El sábado liberarán a la tía de Sheila: podría quedar desvinculada del crimen

Aportó pruebas de que no estuvo en el departamento en donde fue secuestrada la nena de 10 años.

Leonela Ayala, la tía de Sheila, aportó una serie de elementos que probarían que no estuvo en su casa la tarde que la pequeña fue asesinada. En su declaración indagatoria se despegó del homicidio de la niña de 10 años, ocurrido el 14 de octubre pasado y comprometió a su pareja, el paraguayo Fabián Ezequiel González Rojas.

De esta forma, la imputada alivió su situación y la investigación, al menos en lo que refiere a ella, y confirmaron que será liberada este sábado.

Hasta ahora González, a quien le encontraron rasguños en un brazo y, según un testigo, modificó radicalmente sus hábitos el día que Sheila fue asesinada, aparece más comprometido. La principal hipótesis indicaría que aprovechó que su pareja se habría ido después de una discusión y, al quedar solo en la casa, habría raptado a Sheila cuando jugaba en la precaria plaza del predio.

Se concretaron las indagatorias de ambos imputados. Sus declaraciones habían sido suspendidas debido a inconvenientes en el traslado de Leonela desde la alcaldía de La Plata, donde fue alojada al día siguiente de haber dado a luz a su cuarto hijo.

Durante la indagatoria, que se desarrolló durante más de dos horas, Leonela ratificó que su marido habría intentado abusar de su propia hija, también de 10 años, siete meses antes del asesinato de Sheila, ocurrido en el barrio Trujui, en San Miguel.

Este hecho ya había sido señalado en el expediente por un vecino que afirmó que hace más de siete meses había escuchado una discusión entre Leonela y su pareja en la que la mujer lo acusaba de haber abusado de su hija mayor.

Ante esta acusación, cuando era perseguido por su mujer y algunos familiares, González se habría refugiado detrás de un auto abandonado. El caso nunca se judicializó hasta que hoy Leonela ratificó los dichos de aquel vecino y acusó a su marido. La mujer agregó que en aquel momento no había hecho la denuncia porque su pareja habría amenazado con matarla.

En su declaración, en la que rompió en llanto durante algunos tramos, Leonela presentó elementos que probarían que no estuvo en el departamento 6 del Campo Tupasy la tarde en la que Sheila fue secuestrada y asesinada.

Entre esas pruebas aportadas por la acusada figuran los informes de la tarjeta SUBE que indicaron que abordó un colectivo a las 11.20 y regresó después de las 18. La acusada también aportó los testimonios de varias personas, entre ellos, su hermano Martín, que afirmaron que habían estado con ella la tarde en la que Sheila fue asesinada.

Al exponer el supuesto perfil de agresor sexual de su pareja, la madrina de Sheila complicó la situación de González.

La principal hipótesis de los investigadores apuntó a que la niña fue asesinada durante un intento de abuso de sexual. Esa teoría se funda en que el cuerpo de la pequeña fue hallado sin ropa y en las heridas que tiene el acusado, que habrían sido provocadas por la víctima en un intento de defenderse.

El cadáver de Sheila fue hallado el 18 de octubre pasado, cuatro días después de su desaparición. Un chico de 10 años alertó a los bomberos, que encontraron el cuerpo en el hueco de una medianera. Los estudios complementarios realizados en las muestras de tejidos que los forenses tomaron durante la autopsia determinaron que Sheila fue asesinada el mismo día que desapareció. En el informe de los forenses también se determinó que el cuerpo presentaba fracturas post mortem en seis costillas, que habrían sido producidas cuando el cadáver fue arrojado desde el balcón del pasillo que da a la puerta del departamento del acusado.

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