Estrategias sustitutivas: conocé las claves para dejar el cigarrillo

Cuando se procura abandonar la adicción al tabaco, existen momentos de gran debilidad, que si bien suelen durar unos pocos segundos, será elemental poder dominar para acercarse al objetivo. Cinco consejos para renunciar al hábito y los beneficios que se producen a partir de los 20 minutos de hacerlo.

Si bien las últimas encuestas realizadas en nuestro país expresan una disminución en el consumo de tabaco entre los adultos, todavía son muchas las personas que quieren dejar de fumar y sienten que no pueden.

Según un estudio realizado recientemente por la consultora internacional Kantar TNS para laboratorios GSK, dos de cada diez argentinos adultos son fumadores. Consultados al respecto, el 67% quería abandonar el hábito y su principal razón es por temas relacionados a la salud, mientras que un 78% había intentado dejar de fumar. Sumado a ello, un tercio de quienes piensan dejar de fumar lo estaban intentando al momento de la encuesta, que se realizó sobre 1.204 casos en diciembre de 2017.

El doctor Raúl Guillermo Espinosa es el presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (Asat) y subrayó que «el tabaquismo en la Argentina en los últimos 10 años disminuyó en el total de la población, así lo muestra la tercera encuesta nacional de factores de riesgos que informó que la tasa de fumadores en la Argentina descendió de un 29,7% a un 25,1%».

La tasa de fumadores en la Argentina descendió de un 29,7% a un 25,1%

Además, también se redujo el porcentaje de personas expuestas al humo de tabaco ajeno, tanto en los lugares de trabajo como en los hogares. «Lo que vemos es un descenso menor al esperado. Sin embargo, en los jóvenes se detectaron aumentos en el consumo de productos diferentes del tabaco, no sólo de cigarrillos y, además, un descenso en las edades de inicio, la misma ronda los 11 años en las poblaciones vulnerables», agregó el experto.

La buena noticia es que abandonar el hábito de fumar reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades asociadas al tabaco y mejora la calidad de vida a cualquier edad:

– Dejar de fumar a los 30 años reduce la probabilidad de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con fumar en más del 90%.
– Dejar de fumar a los 50 años disminuye en más del 50% el riesgo de muerte prematura que quienes continúan fumando.
– Dejar de fumar a los 60 años suma calidad de vida respecto de quienes siguen fumando.

Beneficios de dejar de fumar
– En 20 minutos, la presión arterial y la frecuencia cardíaca vuelven a la normalidad.

– En 12 horas, el monóxido de carbono es eliminado del organismo.

– En 24 horas, los pulmones empiezan a eliminar moco con restos de sustancias químicas relacionadas al tabaco.

– De dos a 12 semanas, el riesgo de ataque cardíaco empieza a reducirse y la función pulmonar empieza a mejorar. Mejora la circulación sanguínea del cuerpo.

– De uno a nueve meses, mejora la tos y la falta de aire.

– Al año, se reduce un 50% el riesgo de infarto.

– A los cinco años, el riesgo de un ataque cardíaco cae a la mitad y el riesgo de accidente cerebro vascular comienza a igualarse con el no fumador.

– A los diez años, el riesgo de cáncer de pulmón cae a la mitad y el riesgo de un ataque cardíaco es igual al de alguien que nunca fumó.

Respecto a cómo vencer esos siete segundos de deseo de prender un cigarrillo cuando se está tratando de dejar de fumar, Espinosa recomendó recurrir a lo que se conoce como estrategias sustitutivas. «Esto es, por ejemplo, tomar agua fría, llevar un caramelo, chicle o fruta a la boca y las técnicas de respiración y relajación, mantener las manos ocupadas y de ser posible lavarse los dientes».

Paso a paso para dejar de fumar

La adicción a la nicotina se compone de dos aspectos. Por un lado, la adicción física del cuerpo que comienza cuando la nicotina activa receptores en el cerebro que liberan químicos que hacen que el fumador experimente placer y menos ansiedad. El cerebro se acostumbra a estas sustancias y las necesita durante todo el día para aliviar los síntomas de abstinencia.

Por otro lado, hay una adicción psicológica a los rituales diarios que se asocian al fumar que involucran personas, lugares, actividades y estados de ánimo. Se los conoce como «factores desencadenantes situacionales» y pueden hacer fracasar el intento de abandono.

El presidente de la Asat destacó que «en la dependencia física los mejores elementos disponibles son los fármacos y entre ellos los sustitutos nicotínicos en sus diferentes formas. La dependencia psicológica es más difícil de definir ya que es muy personal en cada individuo y tiene que ver con el lugar que ocupa el cigarrillo en cada persona».
La terapia de reemplazo de nicotina -o nicotina terapéutica- se estableció como una forma probada y efectiva en el tratamiento para abandonar el hábito de fumar. Controla los síntomas del síndrome de abstinencia, actuando directamente sobre los receptores de nicotina del cerebro.

«Es muy importante que el paciente identifique qué representa para él el cigarrillo, con el objetivo de que pueda abandonarlo. Se debe trabajar con el aumento de la motivación para que el paciente decida dejar de fumar eligiendo sus propias razones para hacerlo, reforzando los beneficios que va a obtener si lo logra. Además, es aconsejable que reciba apoyo con técnicas cognitivo-conductuales que lo ayuden a sobrellevar su abstinencia», puntualizó el especialista.
En formato de chicles, pastillas o parches, la terapia de reemplazo de nicotina logra aliviar la ansiedad y controlar los síntomas de abstinencia. Son de venta libre y actúan mediante la liberación de niveles más bajos de nicotina terapéutica, sin los siete mil componentes químicos que contiene el humo del tabaco.

Sumado a la mejora en la calidad de vida, abandonar el cigarrillo representa, también, un ahorro importante en la economía personal y familiar.

Sólo uno o dos cigarrillos diarios, ¿no es nada?

Espinosa subrayó que «muchos pacientes minimizan su adicción al considerar que el consumo de unos pocos cigarrillos al día no es un problema para su salud. En estudios realizados sobre el tabaquismo y el riesgo de padecer un infarto, se vio que en las personas que fuman hasta 5 cigarrillos se incrementa más del doble la chance de tener un infarto versus aquel que nunca fumó. En aquellas personas que fuman 40 cigarrillos o más al día aumenta 9 veces la probabilidad de un infarto».

Cinco consejos para dejar de fumar

1- Definir las razones por las que se quiere dejar de fumar.

2- Fijar un día para dejar de fumar.

3- Identificar el tratamiento adecuado para uno.

4- Crear una red de apoyo con amigos y familiares que puedan ayudar, no fumando cerca y no hablando del tema.

5- Empezar el tratamiento y mantenerse ocupado, para que la mente no piense en el cigarrillo.

 

 

Fuente: Infobae

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