Fabián Franco, fotógrafo naturalista y guardaparque del Ministerio de Ecología del Parque Provincial Moconá (PP Moconá), capturó ayer esta imponente imagen del atardecer sobre la selva misionera, saliendo del parque y recorriendo el curso del Río Uruguay que rodea el área natural.
En diálogo con ArgentinaForestal.com explicó que tuvieron unos días de intensas lluvias en la zona, pero ya “regresaron los días frescos , y está algo inestable, pero a veces sale el sol. El pronóstico del fin de semana permite el acceso al parque provincial, el puente está habilitado y los paseos náuticos también, para visitar los Saltos del Moconá», informó.
El acceso al parque es hasta las 18 horas, y durante el domingo habrá servicio de balsa de 9:30 a 11:30 y de 15:30 a 17:30 horas. Al terminar el recorrido, se presenta ideal para preparar el mate de regreso a destino, y disfrutar la caída de sol sobre la selva misionera, un paisaje único estos días con la vista de luna llena, sencillamente se transforma en una experiencia irrepetible que ofrece el entorno natural de la provincia.
«Cada momento la selva misionera muestra vivencias diferentes, lo que me llevó hace cinco años a comprar una cámara fotográfica para realizar los registros de paisajes, insectos, flores, las neblinas que se forman al amanecer, los pájaros, y de todo aquello que llamara mi atención y me despertara emociones”, expresó el guardaparque.
El Parque Provincial forma parte de la Reserva de Biosfera Yabotí, unas 253 mil hectáreas que integran la ecorregión del Bosque Atlántico que se extiende desde el norte de la Argentina, y abarca parte de Brasil y Paraguay. Moconá se localiza en la zona centro-este de Misiones, específicamente en el Departamento de San Pedro, entre los municipios de El Soberbio y San Pedro, al límite con la República Federativa del Brasil, frontera con el Estado de Rio Grande Do Sul que mantiene en su territorio al Parque Estadual Do Turvo de 17.491 hectáreas.
Para ingresar al área del PP Moconá, se bordea el arroyo Yabotí Guazú y el Río Uruguay. “Estas aguas tienen su particularidad, que suben y bajan en forma constante en la zona. Eso también hace que el paisaje siempre este en movimiento y todo sea diferente. De igual forma, aunque hay veces que los Saltos del Moconá no estén visibles por la crecida del río, hay mucho por disfrutar en el área natural que tiene una singular belleza, por sus neblinas, sus verdes, sus caminos, que en imágenes intento registrar y transmitir, pero no sé si logro realmente reflejar la belleza de la selva misionera”, expresó el guardaparque.
Por Patricia Escobar
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