Dia mundial sin alcohol: ¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando consumimos bebidas alcohólicas?

Hoy, 15 de noviembre, se celebra el Día Mundial Sin Alcohol. Esta fecha fue instaurada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y tiene como objetivo invitar a la reflexión, desde todas las instancias, sobre el alcohol y sus consecuencias para la salud.

Nuestro país se caracteriza por tener un alto consumo de bebidas alcohólicas, precisamente se ubica en tercer lugar en toda América en cuanto a consumo de alcohol: 9,1 litros per cápita. Este dato es alarmante, sumado a que, actualmente, se observa un mayor consumo desde edades tempranas en adolescentes y jóvenes.

El consumo frecuente de alcohol es considerado un factor de riesgo cardiovascular, junto a la mala alimentación, el sedentarismo, el tabaquismo, entre otros. Este aspecto nos debe hacer reflexionar acerca de nuestros hábitos y estilo de vida, ya que en nuestro país las cifras de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares (ACV) es altísima y va en aumento.

Para conocer un poco más en detalle los riesgos del consumo excesivo de alcohol, les cuento los efectos que provoca el mismo, en nuestro organismo:

  • El cuerpo de deshidrata: el alcohol inhibe a una hormona llamada “antidiurética” (ADH), la cual es la encargada de que nuestros riñones capten de nuevo el agua que están empleando en la filtración, esto provoca que orinemos más y con mayor frecuencia y el cuerpo pierda más agua.
  • Efectos en el cerebro: el alcohol es un depresor del sistema nervioso, su consumo afecta gradualmente las funciones cerebrales, en primer lugar, a las emociones (cambios súbitos de humor), los procesos de pensamiento y el juicio. Si continúa la ingesta de alcohol se altera el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio.
  • En la circulación: aumenta la actividad cardíaca, produce palpitaciones, aumenta la presión, debilita la musculatura del corazón y su capacidad de bombear sangre.
  • En el estómago: irrita la mucosa del estómago, pudiendo provocar una gastritis o ulcera, según la gravedad.
  • En el hígado: irrita e inflama las células hepáticas pudiendo provocar una hepatitis alcohólica, sobrecarga la función de desintoxicación que realiza el hígado y puede producir insuficiencias, hígado graso, y si evoluciona aún más, una cirrosis.
  • Debilita el sistema inmunológico, debido a que produce una disminución de glóbulos blancos.
  • Aumento de peso: cada gramo de alcohol aporta 7 calorías, consideradas vacías, es decir no aportan nutrientes al organismo, solo calorías

Tomemos conciencia de la gravedad de las enfermedades crónicas no transmisibles y los factores que las predisponen, como es el caso del alcohol. Es importante tener un consumo racional de estas bebidas, tratando de evitarlas en el día a día y dejarlas para eventos, un fin de semana o cualquier otra situación especial.

Debemos hidratarnos mucho en días calurosos como estos, pero a base de agua segura, jugos de frutas y aguas saborizadas naturales, los cuales aportan agua que es utilizada eficazmente por el cuerpo, caso contrario a las bebidas alcohólicas.

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P. n° 147

Contacto: https://www.facebook.com/nutricionmisiones/

 

 

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