Con un panorama de pérdida de competitividad, caída de las ventas de más de un 50% y rentabilidad baja, en ocho provincias ya se registraron despidos en Pymes madereras

La visión de los empresarios sobre la actual crisis económica que enfrenta el sector foresto-industrial fue expuesta en el 139° Congreso Nacional Maderero de FAIMA, que concluyó el sábado en Buenos Aires. En las provincias de Santa Fe, Corrientes, Rio Negro, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Misiones y Entre Ríos confirmaron que ya se registraron despidos en la industria de la madera, mientras que el resto del país se registró hasta el momento suspensiones y reducción de horas o adelanto de vacaciones. “Lamentablemente se vendrán más despidos, la situación no da para más”, era la advertencia coincidente entre los empresarios presentes en el congreso maderero.

 

El aumento de los costos de servicios (energía eléctrica, el combustible, la presión tributaria) y las “altísimas” tasas de interés que aplican los bancos en el financiamiento que necesitan acceder las Pymes madereras del país hacen «insostenible» la actividad dentro de un contexto de baja demanda local y mercado interno deprimido, según expresaron directivos de cámaras madereras de distintas provincias del país al momento de marcar su visión del escenario actual en 139° Congreso Nacional Maderero de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), realizado en Buenos Aires el fin de semana.

 

El encuentro marcó el termómetro de la crisis que enfrentan distintas regiones del país frente a la recesión económica que se atraviesa y que ya impactó de lleno en la rentabilidad de la industria forestal, indicaron las fuentes consultadas por ArgentinaForestal.com

 

A pesar del «diálogo fluido y productivo» que tiene el sector con el Gobierno Nacional y «el esfuerzo de los madereros para que la microeconomía funcione», como reconoció el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, en la apertura del Congreso Nacional Maderero, entre los problemas serios que enfrentan las Pymes se posiciona en primer lugar la pérdida general del poder adquisitivo.

 

El presidente de FAIMA, Pedro Reyna dijo que entienden «cuando el Gobierno plantea mejorar la competitividad a largo plazo, pero también sabemos que nos apremia el tiempo». «Necesitamos que se hagan efectivas iniciativas interesantes como las tasas subsidiadas para financiamiento que anunció el Gobierno en las últimas semanas», expresó.

 

Desde la visión de las cámaras empresarias de diversas provincias, en forma coincidente expusieron que se atraviesa en la actualidad una “situación gravísima” por la abrupta caída de las ventas en el mercado interno en el último trimestre, que rondaría entre un 40 y 60 por ciento según la región.

 

En Santa Fe, Corrientes, Misiones, San Fernando, Pergamino, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, Mar del Plata, Salta y Buenos Aires, el escenario de las empresas es de rentabilidad «baja» o «nula», generada por la caída del consumo y la actividad de la obra pública en algunas provincias, sumado a las situaciones de corte en la cadena de pagos, un incremento en la circulación de cheques rechazados, cuentas embargadas, dificultades en la compra de cheques de terceros, entre otras dificultades que se presentaron en la comercialización.

 

A su vez, admitieron que las fábricas enfrentan una abrupta caída en la productividad, por lo tanto también en competitividad ya que se hace imposible realizar las inversiones necesarias en renovación y actualización de maquinarias y tecnologías, en un contexto de falta de control en la inflación, aumento permanentes en los costos internos por la suba del dólar, situación que en este negocio no puede ser trasladado a los precios de venta de los productos finales.

 

Expresaron en el Congreso, en forma coincidente también, que “el principal aumento de los costos se presentan en los servicios de energía, logística y cargas impositivas, mientras que en insumos y materia prima hay una actualización de precio, pero según la zona y la demanda”.

 

Por otra parte, la mayor preocupación de los empresarios estuvo centrada en el desánimo creciente de los trabajadores frente a la pérdida progresiva del poder adquisitivo, y esto afecta la productividad en las fábricas.

En las provincias de Santa Fe, Corrientes, Río Negro, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Misiones y Entre Ríos «ya se registraron despidos en la industria de la maderera, mientras que el resto del país se registró hasta el momento suspensiones y reducción de horas o adelanto de vacaciones». “Se vendrán más despidos, la situación no da para más”, fue la advertencia coincidente entre los empresarios presentes en el Congreso Maderero.

 

Si bien hay un gran esfuerzo en el sector para no cerrar aserraderos y fábricas de muebles, en la provincia de Buenos Aires, Chaco, Rosario y Mar del Plata ya se habrían cerrado emblemáticas Pymes madereras.

En este sentido, el clima expuesto desde la visión empresaria fue de un panorama «crítico» dado que hay varias empresas que han iniciado el proceso de concurso preventivo de crisis ante la Secretaria de Trabajo correspondiente. “Los aserraderos este año prácticamente funcionaron al 50% de la capacidad de producción”, explicaron.

 

Por otro lado, afecta el aumento de situaciones de competencia desleal ante la venta informal generada por la búsqueda de precios acorde a la realidad del mercado interno.

Durante todo el Congreso de FAIMA se repitieron las quejas de los empresarios por la inviabilidad de acceder a un financiamiento, condicionado esto por las altas tasas (+60%) y ante proveedores con menores plazos de financiación. “El alto costo financiero está presionando a las Pymes, eso vuelve inviable el negocio”, concluyeron.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

 

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