Defensa le ganó a Junior pero no le alcanzó y se despidió de la Copa Sudamericana

Se impuso 3 a 1 en la cancha de Independiente, donde le anularon un gol lícito. El equipo colombiano se metió en semifinales.

Esta vez no hubo hazaña posible para Defensa y Justicia, que mereció pasar la serie de cuartos de final de la Copa Sudamericana, pero no le alcanzó el 3 a 1 en la revancha. El gol de Junior hizo valer el 2 a 0 a favor de los colombianos en Barranquilla y dejó eliminado al Halcón de Varela injustamente y con un Sebastián Beccacece enfurecido contra el árbitro, que anuló mal un gol a instancias del VAR.

Los aplausos que regalan hinchas que llegaron al estadio de Independiente son todo un síntoma: están orgullosos del equipo que comanda Beccacece. Duele la eliminación. Pero un traspié no puede opacar el camino, el trabajo, la idea trasladada en el campo de juego. Y es que Defensa alcanzó esta instancia histórica jugando un fútbol de alto vuelo y dejando atrás a América de Cali, El Nacional de Ecuador y Banfield. Entonces, no hay bronca ni reproches en las palmas que bajan desde las tribunas del Libertadores de América; sino agradecimiento. Y está bien que así sea.

Fue arrollador el arranque de Defensa. A las ganas lógicas le sumó concepto, el que casi siempre muestra. Abrumó el que hizo de local en Avellaneda. Desde el inicio soltó a los laterales y empezó a construir juego desde los centrales. Para cuando Lolo Miranda metió el golazo de volea, a los 18, Defensa ya lo merecía largamente. Casi ni se festejó: todos fueron a buscar la pelota para llevarla al medio. Así de metido estuvo el Halcón. Diez minutos más tarde, Nicolás Fernández aprovechó un mal cierre de Fuentes y puso el 2-0.

La jugada polémica llegó a los 43 minutos, justo cuando los hinchas argentinos terminaban de corear el himno nacional improvisado con las trompetas de la tribuna. Fernández recibió solo de Blanco y puso el tercero. Pero Raphael Claus consultó el VAR y cobró una falta previa de Molina a Pico. El empujón que se observó fue mínimo, imperceptible… Beccacece explotó en el banco al grito de “¡ladrones!” y al salir después del entretiempo fue expulsado.

En el inicio del complemento Uvita Fernández metió el 3-0 que hizo creer en el milagro por un momento. Pero en el fútbol existen las injusticias. En una jugada aislada, porque Junior no había pateado al arco en todo el segundo tiempo, Luis Díaz colgó la pelota de un ángulo y descontó para quedarse con el pasaje a las semifinales por el gol de visitante.

No hay reproches; hay aplausos y ovación para este Defensa que mereció mayor justicia.

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