Áreas o árboles semilleros de especies nativas podrán ser registrados para su propagación, según resolución del INASE

Esta vigente la Resolución N°318/2018 del Instituto Nacional de Semilla (INASE) que permite registrar las áreas o árboles «semilleros» de especies nativas, lo que facilitará certificar el origen y la identidad de todo el material de propagación que los sitios de conservación de la selva misionera contengan. “Esto es un gran avance para la protección de la biodiversidad, se podrán inscribir propietarios de reservas privadas o identificar aquellos árboles que cumplen este rol”, indicó la investigadora y directora del Laboratorio de Semillas de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, Beatriz Eibl.

 

A partir de la aprobación de la mencionada resolución, se podrá avanzar en registrar aquellas áreas de la selva misionera que son reservas naturales que pueden ser, áreas originales o generadas a partir de una sucesión secundaria, en la que se incluyen especies de plantaciones o árboles aislados. Se le podrá asignar “un rotulo de identidad, emitido por el propietario de la reserva privada, que acompañará al material de propagación, desde su origen”, explicó la investigadora de la FCF-UNaM.

Esta resolución fue muy esperada por los investigadores, dado que así como se inscriben las áreas semilleras en especies exóticas, en adelante permitirá también realizar este proceso con las especies nativas.

Desde el aspecto operativo, el trabajo será impulsado por el equipo técnico central del INASE y sus delegaciones en las distintas regiones, que están vinculados con inscripciones e inspecciones a los viveros de nativas. “La Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado, en el registro de semilleros y relevamiento del listado de diversidad vegetal que contiene el área y el Ministerio de Ecología de la provincia, trabajará en conjunto con los organismo del Estado competentes en cada provincia”, explicó Eibl.

Para ello, indicó que “se deberán gestionar desde las instituciones los fondos necesarios para este proceso, a los fines de no significar un costo para el propietario que ya  asume el compromiso de la conservación”, agregó.

“Desde el Laboratorio de Semillas de la Facultad se ofreció al INASE  trabajar en la adecuación o determinación de los protocolos de germinación y almacenamiento para las especies nativas de mayor demanda de la Selva Misionera, vinculando a la Red de Bancos de Germoplasma y la Red de Jardines Botánicos con laboratorios de otras instituciones y universidades del país para las especies vegetales nativas de mayor demanda en cada Provincia”, precisó la especialista en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

 

 

Una demanda que crece

El comercio de semillas de especies nativas en proceso de aumento en la demanda, en particular en Misiones, provincia donde más se destina la reforestación para el uso con fines paisajísticos y de restauración de áreas principalmente.

“Se espera que esta demanda aumente hacia los usos de arboles nativos en los SAF (Sistemas Agroforestales) y en los proyectos de biomasa leña y producción maderable”, señaló la investigadora. “Varias reglamentaciones exigen la reforestación o restauración con especies nativas, pero aún la disponibilidad de semillas para la viverización no está organizada”, explicó.

 

 Identificación de áreas semilleras

Otro aspecto relevante es entender de la resolución vigente serán los requisitos de base para declarar un área productora de semilla.

·       Ser propietario de un área natural, que desea inscribir con el fin de disponer de material de propagación certificado para su uso propio y/o para la venta o intercambio.

·       El registro es voluntario y consiste en realizar una declaración de intención por parte del propietario ante el INASE,

“En esto, se trabaja con el equipo técnico del INASE Central y la Delegación de Misiones, que están vinculados con inscripciones e inspecciones a los viveros de nativas”, explicó Eibl.

La normativa “ya está en vigencia. Las instituciones deberán disponer de los recursos necesarios para su implementación a los fines de facilitar el registro y que no signifique un costo adicional al de la conservación.  Sería deseable un registro on line en la página de INASE Nación, sujeto a inspección de autoridad nacional y/o provincial”, concluyó la especialista.

 

Los “gigantes” de la conservación

Desde hace más de una década que desde la FCF-UNaM llevan adelante relevamientos para la identificación y registros de ejemplares árboles gigantes. En 2008, en un trabajo conjunto con la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), se registraron a 31 ejemplares, que representaban a 17 especies y que correspondían a ocho familias, en los Departamentos de Guaraní, San Pedro, Montecarlo, Eldorado, Gral. Manuel Belgrano, Libertador Gral. San Martín, Oberá e Iguazú.

Los gigantes registrados eran árboles nativos con dimensiones superiores a las referenciadas en la bibliografía para la especie; y se estima que en la provincia podrían existir no más de 200 ejemplares con estas características. “Conservar estos ejemplares y su entorno ambiental, permitirá su reproducción y la creación de un banco de germoplasma, técnica que asegura árboles semilleros de especies nativas, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad”, explicó en la oportunidad la ingeniera Eibl. “Nuestra cultura, nuestra historia, nuestra ecología y nuestra economía tiene que ver con el árbol”, repite a través de los años la investigadora.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

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