justamente sus compañeros son los que se vieron muy afectados por la noticia. Si bien Rodrigo nunca planteó los problemas de violencia que tenían sus padres, siempre se mostraba alegre. Es por eso que lo querían mucho y sintieron su partida.

Ante esa “acusación” que sufría bullying y por todas las consecuencias que les pudieran quedar a los menores, es que la escuela decidió que sean contenidos por el cuerpo psicopedagógico de la institución. También aclararon que esa versión del bullying no salió de los padres, sino de otros familiares que luego no aparecieron más.

En su momento, la directora de la escuela Alicia Toledo había manifestdod que “Era un chico normal, apreciado por sus compañeros, él a mitad de año se cambió de turno a pedido de los familiares por sus horarios laborales para poder brindarle mejor atención. Había mejorado todas sus notas, el último día que estuvo presente fue el miércoles, jueves y viernes estuvo ausente pero ese día estaba feliz, y colaboró con la maestra de Tecnología”, le dijo a una FM de la capital provincial.

Toledo dijo que “dentro de la institución no creemos que haya sufrido bullying por su movimiento dentro de la clase, hay que destacar también que él hacía otras actividades fuera de la escuela y desconozco el tratamiento que tenía”. Ahora y por estar el caso netamente judicializado, prefirieron no hacer más declaraciones.

Hace un par de días, tanto el hombre, suboficial de la Policía, como su mujer, también empleada pública, fueron indagados por el juez de Instrucción Tres, Fernando Verón. Ambos admitieron que el drama se desató luego de una fuerte discusión en la que llegaron al borde de la agresión. Esta situación habría sido la que motivó al nene, a que tomara el arma del papá, que estaba en el vehículo familiar.

Según fuentes cercana a la investigación, la madre del niño habría sufrido severas agresiones por parte del marido quien violentamente le habría roto la ropa, alcoholizado con 1.3 alcohol en sangre, con elemento cortante. El niño y su hermanita presenciaron el hecho violento cuyo desenlace final terminó con la vida del niño en circunstancias investigadas.

Se estima que las autoridades judiciales dispondrán medidas tendientes a  proteger a la niña  quien declaró en cámara Gesell, contando los hechos que pusieron al descubierto la conducta extremadamente violenta del padre ocultada por la madre, antes del hecho que terminará con la vida de Rodrigo.

Declararon que el niño, aparentemente cansado de las peleas de la pareja, hizo un ademán con la nueve milímetros en la mano, en clara intención de descerrajarse un disparo. Esto hizo que el policía se abalanzara sobre él para sacarle la pistola.

Tanto el suboficial como su esposa dijeron que hubo una especie de forcejeo, en la que padre e hijo cayeron y que en ese instante se produjo el tiro. El proyectil dio en la sien del nene, que murió al día siguiente en el hospital Pediátrico.

Antes de ser indagados por el juez, se mantuvieron en su mentira durante cinco días, ya que durante la investigación se constató que habían modificado la escena del crimen, además de que tardaron más de tres horas en dar aviso a la justicia. En el lugar se incautó la ropa rota y ensangrentada de la mujer.

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