El ministro de Educación de la Nación defendió la ley de Educación Sexual Integral: “es buena y no necesita ninguna reforma”

Ante lo que llama “fantasías que se dicen en las redes”, el Ministro de Educación de la Nación aclaró a Infobae que en la normativa vigente ya están definidos, por unanimidad del Consejo Federal, los contenidos a dictarse, que se respeta el derecho de las familias a educar a sus hijos y los valores e ideario de cada escuela.

 

 

El ministro es tajante: «la ley actual es buena», «no necesita reforma», «se debe respetar el derecho de las familias y el ideario de cada escuela». Incluso sale al cruce de rumores, llamando a las cosas por su nombre: «no se enseña masturbación, no se explica el acto sexual en el nivel inicial…», etcétera.

 

La Ley de Educación Sexual Integral (ESI), n° 26150, se aprobó en el año 2006. Recientes iniciativas parlamentarias para reformarla, tanto a nivel nacional como a nivel de algunas provincias, Buenos Aires entre ellas, han causado mucha polémica, en particular porque todas apuntan a eliminar el artículo que establece que «cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros».

 

No es un artículo más, sino el punto de consenso que hizo posible en su momento la aprobación de la ley.

 

 

Con el título «¿Qué queremos con la ESI?», el ministro Finocchiaro publicó en redes un texto en el que recuerda que en mayo pasado, los ministros del área de todo el país, en el marco del Consejo Federal de Educación, aprobaron una resolución (ver texto completo al pie de esta nota) «para garantizar la implementación de la ESI, formando los docentes», y enumerando los núcleos prioritarios de enseñanza en la materia. «No se agregan contenidos a los de la Ley vigente» y se respetan «los principios e ideario» de cada escuela.

 

 

Me preguntan a mí, Ministro de Educación de la Nación, y yo digo: no necesitan reformar la ley porque con los contenidos que están alcanza, son suficientes

— ¿Se trata en concreto de una ratificación de la ley 26.150, actualmente vigente?

 

—La ley del año 2006 es buena y su texto no necesita modificación. Todos los ministros de Educación de las provincias y el ministerio nacional votamos que esto es un espacio curricular y que cada provincia decidiera la modalidad de su aplicación porque son las provincias las que tienen la gestión de las escuelas. Esa Resolución, la 340 de este año, no agrega ningún tipo de contenido a la Ley vigente votada, pero la hace efectiva en todo el territorio; no existe motivo para modificar la ley y volver a un debate que ya fue saldado hace 12 años.

 

— Sin embargo…

 

— Sí, con todo esta polémica que se ha ido gestando, con padres que están muy preocupados por lo que se les va a enseñar a los hijos, en primer lugar queremos asegurar que las familias son y seguirán siendo parte fundamental en la educación de sus hijos y segundo que los contenidos deben ser brindados en todas las escuelas pero respetando los principios y el ideario de cada una de las escuelas.

 

— La Ley actual de hecho fija los contenidos que deben dar todas las escuelas, más allá de su ideario.

 

— Sí, esta Resolución sistematiza los contenidos. Por ejemplo, en el nivel inicial, ¿qué se enseña? Las partes externas del cuerpo humano, el vocabulario correcto para nombrar los órganos genitales, los procesos de gestación y nacimiento; y en esto cabe aclarar algo muy importante: al chico se le explica que a partir de la relación de sus papás se concibe un hijo que la madre lleva en el vientre… no se explica el acto sexual. Además los chicos no tienen la capacidad de comprenderlo a esa edad. Sigo con los contenidos: la disposición de recibir y dar cariño, la igualdad de oportunidades para niños y niñas en los juegos, y trabajos, se les explica que no hay colores de nenas y nenes, ni juegos de nenas y nenes. Una cosa muy importante es el concepto de intimidad, el decir «no» a interacciones inadecuadas con otras personas, a no guardar secretos que los hacen sentir vergonzosos. Todo esto para  la prevención del abuso. También la diversidad de familias, ensambladas, monoparentales, algo que tiene que ver con la prevención del bullying.

 

 

— ¿Y en primaria?

 

— En el nivel primario lo mismo: el cuerpo humano como totalidad, los caracteres sexuales, cómo se van desarrollando, los cambios en la pubertad, en el caso de los niños más grandes, etcétera. Estos son los núcleos de aprendizaje prioritarios que se deben dar. Ahora, también es verdad una cosa: no existen contenidos que hablen de masturbación, de sexo compartido, y de todas las cosas que se han ido diciendo en las redes sociales. ¿Cuáles son los objetivos de la ESI? El cuidado del cuerpo, el propio y el del otro, el respeto a la diversidad y por las elecciones del otro, con la sexualidad desde lo afectivo, desde lo psicológico. Y también de una manera muy fuerte con la prevención del embarazo adolescente. Tenemos que en el país ascienden al número de 110.000 los nacimientos de bebés de chicas de entre 15 y 19 años, en muchos casos asociados además al abuso. Esos son los ejes de la Educación Sexual Integral.

 

— ¿Qué pasa con esto de la llamada Ideología de género? Del planteo de que no existe, por ejemplo, un determinismo biológico en la identidad sexual.

 

— Lo que la ESI enseña, y hablamos esencialmente del secundario, es la diversidad. No promueve nada, muestra la diversidad, básicamente, y aclaremos que esto ya viene de la ley de 2006, para promover el respeto por el otro, con lo cual prevenimos violencia, prevenimos bullying. Respeto a la libertad que tiene el otro. No lo incentiva, ni lo promueve. Hay gente que decide tener relaciones sexuales con gente de su mismo sexo, hay gente que decide esto o aquello, hay gente que se percibe de una manera o de otra… Y listo. No dice «está bien o está mal». Pero además, cada escuela de acuerdo a sus convicciones y valores emite opinión sobre eso, porque si no estaríamos cercenando la libertad de las familias de elegir la educación que quieren para sus hijos. El contenido se da. Tomemos por ejemplo otra materia. En Historia se dicta la Reforma Protestante. Un colegio católico podrá valora como quiera este hecho, pero el contenido debe darse. No puede darse el siglo XVI como si eso no hubiese existido.

 

— Los métodos anticonceptivos pueden ser otro caso…

 

— Claro, los métodos anticonceptivos deben darse, pero el profesor en su libertad de cátedra puede decir «nosotros, desde nuestra fe, participamos de este método y no de este otro…» Lo que que queremos es alejar todas esas fantasías que se han generado en torno a la Ley.

 

—Las propuestas que hay para reformar la ley, tanto a nivel nacional como provincial, apuntan directamente al artículo 5° que plantea esta libertad de enfoque de la que usted habla.

 

— Nosotros creemos que la ley del 2006, la 26.150, está bien y no consideramos necesario modificarla sino que tenemos que completar su aplicación en todo el país.

 

— ¿Ha hecho su Ministerio algún estudio de cómo se implementa? Porque tanto los católicos como los evangélicos afirman que en sus colegios se dicta ESI; incluso afirman que a veces les resulta más fácil a las escuelas confesionales acordar la implementación de esos contenidos, justamente porque comparte un ideario, que a las estatales.

 

— Bueno sí, lo que pasa también es que a muchos docentes les resulta incómodo este tema, o no están capacitados.

 

— ¿Pero existe un relevamiento, un cuestionario enviado a las escuelas para saber si están implementando la ley y cómo?

 

— Justamente, a partir de lo que definió esta Resolución, en el marco del operativo Aprender, les preguntamos a los chicos si en su escuela se dictan estos temas, ya que estas evaluaciones nos sirven a nosotros para poder aplicar políticas públicas.

 

 

— ¿La Resolución del Consejo Federal incumbe entonces a todos los distritos?

 

— Las resoluciones del Consejo, si se aprueban, son obligatorias, aun para los que votaron en contra. Pero en este caso, la resolución se votó por unanimidad.

 

— ESI no es una materia…

 

— No, es un espacio curricular; después cada provincia e incluso cada escuela dentro de su planificación deberá definir cómo incluye ese contenido curricular. Como cualquier otro contenido.

 

— Habiendo esta unanimidad en los ministerios de Educación de todo el país, ¿tiene sentido seguir con la discusión de una reforma de la ley? Entiendo que usted representa al Ejecutivo, pero…

 

— Frente a toda la confusión que se generó, consideramos necesario salir a hacer pública la posición del Ejecutivo. El Congreso es un poder independiente. Me preguntan a mí, Ministro de Educación de la Nación, y yo digo: no necesitan reformar la ley porque con los contenidos que están alcanza, son suficientes. Tenemos que seguir trabajando por la implementación completa y generalizada de esta Ley. De hecho la ESI es parte fundamental del plan ENIA (Embarazo no intencional adolescente), de prevención del embarazo no intencional adolescente, que estamos trabajando con Desarrollo Social y Jefatura de Gabinete y que ya se empezó a aplicar en diez provincias del norte del país que son las que tienen mayor cantidad de casos de embarazo adolescente.

 

— Este debate de la ESI parece una nueva grieta…

 

— Es que tenemos que cerrar las grietas, no fomentarlas. Por eso era muy importante la aclaración. Porque Educación Sexual Integral es algo en lo que coincidieron todos los sectores cuando se debatió la Ley de Aborto, pero también valoramos y debemos tener en cuenta el derecho de las familias a educar a sus hijos y la libertad de cátedra y de valores que tiene cada institución escolar.

 

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