Transgresora de la moda y creadora de su nombre como marca registrada, Nélida Madelaire lleva casi 50 años de vigencia indiscutida

“Una incansable trabajadora”, así se define y es el espíritu que la mueve y caracteriza. Sin dudas, vanguardista  en mujeres emprendedoras y empresarias de la Provincia de Misiones. Es la madre de la famosa diseñadora Miuki Madelaire. En su haber le cabe la primera perfumería de la Provincia, aparte del indiscutible dote de ser la dama de la televisión misionera y propulsora de los más conocidos desfiles de moda. Su carrera televisa en Misiones fue prácticamente en paralelo a la diva Mirtha Legrand, programa que recién llegó a la provincia muchos años después que Nélida ya era conocida en todos los rincones de la tierra colorada.

 

Nélida Madelaire no es de dar entrevistas. “No quiero quedar mal, son muchos medios”, reconoce sobre su decisión de no dar notas. Pero en esta oportunidad aceptó una entrevista con Misiones Online. La vida de Nélida es, como ella misma lo describe, la de una trabajadora, como puede ser cualquiera. Sin embargo es imposible no reconocer que es una mujer que trascendió los límites, y desde hace casi cinco décadas  va más allá de lo predeterminado.

45 años de Tv, en paralelo empresaria, ícono en la moda misionera, madre, esposa, abuela.

¿Cómo comenzó tu carrera en la Tv y tus inicios como empresaria?

Soy docente, después hice el profesorado de literatura y castellano en Posadas. Comencé mi carrera en el Instituto Superior del Profesorado de la provincia, que después se convirtió en la UNaM. O sea que fuimos los propulsores, allá por el año 62. Me recibí de maestra con 17 años y trabajaba por la mañana de preceptora, por la tarde de maestra y por la noche iba al profesorado. Un día fuimos con el profesorado a LT 17 y fue la primera vez que me puse en contacto con un micrófono. Me encantó… Pasó el tiempo y mi amiga Jovita del Valle me invitó a ir a la radio. Me hizo abrir cartas de llamados telefónicos. Cuando me di cuenta estaba dentro de los medios. Estuve un tiempo en la radio…Un día me invitan al canal de televisión. En esto también tuve una premonición: un día mirando un programa del circuito cerrado dije qué lindo debe ser estar en televisión.

 

¿Fue en paralelo esos inicios con lo de la Perfumería, cómo fue?

En ese entonces (mientras hacía radio), la Perfumería Moderna pertenecía a la señora Madueri. Ella quería hacer una propaganda para el Día de la Madre, entonces buscaron en la radio quien iba y me llevaron para hacer la publicidad de un polvo para el cuerpo. Les gustó tanto que me contrataron para hacerlo. Comencé hacer eso, luego comencé con un programa, por el año 68. Yo ya estaba casada y llegaba la radio a toda la provincia. Después, con 29 años compré la Perfumería Moderna. Con 50 pesos y una garantía que me dio mi esposo (Carlos Madelaire) de un terreno.

 

¿Te imaginaste esto de tener tanta vigencia  y trascendencia?

Tardé en darme cuenta, en tanta vorágine, es tan rápido como sucede todo. Para mí era como ir al supermercado. No me daba cuenta. Pero después cuando comenzaron a pasar los años, cuando iba al interior y veía tantas antenitas, la demostración de cariño de la gente es como que comencé a pensar.

 

¿Cómo encaraste tus ideas en la tele, los desfiles, tenían algún asesor, alguna estrategia?

Hace 45 años de tv, pero nunca había estado en un estudio de televisión. Pero yo decía si yo vendía una publicidad que es una cosa intangible, como no voy a vender un producto. Así fue que también comencé con el negocio. De la misma manera en el canal.

 

¿Has pasado por muchas crisis, cuál es la clave para mantenerse en lo empresarial y en la televisión con auspiciantes?

Sí, pasé por muchas crisis. Pero los auspiciantes nunca se fueron. Creo que en épocas de crisis, es donde más tenes que agudizar el ingenio. Saber que la publicidad no es un gasto, sino una inversión. Yo no sé que habrá pasado pero los auspiciantes de nuestro programa, nunca se fueron. Puede ser que nos capten como somos, que somos auténticos, que si me duele la cabeza lo cuento. Todo era muy rígido cuando comenzamos y yo dije quiero otra cosa.

 

Actualmente la mujer está tomando mucho protagonismo, pero ¿cómo fue en tus inicios y el hecho de ser mujer y encarar lo empresarial y la televisión?

Bueno, anoche fue un momento histórico con la ley de Paridad Política del 50 y 50. En lo privado, me acuerdo que me subestimaron cuando comencé con la Perfumería, pero dije cómo no voy saber. Lo voy a lograr. Con mucho esfuerzo supe imponer el negocio y los que habían pensado que no iba a poder, al año se dieron cuenta que las cosas salieron bien. Pero no todo es color de rosa. Todos tenemos tristezas, alegrías. A lo mejor exageré un poco en el trabajo.

 

¿Cómo surgió la idea de los desfiles al aire libre?

La primera vez que fui a París, con mi primer esposo Carlitos, el padre de mis hijos, que ya falleció, salimos a caminar y de pronto vimos un desfile, donde miles de modelos iban caminando por la calle. Entonces,  quedé fascinada y en ese momento dije ‘esto lo vamos hacer’. Y así fue que comenzamos. Luego de unos años Giordano comenzó también hacer, fuimos los primeros en el país.

 

¿Para muchos sos la Mirtha Legrand misionera, te suelen decir, cómo te sentís, fue prácticamente en paralelo sus carreras?

Me da mucha vergüenza cuando me dicen (risas). Yo comencé mi programa sin verla y después la gente comenzó a decirme que tenía algunos tics de ella. Pero acá no llegaba su programa, conocí una vez que fui a Buenos Aires, cuando hacia los almuerzos. Yo no tenía nada de ella, pero después la comencé a conocer. Es una señora muy profesional, dedicada exclusivamente a ello, con un equipo de 60 personas trabajando para ella. Yo la admiro. Nosotros, en cambio somos un equipo mucho más chico, me apoyo mucho en mi hija Chiti, gracias a ella puedo viajar y hacer otras cosas.

 

¿Crees que alguien puede ocupar tu lugar, Chiti principalmente, le dejarás tu legado?

Por su puesto. La veo totalmente ocupando mi lugar. Cada uno tiene su peculiaridad, se diferencian de cualquier manera.

 

¿El tema de la televisión trasladado a la vida cotidiana, cómo es el misionero con vos, ya que te conocen en todos lados?

Es hermoso. Soy una agradecida a la vida. No hay dinero que pueda pagar ese afecto. Eso que se juntaban a mirar el programa pasaba y pasa hasta ahora. Hay veces que cuando me voy al interior me produce una ternura muy  grande: no podes pensar que gente de tan lejos te tengan de amiga, es muy fuerte.

 

¿Qué mensaje le darías a una mujer que quiere emprender o cumplir sus sueños, en el ámbito que sea?

Soy una laburante, una trabajadora. Un buen día me premiaron como la empresaria del año, la CAMEM, comencé también a trabajar con ellas. Es interesante, que se acerquen, porque estamos trabajando para que las mujeres se puedan sentir útiles, independientes. Una mujer no es totalmente independiente si no tiene su independencia económica. Tiene que buscar la forma de realizar lo suyo. Primero buscar lo que nos gusta, que comience a probar y sobre todo que sea constante, persistente, que investigue. Es cuestión de agudizar el ingenio. Soy una agradecida a la vida, tres hijos (Chiti, Miuki y Carlos), mis cinco nietos. Creo que existe una fuerza divina que está adentro, y que debemos buscarla afuera.

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