Marcha Nórdica: La nueva tendencia deportiva que crece en Europa y que ya se puede practicar en Posadas

Enterate en qué consiste esta disciplina que combina la resistencia con el ejercicio al aire libre y que llegó para quedarse en la capital misionera.

 

Ver a un grupo de personas caminando por la costanera posadeña, con bastones similares a los que usan en Alaska para luchar contra la nieve, ya empieza a ser parte del paisaje urbano de los amaneceres y los atardeceres en la capital misionera.

 

Cada vez son más los individuos que se animan a practicarlo y los expertos no dejan de destacar sus beneficios para la salud. La marcha nórdica, o caminata nórdica, es un tipo de ejercicio que se originó en Finlandia en la década de 1930 como entrenamiento de verano para los esquiadores de fondo profesionales. Se basa en el uso de unos bastones especiales para caminar, parecidos a los del esquí, que, además de trabajar los músculos de la parte superior del cuerpo, sirven de propulsión para avanzar. Esta nueva tendencia deportiva ya cobró fuerza en toda Europa experimentando un gran auge que se extiende a través del mundo y que se instaló en Argentina.

 

No existen límites de edad ni físicos para los que quieran ejercer esta nueva disciplina. Lo que si varía son los niveles de intensidad aunque son sumamente adaptables: desde paseos suaves para personas con problemas de movilidad hasta caminatas enérgicas para gente que ya está en forma, que pueden ser una manera eficaz de mejorar el estado físico, ayudar a perder peso y tonificar el cuerpo entero.

 

En Posadas, esta actividad se puede desarrollar de la mano de los  únicos instructores diplomados en la Escuela Argentina de Marcha Nórdica que tiene el Nordeste argentino: Conny Wôrbach y Carlos Urrutia. Las prácticas se desarrollan en la costanera posadeña de lunes a viernes en dos turnos (7 a 8:15 o de 19:30 a 20:45) y lo único que se requiere, es un par de zapatillas, ropa cómoda, muchas ganas de hacer a un costado las preocupaciones y disfrutar de una actividad al aire libre (los  bastones se los proporcionan los docentes).

  

Beneficios para la salud

 

Al caminar, se tonifica solo el tren inferior del cuerpo. A diferencia de una caminata normal, que moviliza el 30% de los músculos, o sea, unos 200 músculos; en el caso de la marcha nórdica se trabaja hasta el 90% de la musculatura del cuerpo, esto es, unos 600 músculos.

 

Con la marcha nórdica, se pueden llegar a quemar hasta un 50% más de calorías/ hora que caminar, por incorporar el uso del tren superior y la musculatura troncal en su totalidad, y aumentar la amplitud del balanceo de los brazos y en consecuencia de la zancada, lo cual se traduce en un importante gasto energético.

 

Si se camina, las articulaciones deben soportar de 2 a 3 veces el peso del cuerpo en cada paso, y, si se corre, de 3 a 5 veces.  En la Marcha Nórdica, los bastones absorben parte del impacto articular y permiten repartir el peso del cuerpo en cuatro puntos de apoyo, disminuyendo el impacto directo en las articulaciones, lo que la hace muy importante en caso de sufrir de artritis o artrosis.

 

La implicación del tren superior (brazos, hombros, espalda), el trabajo obligado en una postura troncal fisiológica y la constante apertura y cierre de manos que exige la técnica; se suma al impulso de los bastones y al trabajo de piernas y cadera, aumentando la eficacia del desplazamiento, la velocidad y nos permite realizar más kilómetros a la hora que caminando sin bastones, lo que permite aumentar gradualmente la resistencia cardiorrespiratoria, y, mejorar el Sistema Circulatorio.

 

Como se trabaja partiendo de un tronco colocado en buena postura y en posición de separación de vértebras, se van fortaleciendo los músculos del eje de la columna (cuello, espalda, cintura), disminuyendo paulatinamente las molestias y dolores en la espalda a causa de malas posturas o pinzamientos por ej. Este trabajo en postura basal correcta además, a nivel articular, permite que el movimiento sea fluido, generando la producción de líquido que lubrica y protege estas articulaciones.

 

Gracias al impacto articular controlado y continuo, se mejora la densidad ósea, disminuyendo la osteoporosis.

 

Disminuye los niveles en sangre de glucosa, triglicéridos y colesterol malo.

 

Desarrolla la coordinación, agilidad mental y fortalece el equilibrio.

 

Caminar solo, es aburrido, el trabajo en grupo, es mucho más entretenido, pues genera una mayor voluntad para moverse, reduce el estrés logrando un equilibrio cuerpo mente que permite desconectar totalmente de los problemas diarios de la vida.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas