Javier Milei expuso en Posadas sus argumentos para explicar «la estruendosa superioridad del capitalismo»

Invitado por los referentes locales del Partido Libertario, el mediático y polémico economista dio una conferencia en cual reiteró su postura a favor del capitalismo y de una reducción del Estado a una mínima expresión. Cargó con dureza contra la clase política, a quienes considera “los enemigos de la Argentina” y propuso abrevar en las fuentes de Juan Bautista Alberdi para la reconstrucción del país.

Más que un economista, Javier Milei parece sentirse un rock star. Es cierto, de traje y corbata, pero un rock star al fin que no puede evitar sacudir los brazos y saludar a sus “fans” que colmaron el salón del céntrico hotel de Posadas donde está a punto de iniciar la conferencia patrocinada por los referentes locales del Partido Libertario. El auditorio, en su gran mayoría compuesta por jóvenes, se pone de pie, grita, aplaude; mientras de fondo suena una canción punk y autorreferencial, que en tono “capusottoniano” convoca a rechazar “los impuestos y la presión fiscal”.

Unos minutos antes, el mediático defensor del capitalismo (“un sistema justo y, además, ética y estéticamente superior al comunismo”) se prestó a una charla con la prensa donde reiteró los conceptos que plantea en cada reportaje que le toca: “los males de la Argentina son el Estado y sus instrumentos los políticos”.

“Soy un minarquista estático y anarco capitalista dinámico”, se autodefinió, con una frase críptica que resumió su concepción de un Estado mínimo, encargado solo de las funciones de brindar Seguridad y administración de Justicia.

“¿Y la salud, la educación?”, interrogó el periodista. La respuesta de Milei continuó en línea con su filosofía. “Si el Estado no te quitara (con impuestos) el 70% de lo que generás podrías acceder a la prestación de salud que elijas; incluso las capas de menores ingresos. Y la educación funcionaría mejor con un sistema de voucher, para que se pueda elegir donde estudiar, porque hoy la mitad no termina la secundaria y el 70% de los que egresan no pueden comprender un texto y no pasan de una prueba de matemática básica”. Incluso en este tema Milei va contra la corriente. No dudó en afirmar que la educación pública y gratuita “fue una de las conquistas del socialismo que marcaron una caída en la calidad de vida”.

Polémico y controvertido, tituló a su conferencia «La estruendosa superioridad del capitalismo». Y no es casual. Milei y sus seguidores consideran que el aparato estatal con sus regulaciones, impuestos y su poder de policía ponen freno al progreso de emprendedores, profesionales, empresarios e, incluso, a los trabajadores y al resto de los ciudadanos de a pie. Bajo este escenario, asegura, el futuro del país es desalentador, casi casi apocalíptico. “Argentina es un país inviable, para los sub 30 (los menores de 30 años) la mejor salida es Ezeiza, porque en el exterior la posibilidad de progreso puede ser mínima, pero acá es cero y si por una de esas cosas de la vida lo lográs, el Estado te quita el 70%, se roba el fruto de tu trabajo con la excusa de la justicia social”, arremetió.

Hay que reconocer que en algún punto es posible caer en la tentación de simpatizar con algunos de sus dogmas los cuales, en el fondo, no hacen más que reflejar en buena medida el malestar de la sociedad con la corrupción de ciertos políticos y sus “aliados” de otros sectores de poder. “Tu enemigo es el Estado, especialmente los políticos. En 2001 hubo un ‘que se vayan todos’… pero no se fue ninguno y es más, vinieron con sus proles, con sus amantes, son una casta”, enfatizó, levantando el tono.

La “fórmula Milei” que luego compartirá con el público que lo aguarda colmando el amplio salón del Hotel Julio César plantea un “volver a las fuentes” de la Argentina, al periodo constitucionalista inspirado por hombres como Juan Bautista Alberdi. “La Argentina de mediados del siglo XIX era un país de bárbaros y, gracias a la gesta de un hombre como Alberdi y a la Constitución de 1853 – 1860, en 35 años se convirtió en una de las potencias del mundo. En 1895 era el país con el mejor PBI per cápita del mundo. En la primera parte del siglo XX ocupaba el puesto número 5 entre los países más ricos. Pero también hay que decir una verdad: en el proyecto de Alberdi, todo el Poder Ejecutivo entraba en la Casa Rosada. Y eso, es un problema para los políticos”.

Luego de reiterar su rechazo a las diversas manifestaciones del populismo, “desde Perón hasta los que quieren hacer un peronismo sin Perón”, Milei expuso el primer atisbo de una posible salida; una fórmula que pueda invitar a la esperanza ante tanta desazón. “Todo se resuelve con un cambio cultural, explicando a la gente los datos”, afirmó, para luego volver a cargar contra la clase política, aunque – llamativamente – con un poco más de clemencia. “En el fondo, no es que los políticos quieren arruinar ‘a propósito’ la vida de la gente, son chorros y delincuentes, pero no lo hacen ‘en contra de la gente’. Pasa que tienen un sistema de privilegios y los usan. Y esos privilegios son los que van en contra del progreso y la libertad de la gente”, argumentó finalmente.

 

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