Casi 50 años después, resolvieron el crimen que más estremeció a Harvard

El abuso sexual y asesinato de Jane Britton conmocionó a Estados Unidos. La atacaron en su departamento, ubicado a pocos metros del Campus de la Universidad.

En enero de 1969, ocurrió el crimen que más estremeció a Harvard: la estudiante Jane Britton, de 23 años, fue abusada sexualmente y asesinada cerca del Campus, pero nunca se encontró al culpable. Hoy, casi 50 años después, los investigadores descubrieron qué fue lo que pasó con una de las alumnas más brillantes que estudiaron en la Universidad ubicada en Cambridge, Massachusetts.

Jane estudiaba en el Departamento de Antropología y se destacaba entre sus compañeros por sus conocimientos y responsabilidad. Por eso, cuando faltó a un examen importante que estaba programado para la mañana del 7 de enero, su novio sospechó que algo malo había pasado. James Humphries la llamó y cómo nunca le contestó, corrió hacia el departamento de la joven, ubicado en el edificio número 6 de University Road cerca del Campus.

Al llegar hasta la puerta, se dio cuenta que estaba sin trabar, por lo que entró y vio un escenario aterrador: la joven estaba tendida boca abajo en su cama, con la cabeza llena de sangre. La autopsia reveló que primero fue violada y luego golpeada hasta morir, contó el medio The Boston Globe.

La noche anterior, había ido a cenar con algunos de sus compañeros de clase al restaurante Acropolis y luego, pasó por su casa para cambiarse antes de ir a patinar sobre hielo con su novio. De allí, fueron a Charley’s, un pub frente al apartamento de Jane, antes de regresar a su vivienda alrededor de las 22.30. Una hora más tarde, él se fue.

Pero su noche no terminó ahí. La estudiante, graduada en Historia Medieval en el Radcliffe College, visitó a unos amigos, tomó una copa de jerez y regresó a las 00.30 al departamento que alquilaba por 75 dólares al mes. La mañana siguiente ya estaba muerta en su cama.

El caso conmocionó no sólo a todos en Harvard, sino a Estados Unidos en general. Un brutal asesinato y violación habían tenido lugar en el más prestigioso centro académico del país y la víctima había sido una de sus alumnas más brillantes. Diarios, cadenas de televisión y radios de alcance nacionales o locales solo hablaban del homicidio de Jane Britton.

La autopsia dictaminó que había sido golpeada por un objeto contundente múltiples veces que resultaron en fracturas del cráneo, contusiones y laceraciones del cerebro que fueron la causa de la muerte. El arma homicida nunca fue identificada.

Las pruebas de toxicología revelaron que el alcohol en sangre era negativo, pero su alcohol estomacal era de 0,08%, lo que sugería que lo que ingirió no lo pudo metabolizar. La conclusión forense determinó que Jane fue asesinada poco después de regresar a su apartamento, de acuerdo con el reporte hecho por la oficina del Fiscal del Distrito de Middlesex.

Las teorías que se divulgaron fueron de las más variadas. Incluso se creyó en un momento que el crimen podía estar relacionado con sus estudios antropológicos. Según los documentos de la policía, el cuerpo de Britton fue encontrado salpicado con un polvo de color marrón rojizo, un acto consistente con un antiguo rito de entierro persa.

Algunos especularon que el asesinato estaba vinculado con su trabajo en antropología en Irán, país al que había visitado meses antes.

Sin embargo, no lograron dar con ningún sospechoso y pasó a ser uno de los «casos fríos», como se las conoce a aquellas investigaciones que no concluyen nunca. Nadie creyó que el caso podía tratarse de un hombre que, de forma casual, la atacó.

Pero la semana pasada, casi 50 años después, el Fiscal de Distrito del Condado de Middlesex anunció que restos de ADN hallados en la escena del crimen fueron analizados nuevamente y condujeron a una persona: quien terminó con la vida de Jane fue un violador serial ya muerto llamado Michael Sumpter.

«El asesinato de Jane Britton ha suscitado muchas preguntas, y ha despertado el interés de miembros de la comunidad en los últimos 50 años. Múltiples equipos de investigadores han sido asignados a este caso buscando consejos del público y descartando a múltiples sospechosos», dijo la fiscal del distrito Marian Ryan, en una conferencia de prensa.

Y siguió: «Como fruto directo de su perseverancia y utilización de los últimos avances en materia forense, la tecnología del Laboratorio de Delitos de la Policía del Estado de Massachusetts hoy confío que el misterio de quién mató a Jane Britton finalmente se ha resuelto y este caso está oficialmente cerrado».

En octubre de 2017, el laboratorio criminal de la Policía de Massachusetts obtuvo restos precisos del ADN del sospechoso que habían sido encontrados en la escena del crimen. Los hizo analizar y buscó perfiles de posibles sospechosos, pero los de Sumpter llamaron la atención porque estaban conectados con cinco asaltos sexuales y tres asesinatos.

Lo que demoró el proceso es que el sospechoso está muerto y tuvieron que pedirle a un familiar una muestra de ADN. Finalmente fue el hermano de Sumpter quien se los proporcionó, aportando así la prueba clave para compararlo con el ADN que se encontró el 7 de enero de 1969.

Además, resulta que Sumpter estaba muy vinculado con Cambridge. Vivió allí desde niño, asistió a las escuelas públicas de allí y había estado en los registros policiales en más de una ocasión. Tuvo una novia que vivía en la zona y en la época del homicidio de Jane estaba trabajando en Arrow Street a unas 15 cuadras del departamento de la víctima.

Tres años después del asesinato de Jane, fue detenido por abusar de una mujer en una estación de metro a tan solo 300 metros del apartamento de su primera víctima. En 1975 fue condenado por violar y asesinar a otra mujer en una vivienda de Boston.

De acuerdo con la información dada por la fiscalía, se cree que Sumpter «entró en el apartamento de Jane a través de una ventana, la asaltó y la asesinó en su cama antes de huir del edificio». Similar a como había hecho en el caso de la violación y muerte por el que sí fue sentenciado en 1975.

En 2001, Sumpter murió de cáncer a los 54 años. Desde entonces se le conocieron otros casos de violación y crímenes gracias a técnicas de ADN. (Clarin)

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