Un ex campeón de la Libertadores con Boca visitó a internos del Correccional de Menores como Pastor

El ex jugador de Talleres de Córdoba, Boca Juniors,  Javier Virrareal, visitó a los internos alojados en la U.P. IV “Instituto Correccional de Menores Varones” en carácter de  pastor, dado que forma parte del Ministerio Evangelistico “Iglesia Casa de Dios Puerta del Cielo”. Su intención fue la de transmitir sus experiencias personales, llevar la palabra de Dios y compartir un grato momento con los reos.

“Luego de dejar la práctica activa del fútbol he sentido la necesidad de poder testificar, de poder hablar de que con Dios todo es posible” y añadió “hoy por hoy estamos con mi esposa y mis hijos sirviendo al Señor y esperando ser de bendición para la gente que lo necesite, y la bendición es poder invertir tiempo” explicó el ex jugador.

“Invertir el tiempo de uno es invertir la vida en otros porque de eso se trata, estamos para ayudar y compartir con otros la experiencia de la vida y la palabra de Dios, y permanecer firmes y tener una familia bien constituida, bien plantada para poder vivir como Dios pretende que podamos vivir” comentó.

Posteriormente reconoció que  la biblia salvó su matrimonio y agregó “en el año 2003 estábamos mal con mi esposa, a punto de divorciarnos y nos hablaron de Jesucristo. Por ese entonces ya había ganado la Libertadores, había ganado dinero y había viajado por muchos lugares, tenía fama, pero me sentía con el corazón vacío”, dijo.

Luego admitió que cometió errores que no hicieron bien a su familia. ”Me abrieron la Biblia y me dijeron algo que me marcó, me expresaron que el manual del hombre es la Biblia, en donde vos vas a ella y podes ver tu vida, podes ver tus dificultades, tus falencias, tus debilidades, tus fallas o tus necesidades. Uno busca en las cosas del mundo para satisfacerse y nunca logra hacerlo”, reflexionó.

”Dios vino a mi corazón y sentí la paz que tanto estaba buscando” y continuó “el restauró mi matrimonio, que estaba a punto de  destruirse; Dios lo multiplicó y nos dio dos hijos más y también me dio en el fútbol muchas cosas más, la Libertadores, pude salir campeón muchas veces más, pero ya esa alegría de ser campeón era buena y lo festejaba pero al otro día yo seguía estando contento, cosa que no pasaba antes”, dijo.

Confesó también  que estando en Cerro Porteño  fue una especie de asesor espiritual de varios de sus compañeros. ”Invité a varios compañeros, Iván Torres, César Benítez, “Gatito” Fernández…” y finalizó su relato diciendo “también he aconsejado y ayudado a varios chicos, yo les contaba lo que Dios había hecho en mi vida, porque todos necesitamos una oportunidad de poder cambiar, porque todos tenemos una necesidad y nadie lo puede negar eso, todos tenemos una necesidad en nuestro corazón y eso es lo que vine a transmitirle a estos jóvenes que están alojados en el Correccional de Menores…les dije que son muy jóvenes y más allá de haberse equivocado  están a tiempo de cambiar y reencausar sus vidas y ser útiles no solo para sí sino también para sus familias y  la sociedad” concluyó.

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