Ni la lluvia ni los graves efectos del clima, frenan las clases en una escuela aborigen Mbyá Guaraní

La comunidad Mbyá Guaraní está ubicada en Colonia Delicia, sobre el arroyo Aguaraí Miní, a pocos metros de la Ruta Nac. 12,  a unos 5 kilómetros de Colonia Mado y a sólo 25 kilómetros de distancia de la zona urbana de Eldorado, en Misiones. Consecuencia de las condiciones climáticas extremas que afectaron la precaria escuelita, los docentes igualmente dictan clases en los pasillos los días de lluvia.

Dar visibilidad a las necesidades de las Comunidades Mbyá Guaraní de la provincia forma parte de entender que se trata de una problemática que engloba desafíos como la conservación de la naturaleza, la erradicación de la pobreza y la disminución de las desigualdades.

Magali y Juan Emilio se acercaron a la escuela de la Comunidad Mbyá Guaraní “Aguaí Poty”, ubicada sobre el arroyo Aguaraí Miní, a pocos metros de la Ruta 12, a unos 5 km de Colonia Delicia Mado y a solo 25 km de distancia de Eldorado.

Fue el viernes, cuando caía una lluvia intensa en la zona. Pensaron que por las condiciones del clima, los docentes no estarían dando clases, y se podría charlar en algún momento más tranquilos de sus actividades diarias, sobre temas de educación ambiental, concientización sobre el Cambio Climático y otros temas que movilizan a la acción en la actualidad respecto al cuidado de la naturaleza.

Sin embargo, el Aula Satélite N°2 al que nos estamos refiriendo, dependiente del Instituto de Enseñanza Agropecuaria N°5 de Colonia Parejha, se encontraba en precarias condiciones, golpeada en su débil estructura por las inclemencias climáticas, con un piso aún de tierra que por las lluvias impedía el acceso al aula, pero de todas formas, las clases se seguían dictando en el pasillo. La escuelita se encuentra dentro de la comunidad indígena, en un territorio de 523 hectáreas de extensión que tradicionalmente ocupan, y así lo demuestra el relevamiento realizado en el 2011, por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, en cumplimiento de la Ley 26.160.

Lejos de amilanarse con las adversidades cotidianas, la maestra de primer ciclo Sabina Mojoñka del Aula Satélite, expresa en sus redes sociales en forma constante su felicidad por el trabajo que realiza con la comunidad y la energía que recibe de su gente, y esto fue también un motivo de ejemplo y admiración para sus visitantes. “Nos dio mucha esperanza conocerla”, dijo Magalí.

El grupo de docentes del Aula Satélite está integrado además por Juan Duarte es el maestro auxiliar, Javier Nesteruk es el profesor de Tecnología, y Gabriel Graciani es el profesor de Historia.

“La escuelita es muy precaria y está inmersa en una realidad de extrema pobreza. El aula funciona dentro de la comunidad y tienen piso de tierra, y tampoco tienen baños. Las clases se dictan a todos los chicos en el mismo aula, más allá de las edades que marcan que debieran estar en niveles diferentes”, describió Magalí en diálogo con ArgentinaForestal.com, que junto a Juan Emilio, fueron muy bien recibidos por docentes y representantes de la comunidad Mbyá Guaraní.

En las últimas semanas la situación climática fue más compleja en la zona, y en las imágenes (ver galería de fotos), se puede observar en las condiciones de precariedad en la que diariamente “estudian” los chicos.

Los docentes tienen un rol clave para su desarrollo humano presente y futuro, son hoy el sostén para la comunidad, además de acompañarlos, estimularlos diariamente -a pesar del contexto en el que viven- también se ocupan de preparar las meriendas diarias y los asisten en otras necesidades cotidianas de salud. Realidad que se repite en muchas escuelas rurales del interior de la provincia.

 

A diferencia de otras comunidades que tienen sus tradiciones y costumbres con cierta distancia de lo urbano, los representes de la aldea “Aguaí Poty” quieren educación para sus chicos, aceptan la ayuda del “hombre blanco”, quieren una mejor escuela, los jóvenes de la comunidad quieren seguir estudiando, quieren mejorar, quieren trabajar. No es una comunidad que rechace la ayuda social o programas que permitan mejorar sus condiciones de vida.

Es una de las tantas comunidades Mbyá Guaraní que demanda asistencia social urgente. “Estamos cansados que nos usen, que solo aparezcan cada cuatro año para las elecciones de campaña política. No hay real voluntad de cambiar nuestra realidad”, comentó el Cacique Hipólito Benítez a sus visitantes.

En la comunidad tienen sin terminar una nueva escuela Intercultural Bilingue -principal reclamo-, además de la necesidad de equipamiento escolar y comedor. «Los chicos asisten en un saloncito muy precario, estamos a la espera de mejorar la infraestructura desde junio de 2015, pero aún no tenemos respuestas de los organismos que corresponden», expresó en su momento el Cacique, en reclamo del cumplimiento de la Constitución Nacional, Art. 75, Inciso 17 del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajos). 

En silencio, la voz de los derechos de los niños. Como naturalizando la vida “que les toca” en esas condiciones de extrema precariedad, con un aula que carece de un sanitario y con pisos de tierra que – cuando  llueve  con la intensidad de los últimos tiempos – hace imposible continuar con las actividades en el aula, pero las ganas pueden más, y estudian en los pasillos o el espacio que permita desarrollar la jornada educativa.

Los más vulnerables frente al Cambio Climático

El ingeniero Juan Emilio Bragado es presidente de la Fundacion Cambium, y la Dra. Magali Sol Giovanelli Petito es abogada especialista en Ambiente, Energía y Desarrollo Sostenible. Ambos visitaron la escuela y explicaron que fue en el marco de las Jornadas de Economía Verde Conciencia y Acción y como líderes de la Advanced Leadership Foundation. Luego de dictar conferencias esta semana en diferentes ámbitos, visitaron la Aldea Aguaí Poty, donde dialogaron sobre la importancia del cuidado a la naturaleza y los representantes de la Comunidad expresaron como sienten los efectos del cambio climático.

“Fue muy enriquecedor el intercambio de visiones en el contexto de nuestras actividades de comunicación y concientización ambiental. Su maestra y sus dos maestros viajan muchos kilómetros para dar clases todos los días, a todos los niveles, sin tener la escuela terminada. Llegamos un día de lluvia en medio del temporal. Nos contaron que cuando se inunda el aula los chicos siguen estudiando aunque sea en el pasillo”, graficaron.

Frente a esta situación, los profesionales observaron claramente que ellos son los más vulnerables frente al cambio climático. «Agradecemos que nos hayan recibido con tanto hospitalidad y por compartir sus preocupaciones y sabiduría ancestral sobre el cuidado de la naturaleza. Nos encontramos con jóvenes con una gran conciencia ambiental y por sobretodo con ansias de superarse y mejorar”, expresó Magalí.

“Verlos estudiar con tanta pasión y voluntad así llueva o truene, sin tener la escuela terminada y con tantas adversidades nos lleno de esperanza”, expresó aún conmovida por la realidad de la comunidad guaraní misionera.

“Hay dos extremos en la educación que duelen, entre una escuela privada y la brecha con las escuelas públicas rurales del interior de Misiones. En la Comunidad Aguaí Poty hay una alta sensibilización de la gente en cuanto a los problemas ambientales”, agregó Juan Emilio.

“Se encuentran en condiciones infrahumanas, y realmente impacta la falta de contención con la que se encuentran ubicándose a tan poca distancia de Eldorado o Colonia Mado. Sin dudas hay responsabilidad del Estado en revertir estas realidades, pero también debe despertarse la acción solidaria voluntaria, desde el sector privado, las familias, las iglesias, los pobladores vecinos, entre todos tenemos que empezar a cambiar estas realidades locales, cada uno aportando desde su lugar”, reflexionó Bragado.

El Cacique Hipólito Benítez pidió colaboración a toda aquella institución, organización, empresa o persona que pudiera ayudar para terminar la escuela para su comunidad y así poder contar con sanitarios dignos para los chicos y las familias, además de cubrir otras necesidades básicas que hacen al desarrollo de todo ser humano.

 

Los ODS y un llamado a la acción

Esta semana se realizó un evento de sensibilización y difusión en el marco de “Misiones 2030: Construyendo una visión compartida hacia los ODS”, organizado por el Ministerio de Ecología de Misiones en conjunto con representantes del Pacto Global de Naciones Unidas en la Argentina. En la oportunidad, realizaron un fuerte llamado a la “acción” a la sociedad civil a que adhieran en forma voluntaria a este desafío de alcanzar las metas globales de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hacia la Agenda 2030, entendiendo que “se necesita de todos para revertir el crítico escenario global ante las consecuencias extremas del Cambio Climático y los desafíos ambientales, económicos y políticos que enfrenta el mundo”.

Dentro de las áreas estratégicas de estas metas, el objetivo  17 convoca a la creación de Alianzas para un Desarrollo Sostenible, frente a problemáticas como la expuesta en la Comunidad “Aguaí Poty”.

Se espera que la sociedad civil despierte a estos flagelos y se una con la asistencia solidaria para mejorar las condiciones de desarrollo humanos de las comunidades más vulnerables.

Hay algunos ejemplos en marcha en Misiones desde el sector privado que en forma anónima hacen su granito de arena en áreas de la zona norte donde asisten a las comunidades indígenas donde operan, como el Hotel Saint George, Amerian Portal Iguazú, La Aldea Lodge, Iguazú Jungle, El Pueblito y Cuenca del Plata Turismo, Posadas Puerto Bemberg, Moconá Lodge, por mencionar algunas.

 

 

Los 17 ODS para un mundo más equitativo

1.- Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

2.- Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.

3.- Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para todas las edades.

4.- Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

5.- Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.

6.- Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

7.- Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.

8.- Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

9.- Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.

10.- Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.

11.- Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

12.- Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenible.

13.- Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).

14.- Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible.

15.- Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.

16.- Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.

17.- Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

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