Teledetección y Geomática: una mirada desde el cielo

El avance tecnológico y la tendencia a una cada vez mayor accesibilidad a tecnologías y/o a productos resultantes de esas tecnologías plantean un cambio en los paradigmas de un sinnúmero de actividades y disciplinas, no quedando exentas, en absoluto, las del rubro agrícola y forestal, como ser las actividades tendientes a dimensionar o evaluar la actividad, tanto en superficies, como en volúmenes de producción, estado sanitario o potenciales productivos.

 

El aumento de la resolución de las imágenes satelitales, llegando a identificar objetos menores al metro de tamaño, la inclusión de partes de la radiación solar “no visible” (principalmente infrarrojos) en dichas imágenes, las fotografías aéreas digitales, la utilización de Vehículos Aéreos no Tripulados (VANTs o comúnmente “drones”), hacen posible una nueva gama de opciones para la determinación de superficies, identificación de cultivos o coberturas naturales, evaluación de estados de la vegetación, estimación de producción, entre otros.

 

La disciplina encargada tradicionalmente de este tipo de actividades es la “Teledetección”, sin embargo la tendencia actual es incluirla dentro de una nueva disciplina «englobadora», la “Geomática”, una conjunción de la “Geociencia” y la “Informática”. La Geomática incluye a la Cartografía, Fotogrametría, Topografía, Teledetección, SIG (cartografía digital vinculada a bases de datos) y GPS desde el momento en que estos son utilizados en entornos virtuales.

 

Estos cambios alimentan la disyuntiva respecto de si las actividades deben ser realizadas “a terreno” o “en oficina”, la que cuenta con férreos defensores en ambos lados, sin embargo, no hay necesidad de definirse por una de las opciones, cada situación es diferente y amerita su definición, pero es clara la tendencia a que una considerable cantidad de actividades que tradicionalmente se realizaban exclusivamente a terreno hoy se realizan total o parcialmente en oficina. El estado de lo que se pretende relevar y el objetivo para el que se necesita de esa información será determinante a la hora de definir la cuota de “terreno” y “oficina” de la actividad.

 

Por ejemplo la medición de superficies efectivas de plantaciones forestales jóvenes y adultas, yerbales, citrus y otros cultivos o coberturas naturales tienen una tendencia a presentar resultados considerablemente más certeros mediante una mirada “desde el cielo” que mediante el recorrido de su perímetro con apoyo de un dispositivo GPS, esto se debe a la dificultad que presenta detectar, estando a nivel de suelo, fallas en los cultivos o irregularidades en los bordes, más aun habiendo presencia de regeneración natural de bosques tan común en la provincia de Misiones.

 

Otro ejemplo es que hoy raramente se realiza un trabajo de inventario de masas forestales sin un mapeo previo de las áreas y caminos mediante imágenes satelitales, y sobre ese mapeo plasmar la planificación de la distribución de parcelas de medición, el orden de medición, entre otros. La cartografía resultante de esa planificación es cargada a navegadores GPS o dispositivos móviles como ‘tablets’ o ‘smartphones’, lo que permite una considerable optimización del tiempo de ejecución de las actividades de terreno.

 

Pero el mayor potencial de la mirada “desde el cielo” no está en lo “visible”, las imágenes satelitales en realidad están compuestas por numerosas imágenes, denominadas bandas, y estas imágenes están generadas, en parte, por la fracción “visible” de la radiación solar reflejada en la superficie terrestre y en parte por la fracción “no visible” de esa radiación (principalmente infrarrojos). Es la parte infrarroja, la más sensible al estado de la vegetación como ser grado de crecimiento, estrés (como sequía o enfermedad), así como a las variantes intrínsecas que caracterizan a especies o grupos de especies vegetales.

 

Imágenes: Izquierda imagen satelital de media resolución incluyendo banda infrarroja. Derecha Índice de Vegetación en plantaciones forestales y Bosques naturales.

 

Esta característica de las imágenes satelitales, que también pueden incluirse en drones y aviones, las hacen especialmente interesantes para diferenciación de cultivos y/o coberturas naturales, para detección de afecciones por enfermedades o carencias hídricas o de nutrientes, y para la estimación de la productividad de un área cultivada o natural. La estimación de productividad puede ser sobre biomasa, granos, madera, hoja, y suelen realizarse mediante los denominados “índices de vegetación” que son cálculos matemáticos entre los valores de luz solar reflejada en diferentes bandas de la imagen, principalmente el rojo y el infrarrojo.

 

En la provincia de Misiones, de un par de años a esta parte, se ha incursionado en estimaciones de biomasa en plantaciones forestales, producción de hoja verde de yerba mate y producción de madera en plantaciones forestales, mediante las técnicas mencionadas, con resultados muy alentadores, habiendo una buena base para avanzar en la incorporación de estas tecnologías al sector productivo y de conservación.

 

(*) Damian Lorán

Ingeniero Forestal. Especialidad Geomática.

Cátedras de Topografía y de Teledetección.

Laboratorio de Herramientas de Soporte a las Decisiones.

Facultad de Ciencias Forestales – UnaM.

Contacto: [email protected]

 

 

 

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